Los vendedores de humo tóxico
- Escrito por Alberto Vila
- Publicado en Opinión
Son tiempos electorales. Tiempos de traiciones. De promesas a incumplir. De ilusiones a romper. Puro humo tóxico. Confiemos en que no nos arrastren a los bordes del abismo. Mientras tanto, sigo pensando en una cita atribuida a Bertolt Brecht: “El analfabeto político es tan burro que se enorgullece y ensancha el pecho diciendo que odia la política. No sabe que de su ignorancia plebeya nace la prostituta, el menor abandonado y el peor de todos los bandidos que es el político corrupto, mequetrefe y lacayo de las empresas nacionales y multinacionales.” Habrá que hacer pedagogía.
El nuevo Parlamento será la expresión más clara de una ciudadanía, que se resiste a seguir sumisa a los que demostraron su ineptitud, cuando no su mediocridad, escudándose en las meras formas o presuntos privilegios, adquiridos durante años. Este conglomerado de representantes, es la réplica más fiel de las aspiraciones de la mayoría de españoles. Son personas que representan a la Sociedad Civil, que traerán a las sesiones sus inquietudes, más que la obediencia sumisa de las instrucciones partidarias.
Es por ello que habrá discrepancias y mucho humo tóxico en los nuevos proyectos políticos, Sumar, por ejemplo. Tales dinámicas, deberían atender a la negociación más que a la imposición. A la búsqueda de consensos, más que a la doctrina del “yo gano, tú pierdes”. Esta sería la esencia de la nueva política. Frente a la del bipartidismo del “yo gano, tú pierdes”.
Se está confirmando que Yolanda Díaz es el gambito de Sánchez para desbancar a Podemos. La dirigencia de estos últimos aún cree en la honestidad. En el antiguo escenario, las Cortes, eran más bien el reflejo de lealtades y solidaridades, de mediocres huestes criadas en las profundidades de las sedes partidarias. Cofradías de silencios, de soslayar el tratamiento de la degradación general en las que, la España de esa vieja política, se había acomodado.
Mientras tanto, al parecer, España es un organismo que está al borde del colapso. En tanto, el equipo médico que debe afrontar la terapia discute acerca del color de sus batas. Si eso fuese así, la Sociedad Civil debería volver a movilizarse en la procura de su destino. Nos están engañando. Puro humo tóxico del marketing político. Sería bueno conocer la financiación de esa campaña. La corrupción y las cuestionables prácticas, que solapan la gestión de lo público con lo privado, aún sigue reinando en esta España que nos toca. También proyectos como “Chamartin”.
Las presiones sobre las diversas opciones son enormes, pero la contumacia de los jugadores congela la situación. Esperpento, es el calificativo para identificar a que intereses responden unos y otros. A luchas internas. A compromisos con los poderes económicos. A servidumbres personales que les atan las manos. La pulcritud sigue ausente y los negocios presentes. Mientras el Consejo General del Poder Judicial caducado perdura.
Cualquiera de estas causas u otras similares, desmienten para la dirigencia de los grandes protagonistas del bipartidismo, el atribuir sus actos al interés general del país. La realidad es más sórdida y mezquina. Sus honestos militantes y los ciudadanos en general, les reclamamos, al menos, la honestidad de que reconozcan sus miserias.
Este país conoce perfectamente el efecto que tiene la desmemoria. Es como cuando una comunidad sufre los efectos de la aculturización. Este concepto implica lo que a una persona puede ocurrirle, desconcierto y pérdida de espíritu crítico, si se le escamotea la memoria. Si no sabemos de dónde venimos, mal podemos valorar hacia dónde vamos. Si la mentira prevalece, estamos en esa vía. Si la solidaridad deja paso a la inequidad, ya nos han cambiado los valores. Ya nos “aculturizan”.
Los procesos de aculturizar a una comunidad, es decir, producir una desmemoria programada, es condición para imponer verdades inconsistentes. Vivimos en épocas de verdades proferidas desde el púlpito de los medios de comunicación y los foros del poder. Si los indicadores de pobreza son alarmantes. Se ocultan. Si Caritas España nos informa acerca de la gravedad de las condiciones de vida de vastos sectores de la población. Ucrania y Putin. Si el gobierno incumple el objetivo de recuperar libertades civiles. Ya se verá. Si la sanidad se desmantela y privatiza, lo denominan gestión público privada. Es decir, la inversión es pública y la gestión privada. Deuda para los ciudadanos. Beneficios para los concesionarios.
El coro mediático lo corrobora. La máquina del fango se asocia al PSOE quien, a su vez, veta junto a la derecha que se investiguen las operaciones de corrupción política, mediática, económica o de inteligencia, como Pegasus. La ciudadanía respira humo tóxico antidemocrático.
Estas advertida, persona que me lees.
Alberto Vila
Economista y analista político, experto en comunicación institucional.