El Foro de Davos, los tanques para Ucrania y el nuevo orden mundial
- Escrito por José Luis Centella
- Publicado en Opinión
El Foro Económico Mundial, más conocido como Foro de Davos, reunió hace unos días a una amplia representación política y empresarial de todo el planeta en la ciudad suiza. De una manera u otra participaron 52 jefes de Estado y de gobierno, casi un centenar de ministros/as, 19 gobernadoras/es de bancos estatales, además de los/as máximos responsables del Fondo Monetario Internacional (FMI), la Organización Mundial del Comercio (OMC) y decenas de representantes de las principales empresas mundiales.
Mientras el debate principal sobre la guerra en Ucrania se centra torticeramente en saber cómo, cuándo y cuántos tanques ‘Leopard’, ‘Abrams’ o de no se sabe cuántos tipos más enviar, hay quienes planteamos con fuerza a todas las partes implicadas que nadie está en condiciones de ganar militarmente este conflicto
Están superados los tiempos en que las cuestiones que allí se debatían y aprobaban se aplicaban luego rigurosamente, pero no hay duda de que este encuentro aún conserva una gran importancia por el poder de sus participantes. En esta última edición su objetivo ‘oficial’ se ha centrado en buscar fórmulas para evitar una recesión, pero la realidad es que su verdadero interés ha estado en recuperar la confianza en un orden internacional hegemonizado por el sistema capitalista y en las instituciones que lo referencian: el FMI y el Banco Mundial.
Al margen de que en Davos, una vez más, faltaran opiniones de fuerzas sociales y sindicales, la reunión constató el fracaso de la imposición de ese orden internacional de carácter unipolar, dirigido a certificar tanto la ‘muerte de las ideologías’ como la consolidación de un ‘pensamiento único’ construido a partir de los valores neoliberales en lo social, económico y cultural.
Desde esta perspectiva, la disyuntiva que hoy se plantea estaría centrada en la confrontación entre quienes apuestan por un orden multipolar, que permita enfocar de una manera común la resolución de los conflictos que afectan a la Humanidad, y quienes tratan de ahondar en el regreso a la Guerra Fría, con un planeta dividido en bloques desconectados y enfrentados.
De Davos no han salido propuestas para resolver esta disyuntiva en favor de los defensores de un futuro de paz y progreso, en armonía con la naturaleza, que tenga como punto de partida a corto plazo acabar con la guerra de Ucrania. Este conflicto bélico está siendo el mejor caldo de cultivo para los intereses de quienes buscan precisamente llevar al mundo a esa Guerra Fría.
La negativa de la organización del Foro Económico Mundial a la participación de representantes políticos o económicos de Rusia es una toma de posición en favor de quienes están empeñados en una salida militar a la guerra. Es otro capítulo más de que el intento hegemónico de los discursos va en la línea que marca la directiva de seguridad de EE UU aprobada por la Administración de Joe Biden. Ésta plantea la necesidad de ir a una confrontación directa con los Estados que define como ‘enemigos sistémicos’, fundamentalmente China, y que los planteamientos mayoritarios deben ir en la línea de un reagrupamiento de fuerzas que no admite matices, ni posiciones intermedias.
Mientras el debate principal sobre la guerra en Ucrania se centra torticeramente en saber cómo, cuándo y cuántos tanques ‘Leopard’, ‘Abrams’ o de no se sabe cuántos tipos más enviar, hay quienes planteamos con fuerza a todas las partes implicadas que nadie está en condiciones de ganar militarmente este conflicto. Es necesario abandonar la continua escalada armamentística y buscar de forma real y decidida una salida negociada, basada en el reconocimiento de la seguridad nacional de todos los Estados de la región, desde el respeto a la legalidad internacional en el marco de las Naciones Unidas.
Hay que parar a quienes, siendo conscientes de que la salida militar es inviable, aprovechan la continuidad del conflicto bélico para frenar el avance hacia un orden internacional multipolar. Hay que levantar la bandera de la necesidad de construir un modelo de seguridad global, no militarista, basado en recuperar los principios de la Carta Fundacional de las Naciones Unidas.
José Luis Centella
Responsable federal de la Conferencia Interparlamentaria de Izquierda Unida y presidente del Partido Comunista de España (PCE), partido del que ha sido secretario general entre 2009 y 2018. Maestro de profesión, fue concejal en el Ayuntamiento de la localidad malagueña de Benalmádena, provincia donde inició su actividad política y por la que fue elegido diputado al Congreso en 1993, 1996 y 2000. En la X Legislatura (2011-2015) volvió a la Cámara Baja como diputado por Sevilla, ocupando la portavocía del Grupo Parlamentario de IU, ICV-EUiA, CHA-La Izquierda Plural.
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