La vergüenza de unas cifras. El machismo mata
Otelo entra en su alcoba, donde le espera Desdémona, y acaba con su vida, pese a que ella vuelve a proclamar su inocencia.
- Publicado en Tribuna Libre
Artista multidisciplinar, comisaria independiente, gestora cultural y directora de cursos de arte.
Premio ARTE Y CULTURA 2019 en la XII edición de los premios PARTICIPANDO CREAMOS ESPACIO DE IGUALDAD.
Colabora con el Blog MUJERES de EL PAÍS, Huffington Post y en TRIBUNA FEMINISTA.
Sitio web: www.conchamayordomo.com
Otelo entra en su alcoba, donde le espera Desdémona, y acaba con su vida, pese a que ella vuelve a proclamar su inocencia.
Si a día de hoy sigue siendo dificultoso poner en valor el trabajo que las mujeres artistas han desarrollado a través de la historia, existe un momento histórico en el que esa labor se hace casi imposible, se trata de las artistas del medievo. Pese a que es sabido que las mujeres eran admitidas en la mayoría de los gremios de oficio y a que su adhesión no daba automáticamente el derecho de ser aprendiz, es cierto que su participación activa, en mayor o menor medida, no se contempla, teniendo que recurrir en muchos casos a la tradición oral o a las leyendas para poderlas descubrir.
La historia que relaciona a la escultora norteamericana Anna Vaughn Hyatt Huntington y España es una de las más desconocidas. Baste decir que muy pocas personas saben que es la autora del grupo escultórico `Los portadores de antorcha´ de 1955, que es la imagen icónica de la Ciudad Universitaria y por extensión de la Universidad Complutense de Madrid.
`Le Lever de la Bonne´ es el título de una pintura que en castellano se tradujo por `El despertar de la criada´. Una obra realizada en 1887 por el artista argentino Eduardo Sívori, pintada expresamente para ser presentada en el Salón Anual de París, donde ocupó un lugar destacado.
Nacer en el seno de una familia de artistas es un arma de doble filo, también lo es haber tenido un padre con gran reconocimiento profesional y buena prueba de ello es la triste historia de Carlota Rosales Martínez de Pedrosa.
Durante siglos era habitual que los artistas aprendieran el oficio en los talleres de renombrados maestros. La casa familiar se convertía en taller, por lo que los miembros de la familia compartían su vida con ayudantes y aprendices. Dada esa convivencia, no era extraño que los jóvenes se casaran con las hijas de sus maestros. Las mujeres de la casa colaboraban también en el taller, dependiendo de las necesidades que iban surgiendo y de sus cualidades artísticas, pero, sobre todo, debían contar con el permiso previo de su padre o marido para poder realizar su vocación.
Existen mujeres cuyo paso por el mundo deja una profunda huella, una marca que es la base para que las siguientes generaciones sigan la senda de esas pisadas, cuyas improntas pueden ser fuertes, leves, temblorosas o llenas de determinación, tal y como sus vidas fueron. Sin los nombres de esas mujeres este país no sería el mismo, porque cabe recordar que el movimiento feminista y su lucha en España ha sido recientemente valorado como uno de los más importantes a nivel global.
Entre las cifras que diariamente nos sacuden como un látigo invisible, destacan de manera muy notoria las referidas a los fallecimientos de personas mal llamadas “mayores”, es decir las que tienen más de 70 años. Mujeres y hombres que han pasado con cuentagotas en las unidades de cuidados intensivos, dando por admitida esa ley no escrita del valor de la vida.
Hace unos días se clausuró en Madrid la exposición fotográfica del artista Javier Morales del Pino, con el título YIBUTI, RETRATO DE UN PEQUEÑO PAÍS.
Nadie duda que en este país vivir del arte es casi una misión imposible, pero la creación artística es un bastión en donde refugiarse de la cotidianidad de la que apenas pueden prescindir algunas mujeres y hombres, que lo viven de manera intensa, que no pierden la esperanza de que algún día sea factible, y no sólo por medio de la docencia.
En 1532 en Cremona nació Sofonisba Anguissola y sólo veinte años más tarde lo hizo Lavinia Fontana en Bolonia, el paralelismo entre estas dos grandes pintoras fue una constante en sus vidas. No es fácil encontrar firmas de mujer en las colecciones de los grandes museos y menos en las salas correspondientes al siglo XVI y en esa curiosa circunstancia también coinciden estas dos italianas.
El próximo 25 de noviembre es el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, en el que se conmemora el violento asesinato, a manos de sicarios del dictador Rafael Leónidas Trujillo, de las hermanas Mirabal “Las Mariposas” ocurrido en la República Dominicana en el año 1960. Minerva tenía 26 años, Patria 30 y María Teresa 36.
Está demostrado que el arte en general y la música en particular, hacen aflorar las emociones, y esto es debido sin duda al vínculo sobre los recuerdos y las vivencias. La música es una de las últimas conexiones con la realidad que tienen las personas enfermas de alzhéimer y que ese paliativo contribuye a mejorar su estado, de ahí la importancia de la musicoterapia en esta enfermedad. La música está presente en todas las culturas, épocas y clases sociales, y también en todas las etapas de la vida, desde las canciones de cuna hasta la música fúnebre.