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Gritemos cuando amordazan la voz del Parlamento


(Tiempo de lectura: 1 - 2 minutos)

La decisión inmoral e ilegal del Tribunal Constitucional, suspendiendo una votación que le afecta en el Senado, ataca la dignidad de la DEMOCRACIA y amordaza ilegalmente la voz del Parlamento. Y lo hace de la mano del PP que viene incumpliendo la Constitución al impedir durante años la renovación obligada del TC y del CGPJ.

Para superar esta grave Crisis de Estado, debemos actuar de inmediato en defensa de la Democracia, utilizando los procedimientos legislativos correctos para retomar y aprobar, con las mayores garantías, las reformas legales necesarias que proponga el Gobierno de Coalición.

Por otra parte, en una situación de tanta crispación que hace irrespirable el clima de la vida política en España y que ahonda en la desafección política de la ciudadanía, no podemos caer en ninguna provocación ultra sino actuar con calma pero sin dudas en defensa del Estado de Derecho.

Por cierto, como diputado NO voté en noviembre de 2021 al Sr. Enrique ARNALDO para el puesto de magistrado del Tribunal Constitucional -a propuesta del PP- por considerar que no se garantizaba su imparcialidad e independencia en el desarrollo de sus funciones en el alto Tribunal. Sin embargo, al intentar ser coherente con mis convicciones democráticas, recibí una sanción económica de mi grupo por romper la DISCIPLINA y pasé al banquillo de suplentes aun siendo Portavoz en la Comisión Constitucional del Congreso en representación del Grupo Parlamentario Socialista.

Arnaldo ha servido a los intereses del PP, como me cansé de advertir entonces, al actuar ayer como Ponente del Tribunal. Arnaldo ha actuado como el ideólogo jurídico del PP que ha informado con descaro a favor de la suspensión de la votación en Las Cortes sobre las reformas propuestas por el Gobierno. Reformas referidas a la renovación del TC y del CGPJ que cuentan con “magistrados caducados”.

Sigue siendo una asignatura pendiente el poner fin, de una vez, a un reparto de cuotas absolutamente partidistas. La regeneración democrática nos exige garantizar la independencia de criterio en sus funciones de todas las mujeres y hombres que sean examinados de verdad y nombrados por el PARLAMENTO para formar parte de los diferentes órganos constitucionales.

No puede haber vértigo porque lo anterior es la raíz del problema. Cambiar sería la manera de consagrar la separación de poderes y mejorar la calidad de nuestra Democracia. Todo ello, en tiempos de una pandemia trumpista que amenaza también a España.

 

Ex Diputado del PSOE por Gipuzkoa y ex Alcalde de San Sebastián.