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Excepcional ciclo sobre la memoria democrática


  • Escrito por Pilar Guerrero
  • Publicado en Cultura
(Tiempo de lectura: 4 - 7 minutos)

Seis conferencias-debate sobre la memoria como punto de encuentro y superación de los traumas del pasado y no como arma arrojadiza.

La aprobación de la Ley de Memoria Democrática representa una invitación para culminar un debate en la sociedad española sobre los valores democráticos y las libertades, y el derecho a que la memoria de quienes defendieron esos valores con su vida sea restituida en todo su peso. Bajo una perspectiva de verdadera reconciliación, tratando de resolver una de las lagunas de la antigua ley de Memoria Histórica: el compromiso público en la exhumación de centenares de fosas de personas republicanas cuyos restos necesitan ser enterrados con toda dignidad atendiendo a los deseos de sus descendientes.

En paralelo, la Ley de Memoria Democrática representa moralmente una condena de una dictadura que impuso la supresión de las libertades y de los derechos civiles para toda una sociedad, contrarrestando el ‘discurso único’ de los vencedores y el olvido sobre aquellos hombres y mujeres que murieron en defensa de la legalidad democrática y de los derechos civiles, tal como en nuestra época se entienden desde la perspectiva de la Declaración Universal de Derechos Humanos. No se trata de ‘revertir el resultado de la guerra civil’ como dice la extrema derecha, ni de eliminar los contenidos de la Transición, sino contrarrestar un relato que ha ignorado a quienes defendieron valores democráticos que ahora merecen un tratamiento honorable, lejos de las cunetas y las terribles fosas comunes donde sus restos han permanecido a lo largo de muchas décadas.

El ciclo está organizado por la Fundación Progreso y Cultura, en colaboración con UGT-Madrid, y la Escuela de Formación ‘Julián Besteiro’ donde se celebrarán a lo largo de los próximos meses. La sesión de apertura bajo el título ‘Convivencia y valores democráticos’ tuvo lugar en el enorme patio de la Escuela (Calle, Azcona 53, Madrid, Metros: Ventas, Diego de León y Parque de las Avenidas) porque el tiempo de los primeros días de otoño todavía lo permitía. Isabel Navarro, directora de la ‘Julián Besteiro’ recordó la singularidad de esa Escuela, inaugurada por el falangista ministro de Trabajo, Girón de Velasco, y con cuatro enormes árboles en su recinto central regalados durante la visita a España de Eva Perón en 1947. Navarro recordó que los sindicatos democráticos fueron legalizados en el postfranquismo más tarde que los partidos políticos y que en los 80 UGT recibió la Escuela como compensación a la incautación de su patrimonio histórico tras la guerra civil, destacando la función formativa de la actual Escuela, su sensibilidad respecto a los contenidos culturales y su apertura tanto a afiliados como a no afiliados. Dando paso a Marina Prieto, secretaria general de UGT de Madrid, con una intervención en la que puso de relieve las condiciones por las que miles de hombres y de mujeres cuyo único delito había sido defender las instituciones de la República poblaron las cárceles en la postguerra –con citas tan sorprendentes como la del Conde Ciano, ministro de Exteriores de Mussolini que en su visita a España consignó el elevado número de constantes ejecuciones en muchas ciudades-, y las situaciones de aquellos que se vieron obligados a ejercer un ‘trabajo esclavo’ como penados, al servicio de grandes empresas. La situación de esas víctimas nos debe ayudar hoy a honrar su memoria y la de los valores democráticos, sin que eso suponga una visión revanchista. Porque no tendría sentido vivir en una sociedad democrática como la de la España de hoy en la que los máximos emblemas de la dictadura –como el Valle de los Caídos- siguieran siendo una exaltación de la misma, sin una correspondiente reasignación democrática.

A la vez, Prieto se sintió preocupada por el creciente auge de discursos antidemocráticos, como aquél que en época reciente pedía el ‘encarcelamiento de los secretarios de UGT y CC OO’. Para responder a esos montajes intolerantes es necesario hacer un trabajo de pedagogía democrática.

La parte central del acto correspondió a la intervención de Juan Lobato, secretario general del PSOE Madrid. Margarita Domínguez, vicesecretaria general de UGT Madrid hizo una breve semblanza de su perfil tanto personal como político, presentándolo como padre de dos hijas y un hijo, primer alcalde socialista de Soto del Real y en la actualidad diputado, portavoz del Grupo Socialista en la Asamblea de Madrid y futuro candidato a las autonómicas de 2023. En una intervención coloquial, cercana y nada solemne, Lobato empezó recordando la emoción que semanas atrás le supuso la apertura de la fosa de Colmenar Viejo donde se encuentran los restos mortales de los fusilados en 1939, entre ellos el antiguo alcalde de Soto. Vinculando la memoria democrática a un aprendizaje social imprescindible en la actual sociedad española, enmarcado en la identidad de una Europa defensora de las libertades y de los derechos frente a la inquietante presencia de aquellas fuerzas de extrema derecha que representan valores antagónicos de exaltación de formas de vida autoritarias. Apostó por la importancia de que los contenidos de la Memoria Democrática estén presentes de forma transversal en el sistema educativo, y la trascendencia de que sus valores sean asumidos por las actuales generaciones para dejar un legado de convivencia a quienes ahora son niños y niñas.

En el juego de preguntas y comentarios, Juan Lobato defendió la importancia de ‘saber escuchar’ y ‘conversar con todos los sectores’ desde una perspectiva de cercanía y compromiso con la sociedad en su más diversos espacios, principio que siempre ha tratado de desarrollar en su etapa como alcalde de Soto del Real, y que ahora aspira a aplicar tanto en la precampaña electoral como en el futuro cualquiera que pueda ser su papel en futuras administraciones. Defendió ese tipo de convocatorias abiertas ‘tanto entre quienes son afiliados como entre quien no lo son’ desde la perspectiva de una sociedad abierta, inclusiva y de unos representantes públicos con capacidad de escuchar y generar espacios de participación.

En las próximas semanas, el programa de este ciclo dedicado a la Memoria Democrática, cuyos actos comienzan a las 18.30 de cada sesión, analizará los siguientes contenidos:

-‘La necesidad de la Memoria Histórica hoy’ a cargo de Carmen Calvo, vocal de la Comisión Constitucional y Presidenta de la Comisión de Igualdad del Congreso, con la presentación de María Sainz Martín, secretaria de Igualdad de PSOE de Madrid (6 de octubre).

-‘Memoria y convivencia’, con la intervención de Patxi López, portavoz del Grupo socialista en el Congreso. Isabel Vilabella, directora gerente de la Fundación Progreso y Cultura es la encargada de presentar y moderar. (20 de octubre)

-‘…Hacia una memoria democrática compartida’, a cargo de Antonio Chazarra, profesor de Filosofía y escritor, y ‘cerebro’ de este ciclo, con la presentación de Rafael Fraguas de Pablo, periodista, sociólogo y escritor. (17 de noviembre).

-‘El futuro de la dignidad democrática en Madrid’ con Sara Bonmati, secretaria de Justicia y Memoria Democrática del PSOE de Madrid, como ponente, y la presentación de Pablo Vega Costa, vice-portavoz de RUGE Madrid. (17 de noviembre).

-Cierra el ciclo de este año, ‘Violencia política y Memoria Democrática’, a cargo de Eduardo Sánchez Gatell, psicólogo y exdiputado en la Asamblea de Madrid por el Grupo Socialista, con Jesús Barcenilla, exdirector de la Fundación Progreso y Cultura como moderador (24 de noviembre).

El ciclo se prolongará hasta finales de marzo o principios de abril, con nuevas conferencias y, asimismo, con la proyección de documentales que aborden el núcleo temático de la Memoria Democrática.

Isabel Navarro, directora de la Escuela ‘Julián Besteiro’ saludará al comienzo de todas las conferencias. En el acto de apertura recordó el carácter abierto y la entrada libre a estos actos, y el hecho de que ponentes e intervinientes participen sin compensación económica alguna dado que el ciclo no cuenta con ninguna subvención o ayuda económica externa, poniendo de relieve el compromiso con la cultura y en particular los contenidos vinculados a la difusión de los valores democráticos.