El Museo del Prado, una de las pinacotecas más importantes de Europa -si no la más-, expone 1.160 pinturas. Destacan las colecciones de Velázquez, El Greco, Goya, Tiziano, Rubens, El Bosco, Murillo, Ribera, Zurbarán, Tintoretto o Van Dyck. Diferentes estilos, diferentes épocas, diversas temáticas y técnicas. Pero dentro de esta enorme colección una constante se repite: Es una selección abrumadoramente masculina en la que sólo seis de las obras expuestas son de pintoras. Las elegidas son: Sofonisba Anguissola (1535-1625), la más representada con tres obras; Clara Peeters (1589-1621), con dos cuadros expuestos; y Aremisia Gentileschi (1593-1654), con su Nacimiento de San Juan Bautista (1635). Frente a ello, 240 de los cuadros son desnudos femeninos. Protagonistas, sí, pero como objetos que admirar.