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Begoña Villacís: Fouché cabalga el PP


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“El ex físico estudia primero el paralelogramo de las fuerzas”. Así define Stefan Zweig al canónico ejemplo de la subsistencia en “Fouché, el genio tenebroso”, analizada su vida de oficio público de primer orden en tres regímenes de la Francia del XVIII y XIX.

La mesura de las potencialidades en situaciones políticas diferentes las unas de las otras es la piedra de toque que desmenuza las crisis y las mudanzas de realidades. Aun salvando las distancias físicas e históricas, esta habilidad es propia de muchos epígonos del carácter taimado del ministro en tantas administraciones francesas.

En la cercanía de la actualidad inmediata está el caso de Begoña Villacís, quien atraviesa en este momento una etapa de su vida pública en que las enseñanzas de Fouché pudieran ser de utilidad en beneficio de la flotación una vez sobrevenida la agitación de fuerzas políticas en curso. Esta agitación deriva en la necesidad de subvertir lo que parecían inamovibles y testarudas posiciones para dar paso a novedades que transgreden o alteran lo que no parecía de ningún modo posible.

Villacís abandona el ejercicio de la abogacía en un televisivamente publicitado despacho para abanderar la candidatura municipal de Madrid por el partido Ciudadanos cuando los vientos eran más favorables para los presuntamente liberales cuya antorcha empuñaba Albert Rivera. Desde 2015 a 2019, en que renueva su capitanía a la aspiración municipal de CS por la capital de España, Villacís despliega sus apariciones con mayor frecuencia hasta convertirse en habitual de la cúpula del partido emergente como alternativa al bipartidismo.

Su parecido a la mujer del príncipe Harry de Inglaterra, diversa en procedencia racial, étnica y de apego circunstancial a la monarquía, le concedía de propina adicional un aporte proteínico de especial magnitud para el codeo con la clave de bóveda de la formación entonces de moda. Y precisamente ahí, en la investidura de Almeida como alcalde, con 107 mil votos menos que la candidata Manuela Carmena, en 2019, exhibe el fenotipo y su conjunto de demostración pública más “Fouché”.

Inclina la balanza hacia un desconocido con acepción negativa contra un peso pesado de contrastada autoridad como Carmena, sin concesión alguna al peso de la extravagancia de hacer lo mismo que Vox. La suma de los votos de los elegidos por PP, Vox y CS, denigra a una figura vestal de la familiaridad municipal y de la lucha por las libertades en su versión históricamente arriesgada.

CS hace lo propio con el empujón autonómico a Ayuso, cuya biografía era de una ligereza extraordinaria. Este comportamiento desleal con la aritmética y con la historia no es otro que el ambientado en la esfera nacional, cuando Rivera obtiene, en abril de 2019, los 57 escaños con los que planeaba quebrar el pulso del Sánchez ganador de las elecciones.

La repetición de comicios fue el momento en que el electorado provocó un movimiento “pirueta” para arrumbar las fantasías en que vivía una corriente insustancial y falsamente alternativa. El Partido Popular no requería de mixtificaciones por su lado central y moderado y CS suponía una yuxtaposición de lo ya inventado y con sello de denominación de origen.

Nada que ver con Vox, que desea una desaparición del PP para acudir al registro civil con nombre y apellidos de procedencia y raigambre de otros tiempos. Pero ahora se asiste a otro momento “Fouché”. Por ejemplo, qué hacer con Begoña Villacís, dónde se recoloca, en qué banquillo se resguarda cuando la ventisca, dónde ejercita los músculos ideológicos y transversales.

Lo que fue euforia en el PP cuando en 2019 se advirtió que la suma salía y se dibujaban las emocionadas caras de Almeida al saberse alcalde con la venia de Villacís, ahora se convierte en permanente discordia y neuralgia de trigémino en el mismo PP, que reconvierte en mohínes de guerra entre la dirección de Génova y la puerta del Sol, donde habita Ayuso y su alteridad sustantiva, Miguel Ángel Rodríguez.

Villacís como entendimiento del conflicto ente iguales. Alfombra en Génova y foso de cocodrilos en la puerta del Sol, Madrid, rompeolas de todas las Españas.

 

Periodista (Ciencias de la Información, Univ. Complutense de Madrid), colaborador en distintas cabeceras (Diario 16, El País, Época, El Independiente, Diario de Alcalá), miembro del Patronato de la Fundación Diario Madrid.

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