El Boulangismo
- Escrito por Eduardo Montagut
- Publicado en Historia y Vida

La caída de Jules Ferry en el año 1885, precipitada por problemas coloniales derivados de la evacuación de Langson en Tonkín por la presión del ejército chino, marcó el inicio de una nueva época para la Tercera República Francesa. Pero, además, la economía francesa se encontraba en una profunda crisis desde 1882. La competencia de los productos agrícolas americanos y australianos estaba arruinando al campo. También el algodón estaba hundiendo a los sectores del lino y la seda, tan importantes tradicionalmente en el textil francés.
Dos años después de la caída de Ferry el presidente de la República Jules Grévy tuvo que dimitir por el primer gran escándalo de la época, el de las condecoraciones. Al parecer, el yerno del presidente había recibido dinero para promover estas recompensas tan codiciadas por determinados personajes. Fue sustituido en la máxima magistratura del Estado por Sadi Carnot, que años más tarde sería asesinado en un atentado.
El sistema político republicano comenzaba, por tanto, a presentar serios problemas, con un evidente aumento de la inestabilidad gubernamental. Las elecciones de 1885 permitieron una cierta recuperación de la derecha. Pero también hay que señalar que en el universo de los republicanos se produjeron cambios sustanciales. Los oportunistas, hegemónicos en la etapa anterior de la Tercera República, veían cómo crecían las opciones a su izquierda. Los radicales estaban ganando peso parlamentario. La figura de Clemenceau comenzó a adquirir una evidente importancia. Por su parte, la fuerza de los socialistas experimentó un claro crecimiento.
En esta situación de crisis económica y política el populismo irrumpió en la escena política francesa. Estamos hablando del boulangismo. El general Boulanger encabezó un movimiento que desde 1886 estaba abriéndose un hueco en la vida política francesa. Boulanger emprendió una campaña de signo nacionalista revanchista frente a la derrota de 1870, y que caló con fuerza en el universo de la derecha. El movimiento también planteaba difusas demandas de carácter social, por lo que pudo captar algunos adeptos en la izquierda, demostrando una de las principales características de lo que conocemos como populismo en política. La derecha antirrepublicana, monárquica y católica vio una esperanza para sus propósitos. Por su parte, los republicanos temían la llegada de una dictadura, un renovado Luis Napoleón cuando se hizo con el poder en la Segunda República y terminó por destruirla. Boulanger encabezó una moderna campaña electoral, ya que empleó fotografías y canciones. Boulanger triunfó en París en enero de 1889. Parecía que estaba a punto de conseguir el poder. Los sectores más reaccionarios de la vida política francesa le animaron a hacerlo, pero nuestro protagonista se paralizó. Los republicanos, la izquierda, reaccionaron, además de haber ganado en muchos lugares de Francia. Y de forma súbita la amenaza populista se desvaneció. Boulanger se marchó a Bruselas y se suicidó en 1891.
Eduardo Montagut
Doctor en Historia. Autor de trabajos de investigación en Historia Moderna y Contemporánea, así como de Memoria Histórica.