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La unidad de la izquierda, eje del homenaje a Santiago Carrillo en CCOO


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Santiago Carrillo. Santiago Carrillo.

La necesaria unidad de la izquierda fue este sábado el anhelo más extendido entre los cerca de seiscientos asistentes al homenaje tributado a Santiago Carrillo Solares, líder comunista español, en la sede de Comisiones Obreras de Madrid. Militantes y simpatizantes del PCE y del sindicato anfitrión acudieron con esa esperanza a una velada cargada de emoción, nostalgia y esperanza. Para evitar proyecciones preelectorales parciales e indeseadas, se prescindió de invitaciones oficiales a formaciones políticas, según fuentes de la organización.

La vida y la obra política del dirigente comunista asturiano, (Gijón, 1915-Madrid, 2012) así como sus principales aportaciones ideo- políticas, fueron glosadas por una decena de intervinientes que resaltaron sus contribuciones, las del PCE y Comisiones Obreras, a la consecución de las libertades democráticas secuestradas durante cuatro décadas por el franquismo. El homenaje venía anunciado por un cartel con la efigie fotográfica de Santiago Carrillo con su inconfundible cigarrillo en la mano izquierda bajo la cual figuraba una frase suya en la que cabía leer: “El capitalismo puede llegar a destruir la especie humana”.

Centenares de militantes políticos y sindicalistas de ambos sexos, en su mayoría de avanzada edad, llenaban el anfiteatro de la central sindical madrileña que lleva el nombre del histórico líder sindical, Marcelino Camacho, que comparecía junto a Carrillo en alguna de las fotografías de la secuencia exhibida sobre el escenario relativas a la vida y las relaciones del homenajeado, Tal era el caso de las que le retrataban junto a Enrico Berlinguer, Dolores Ibarruri, Rafael Alberti, Manuel Vázquez Montalbán, la letrada Belén Piniés, la actriz Amparo Baró o Domingo Malagón, entre muchas otras personas.

Clandestinidad

Fue Malagón el artista que, por su compromiso político y en plena clandestinidad vital durante décadas, se convertiría en genial falsificador de los numerosos documentos que el PCE empleó para permitirle a él y a cientos de militantes comunistas cruzar la frontera franco-española y burlar a la Policía franquista sin un solo error en los documentos que con enorme soltura para ellos Malagón ideaba. Así, una secuencia documental mostraba a los asistentes al homenaje distintos carnés de identidad de Santiago Carrillo, con nombres tan curiosos como Simón Garnica, arquitecto, domiciliado en Goya 42 de Madrid; o André Louis Etienne Bonhome o Jacques Giscard, entre otros. Igualmente figuraban los documentos de identidad de sus hijos, con las identidades supuestas de José y Jorge Alonso Menéndez, en realidad José y Jorge Carrillo Menéndez, presentes ayer en el homenaje, junto a su hermano mayor, Santiago Carrillo Menéndez y toda su familia.

Con canciones como “Volvemos a Madrid”, interpretada por Ana Belén; “Canto a la libertad”, de José Antonio Labordeta; “Al alba”, de Rosa León o “Mi querida España”, de Cecilia, los asistentes tomaron asiento.

Abrió el fuego de las intervenciones un video del juez Baltasar Garzón que, desde Buenos Aires, donde participaba en la Marcha por la memoria, definió a Santiago Carrillo como “el político más honesto de cuantos he conocido en toda mi vida” y lo consideró “el referente que la izquierda en su conjunto deberá tener en cuenta siempre”. Paloma López, líder de Comisiones Obreras de Madrid, la organización anfitriona cuyo Secretario General estatal, Unai Sordo, figuraba entre los asistentes, calificó a Santiago Carrillo como “figura clave de la historia contemporánea de España de la que fue protagonista indiscutible”. Trazo después un hilo conductor entre su figura, el PCE y Comisiones Obreras, para subrayar luego que “el hecho de que la soberanía nacional resida en el pueblo español, como figura en la Constitución de 1978, es el principal logro de las luchas por la democracia, que no fue ningún regalo envuelto en papel de celofán, sino fruto de la lucha de masas dirigida por los trabajadores y trabajadoras”.

El actor Alberto Gómez Taboada revivió escenas de la vida de Santiago Carrillo, entre las que resaltó la fusión por él protagonizada entre las Juventudes Socialistas y Comunistas en la JSU, “la primera organización de este tipo registrada en la escena política mundial” y sucesivos hechos del compromiso político del líder comunista, como la revolución de 1934 en su Asturias natal. En un evocador recuerdo a la figura del dirigente histórico comunista José Díaz, el actor recogió una frase de Carrillo sobre él en la que, premonitoriamente, identificaba la lucha por la democracia con la lucha por el socialismo.

Ignacio Latierro, dirigente histórico del PC de Euskadi, centró su intervención en la política de Reconciliación Nacional promovida por Santiago Carrillo tras confirmar que a la sazón, 1955, tras el fin de la lucha guerrillera y el de la Segunda Guerra Mundial, “se había esfumado la esperanza en el derrocamiento de Franco”. Y prosiguió: “con el manifiesto estudiantil antifranquista suscrito por hijos de vencedores e hijos de vencidos de la Guerra Civil, erradicado el odio y abierta la salida del ámbito de la intolerancia, aquella política de reconciliación se abrió paso al igual que el respeto a la legalidad democrática”. Puso luego el énfasis, autocrítico, en la ulterior competencia entre el PCE, que acuñó la consigna Socialismo en libertad, frente al PSOE, que desplegó Socialismo es Libertad, y remarcó el surgimiento del eurocomunismo y a legalización del PCE como “piezas claves” de la Transición a la democracia, no sin haber hecho referencia a que la primera manifestación pública contra los asesinatos de ETA fue organizada por el PC de Euskadi en Portugalete.

Contra la descomunistización de Comisiones

A continuación, tomó la palabra Julián Ariza, destacado líder sindical de Comisiones Obreras, que denunció sucesivos intentos, saldados sin éxito, por “descomunistizar Comisiones Obreras” así como aquellos otros orientados a anteponer el surgimiento de CCOO a la decisiva impronta del PCE. “Antes, tan sólo hubo comisiones efímeras, en alguna de las cuales figuré yo mismo”, aseguró. “Comisiones Obreras surgió en el cascarón del sindicato vertical franquista y se erigió en sindicato de clase”, agregó Ariza, para evaluar el entrismo así aplicado y puso de relieve “la importancia decisiva del PCE al brindar su infraestructura clandestina para vertebrar las distintas comisiones obreras esparcidas a lo largo del país”.

Fue precisamente en la presentación de las memorias de Julián Ariza, en octubre pasado, cuando surgió la idea de homenajear a Santiago Carrillo, homenaje que integrantes del equipo organizador, como Elena Mullor, Pedro Delgado, Manuela Temporelli, Federico Sancha, José María Huetos, María Rodríguez y Daniel Rubio, se proponen ampliar al ámbito institucional en 2025, implicando en él a instituciones cívicas, gubernamentales y estatales. En este caso y “por tratarse de fechas casi preelectorales, no se ha querido invitar a representantes de partidos políticos”. El Secretario General del sindicato UGT, Pepe Álvarez, que había sido invitado, excusó su asistencia, si bien sindicalistas de distintas organizaciones y políticos comunistas como Víctor Díaz Cardiel, Luis Pérez Lara y el Embajador Carlos Alonso Zaldívar, o los periodistas Marcel Camacho y Eric Juliana, estaban presentes en el acto de homenaje a Santiago Carrillo, en el que se evocó, asimismo, la figura de Dolores Ibarruri, (Gallarta, 1895-Madrid 1989) en la voz de la actriz Violeta Pérez. Hija de mineros pobres “ya que, con 170 días de lluvia al año en el País Vasco, días en los que los mineros no podían trabajar, el salario resultaba miserable”, Ibarruri afrontó una vida de privaciones, con seis hijos, nacida ella a las filas de la Revolución en la huelga general de 1917. “Desde la Semana Santa del año siguiente, comenzó a firmar con el seudónimo de Pasionaria” y timbraría con él su trayectoria política organizando la solidaridad en torno a las familias obreras diezmadas y represaliadas durante la Revolución de Asturias de 1934, mediante la recogida de decenas de huérfanos e hijos de los torturados por la represión militar y policial con la que aquel levantamiento obrero sería cercenado.

Trabajo y Cultura

Para el escritor Manuel Rico Rego, “otro de los vectores más característicos de la contribución ideo-política de Santiago Carrillo a la conquista de la democracia y las libertades en España lo sería la denominada Alianza de las Fuerzas del Trabajo y de la Cultura”. Con ella aunó, organizó y dio sentido a la lucha antifranquista en medios intelectuales, universitarios y artísticos. Evocó las figuras señeras de Juan Antonio Bardem, Armando López Salinas o “Blas de Otero que, en Madrid, en la plaza de Toros de Las Ventas, recibió en junio de 1979 un homenaje póstumo con una asistencia cifrada en 30.000 personas”.

La intervención de Manuel Rico fue seguida por la de Tina Guillén, una de las fundadoras del Movimiento Democrático de Mujeres, inspirado por el PCE, que definió el verdadero feminismo como el resultado de la fusión de “la lucha antifranquista por la democracia y la lucha por la emancipación de la mujer”. Recordó las adversas condiciones en las que estas luchas se desarrollaron por la postración social, económica y humana contra la que las mujeres valientemente lucharon, en demanda además de la amnistía y las libertades, al tiempo que destacaba las acciones desplegadas en el apoyo a las presas y presos políticos, contra la penalizacion del adulterio y el aborto, así como con la divulgación de pautas de educación sexual que incluso en las filas de la izquierda causaban suspicacias. “Feminismo y democracia son dos caras de la misma moneda” afirmó Tina Guillén.

Para Ángel Mullor, economista, periodista y estrecho colaborador de Santiago Carrillo, “la capacidad de movilización del PCE más la solvencia teórica de sus dirigentes, otorgó al partido de los comunistas la hegemonía en la lucha por las libertades y la democracia”. Admitió Mullor la adversidad de los primeros resultados electorales en función de “décadas de incesante anticomunismo aventado por el régimen franquista y por el temor de buena parte de la ciudadanía a una reacción de sectores ultras del Ejército”. Se refirió a los numerosos viajes realizados por Santiago Carrillo al extranjero, en uno de los cuales, concretamente en Rumanía, “recibió un mensaje del rey Juan Carlos por medio de Nicolae Ceacescu”, y destacó cómo se lograron convocar, “en plena clandestinidad, ruedas de Prensa de Santiago Carrillo con la presencia de hasta 70 periodistas sin que se filtrara su presencia a la Policía”. Se refirió a la detención policial y a la permanencia del líder comunista durante ocho días en la prisión de Carabanchel para ser puesto en libertad, apenas semanas antes del asesinato de los abogados laboralistas y vecinales del despacho de Atocha, en enero de 1977, cita que fue evocada por el público con un prolongado aplauso. Aquella irrupción de masas en las calles de Madrid, durante el entierro de los abogados comunistas “llevó al Gobierno a la convicción de que mantener la ilegalización del PCE resultaba insostenible”, explicó.

“Unidad, lo que hubiera deseado Santiago”

Adolfo Piñedo, estrechamente vinculado al dirigente homenajeado, explicó el contenido y alcance del eurocomunismo, del cual Santiago Carrillo sería principal adalid junto con el líder del PC italiano, Enrico Berlinguer. Piñedo preconizó la necesidad de la unidad de la izquierda, para la cual pidió el apoyo de todas las fuerzas democráticas ya que “luchar por la izquierda y su unidad es lo que hubiera deseado Santiago”. Asimismo, alertó sobre el peligro del auge de la extrema derecha, no sólo a nivel español, sino a escala europea y mundial”. Criticó acto seguido a Ramón Tamames y se refirió al nacionalismo reaccionario ruso como desencadente de la guerra en Ucrania. Juan Ignacio Marín abordó los Pactos de la Moncloa alentados por Carrillo y por Adolfo Suárez, que calificó como “el más importante pacto socio-político de la España contemporánea, porque nunca se consiguió tanto como entonces en cuanto a derechos y salarios”.

Cerró el acto Santiago Carrillo Menéndez, hijo mayor del histórico líder de los comunistas españoles, quien, tras agradecer la organización y la asistencia al homenaje a su padre, glosó algunos aspectos de su vida, reafirmo la necesidad de la unidad de la izquierda y remarcó que los comunistas “no nos rendiremos nunca”, como en su día evocó durante el sepelio de su padre en 2012. La proyección de un video biográfico del líder dio paso al canto de La Internacional con el que el acto concluyó.

“Me siento orgulloso de haber pertenecido a un partido como el comunista, para el que la organización es vital”. Y añade, “así lo ha demostrado en este homenaje a nuestro camarada Santiago”, dice Antonio, obrero de la construcción jubilado, cuando abandonaba ufano la sede sindical madrileña.

 

Rafael Fraguas (1949) es madrileño. Dirigente estudiantil antifranquista, estudió Ciencias Políticas en la UCM; es sociólogo y Doctor en Sociología con una tesis sobre el Secreto de Estado. Periodista desde 1974 y miembro de la Redacción fundacional del diario El País, fue enviado especial al África Negra y Oriente Medio. Analista internacional del diario El Espectador de Bogotá, dirigió la Revista Diálogo Iberoamericano. Vicepresidente Internacional de Reporters sans Frontières y Secretario General de PSF, ha dado conferencias en América Central, Suramérica y Europa. Es docente y analista geopolítico, experto en organizaciones de Inteligencia, armas nucleares e Islam chií. Vive en Madrid.