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Julia Navarro: “La historia ha obviado a las mujeres y han sido notas al pie”


  • Escrito por Inés Escario
  • Publicado en La Zurda
(Tiempo de lectura: 2 - 4 minutos)

La escritora madrileña Julia Navarro señala que la historia ha obviado a las mujeres, que han sido como notas al pie de página, por lo que “la gran asignatura pendiente” de los ministros de Educación, presentes y futuros, es “incorporar a las mujeres destacadas a los libros de texto”.

La autora de ‘Dispara, yo ya estoy muerto’ o ‘Dime quién soy’ cuenta en una entrevista a Efe a su paso por Zaragoza por qué hace un paréntesis en la escritura de ficción con su nuevo libro, ‘Una historia compartida. Con ellos, sin ellos, por ellos, frente a ellos’, que publica con Plaza & Janés.

Después de ocho grandes éxitos de ficción, ¿cómo nace esta “historia compartida”?

Fue como una escapada, como iniciar un viaje, como escaparme de los muros de mi casa y hacer este recorrido a través de mis lecturas, de los recuerdos de mis viajes. Así que, seguramente, este libro antes de la pandemia no lo habría escrito. También es un libro en el que yo reflexiono sobre las huellas que han dejado en mí mis lecturas.

Describe su nuevo libro como “un lugar común donde hombres y mujeres se unen”, porque la historia de unos no se entiende sin la de los otros.

A mí siempre me ha parecido que la historia estaba coja, porque la historia siempre la han contado los hombres y han contado la suya; han obviado a tantas y tantas mujeres cuyas vidas y cuyas aportaciones en el mundo del arte, de las matemáticas, de la filosofía o de la música han sido realmente extraordinarias. Sin embargo, la historia las ha obviado, han sido como notas a pie de página. Salvo algunas, muy pocas, no tenemos noticia de esa cantidad de mujeres notables.

La historia está incompleta si no estamos todos. De ahí el título de una historia compartida. Cuando empezaba a escribir tenía esa curiosidad de hablar de personajes de mujeres que a mí me han impactado. Pero decía, yo no puedo contar a Medea sin Jasón; no puedo contar a Penélope sin Ulises; no puedo contar a Téano sin Pitágoras. O a Simone de Beauvoir si no es relación con Sartre.

Me parecía que no podía contar una historia de parte. Quería escribir el largo viaje de mis lecturas a través de las mujeres con las que me he ido encontrando; pero yo no puedo obviarles a ellos, porque entonces estamos todos siempre condenados a no entender nada.

¿Hay alguna de estas mujeres que le hayan marcado especialmente?

He aprendido mucho sobre feminismo leyendo a Doris Lessing y a Virginia Woolf, para mí han sido fundamentales a la hora de conformar un pensamiento feminista, pero también lo han sido mujeres actuales, como Victoria Camps o Amelia Valcárcel. Hay muchas mujeres que han dejado una huella; me han ensañado y me siguen enseñando.

¿Qué opina de esa frase que siempre hemos escuchado de que “detrás de un gran hombre hay una gran mujer”?

Esa frase siempre me ha parecido un poco machista, como pasarnos la mano por el lomo. Ni detrás ni nada; hemos estado al lado durante siglos, no se puede contar la historia si no es una historia común, de hombres y mujeres.

‘Una historia compartida’ parece un libro mucho más personal.

Seguramente sí. Es un libro que no existiría si no fuese por la pandemia. Durante muchos meses tuvimos que ver cómo la vida se había paralizado. Sentía esa necesidad y ese impulso de marcharme y lo hice escribiendo, haciendo este viaje tan personal. Entonces hay de mí más de lo que me hubiese gustado contar.

Defiende que hasta ahora las mujeres apenas habían sido sujeto de las historias de la historia. ¿Percibe que esta situación está cambiando?

Poco a poco se empieza a reconocer el legado de distintas mujeres en distintos campos, pero aún falta mucho. Falta que estas mujeres tan notables vayan a los libros de texto, donde mayoritariamente aparecen hombres.

La gran asignatura pendiente que tienen los ministros de Educación, da lo mismo del color que sean, porque los hemos tenido de todos pero todos han suspendido esa asignatura de incorporar a las mujeres destacadas a los libros de texto: grandes poetisas, políticas, filósofas, astrónomas, matemáticas… Hay que incorporar a todas esas mujeres que han dejado una huella y cuyo legado es desconocido.

¿Y siente que se avanza?

Se ha avanzado, pero no lo suficiente. Las mujeres todavía tenemos techos de cristal. Vas a una redacción y mayoritariamente hay mujeres, pero en el despacho del director… Hay muy pocas mujeres que dirigen medios de comunicación, hay muy pocas mujeres que presiden entidades bancarias, hay muy pocas mujeres que son jefe de servicio en los grandes hospitales… Todavía tenemos un techo que romper: llegar al salón de mando, pero donde tengamos nosotras todos los mandos.