El partido de Meloni quiere reformar el delito de tortura entre críticas

La propuesta legislativa ya ha sido entregada a la Comisión de Justicia de la Cámara de los Diputados para comenzar su tramitación parlamentaria, según avanzan los medios locales.

Ante las críticas por querer cambiar un delito tan sensible, el portavoz de HdI, Tommaso Foti, aseguró en un comunicado que no se pretende derogarlo sino "tipificarlo en un modo más nítido siguiendo las convenciones internacionales" en la materia.

El texto propone cambiar una parte importante del artículo 613 del Código Penal italiano, que desde 2017 contempla el delito de tortura y una serie de agravantes en el caso de que sea cometido por un policía en un interrogatorio, por ejemplo.

En concreto castiga con hasta 10 años de prisión a quienes "con violencia o amenazas graves, o actuando con crueldad, causa un agudo sufrimiento físico o un trauma psicológico a una persona privada de libertad personal o bajo la custodia" de su supuesto torturador.

La tipología de delito aumenta la condena hasta los 12 años en caso de que el culpable sea una autoridad pública que abuse de su poder, mientras que otro agravante la eleva a 30 años de cárcel en caso de muerte del reo.

La ultraderecha italiana, tanto la formación de Meloni como la de su socio y vicepresidente Matteo Salvini, la Liga, han criticado tradicionalmente esta legislación porque creen que desampara a los agentes de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.

De hecho, los impulsores de este proyecto de ley lo justificaron ante la necesidad de "proteger adecuadamente la honorabilidad y la imagen de las Fuerzas de Policía".

Además, creen que ya existe una legislación que ampara estos casos y que ese artículo es "contradictorio" y puede perjudicar a los agentes en "las lícitas operaciones de orden público".

El texto ha sido duramente criticado por la oposición del centro e izquierda, que denunció su posible derogación.

"La propuesta de cancelar el delito de tortura de Hermanos de Italia es espeluznante. Que Meloni diga algo: ¿Su Gobierno y su partido quieren atacar una norma en defensa de los Derechos Humanos?", inquirió la portavoz del Partido Demócrata en el Senado, Simona Malpezzi.

Pero la reacción más sonada fue la de la senadora de la Alianza Verde e Izquierda, Ilaria Cucchi, hermana de Stefano Cucchi, un joven que murió en 2009 por las palizas que recibió cuando estaba arrestado en comisaria y cuyo caso dio la vuelta al mundo.

La activista calificó el proyecto de ley de "hecho gravísimo" y pidió la intervención del jefe del Estado, Sergio Mattarella.