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Feminismo y sindicalismo en el Ateneo


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El 26 de abril pasado la Sección de Filosofía del Ateneo y la Agrupación Ateneísta Agustín de Argüelles, organizaron una Mesa redonda sobre Feminismo y sindicalismo, coordinada por Antonio Chazarra, Presidente de la Sección de Filosofía, introducida por José Antonio García Regueiro, Presidente de la Agrupación Agustín Argüelles, y presentada por el periodista Luis de Benito. Formaron la mesa Rosa Moreno, Ana Sánchez de la Coba y Laura Muñoz Ibáñez.

En su introducción, José Antonio García Regueiro, recordó la figura de Simone de Beauvoir, como clave de todo un sistema de reivindicaciones de las mujeres con una concepción ilustrada fundada en la ciudadanía. La obra de Beauvoir es, en síntesis, la tradición del feminismo ilustrado que tuvo su impulso en el movimiento sufragista. Por ello, las líderes del neofeminismo del siglo XX se autodenominaron "hijas de Beauvoir", esto es, herederas del feminismo existencialista de Simone de Beauvoir, que rechaza la esencia anodina y reivindica la "existencia", la cual da a la mujer la facultad de proyectar su vida aunque se la llame el "segundo sexo", rechazando así la dominación machista y la injusticia patriarcal.

Rosa María Moreno Rodríguez, ingresó en Renfe, ahora Adif, en 1987, con la categoría de Especialista de Estaciones. Se afilió a UGT en 1985, y a partir de 1987 pasó a participar de forma activa en el mundo sindical del ámbito ferroviario. En el año 2005 pasó a formar parte de la Comisión Ejecutiva de la Federación de Transportes, Comunicación y Mar como Sª de Organización. En el año 2016 salió elegida como Sª de Organización de UGT Madrid, cargo que sigue ocupando actualmente.

Recordó que en la Asamblea Constituyente de 1931 las mujeres salieron elegidas como diputadas por primera vez pero aún no tenían el derecho al voto. Fueron Clara Campoamor, Victoria Kent y Margarita Nelken. Clara Campoamor impulsó la Unión Republicana Femenina para promover campañas a favor del sufragio femenino. Kent se negaba a dar el voto a la mujer porque consideraba que mayoritariamente estaba sometida al clero y por ello daría el voto a la derecha. Campoamor por el contrario defendía el voto femenino, postura que finalmente ganó, de forma que el 1 de octubre de 1931, tras el citado debate entre Clara Campoamor y Victoria Kent, se aprobó la ley que permitía votar a las mujeres, con 161 a favor y 121 en contra. Fue incluido en el artículo 36 de la nueva Constitución y en 1933 pudieron votar.

Ana Sánchez de la Coba, trabajadora de la Comunidad de Madrid desde 1989, estudió Psicología en la UAM, donde se especializó en Psicología Clínica y Psicomotricidad. En el año 2002 fue nombrada Consejera delegada en el IMEP (escuela de Formación), en el 2006 miembro de la Ejecutiva de UGT Madrid y durante los últimos nueve años ha sido la Secretaria de Igualdad. Actualmente está vinculada al movimiento feminista como miembro de la Ejecutiva del Consejo de las Mujeres del Municipio de Madrid y del Foro contra las Violencias hacia las Mujeres de Madrid.

Explicó que el "movimiento feminista y el feminismo de la igualdad" es un movimiento de izquierdas y anticapitalista, pues el capitalismo es el que crea los roles de los distintos grupos y, además, lo hace de manera piramidal, de forma que vale más el que más tiene. Otro concepto que es bueno aclarar y que debe transmitirse al resto de los trabajadores es el concepto de sindicalismo de clase, pues UGT es un sindicato de clase, no corporativista. UGT apuesta por un modelo social y laboral que implica mayor justicia e igualdad. El origen del sindicalismo de clase está en la izquierda, especialmente en UGT. Un sindicato de clase es una organización de trabajadores que busca ante todo defender los derechos y las condiciones laborales de los trabajadores, y ese es el gran valor de UGT, y subrayó que a ese gran valor de UGT contribuyen de forma decisiva las mujeres.

Laura Muñoz Ibáñez, es Licenciada en Pedagogía por la Universidad Complutense de Madrid y empleada pública desde 1995, dónde ejerció como educadora social en centros de protección de menores durante más de una década. Comenzó su actividad sindical en este ámbito, primero como delegada y más tarde como responsable durante seis años en la sección sindical de UGT del Instituto Madrileño del menor y la familia. En 2013 fue elegida en el Congreso de la Federación Madrileña de los Servicios Públicos como Secretaria de Administración Autonómica, siendo desde ese momento la máxima responsable de la negociación colectiva y de la mejora de las condiciones laborales de más de 30.000 empleados y empleadas públicas de la Comunidad de Madrid. Desde hace apenas un mes es la nueva Secretaria de Mujer, Igualdad y Movimientos Ciudadanos de UGT Madrid.

Propuso reflexionar sobre si la UGT también debe denominarse y considerarse la Unión General de las Trabajadoras. Recordó que las mujeres sindicalistas desde el principio se han dado contra el mismo muro, en concreto con el despropósito de que sus legítimas reivindicaciones para la mujer suelen encontrarse relegadas por otros problemas laborales y sociales que los hombres consideran prioritarios. Las mujeres en su conjunto y las sindicalistas especialmente necesitan una genealogía, razón por la cual dijo que la había encantado que sus dos compañeras hubieran mencionado a tantas compañeras borradas por el machismo, pues como dijo Amelia Valcárcel viene bien un poco de ética; ella añade que viene bien ética feminista sindical para saber de dónde venimos y las dificultades que hemos atravesado. Esto nos permitirá conocer mejor el pasado, comprender el presente y abordar el futuro.

Ex Letrado del Tribunal Constitucional.