Ecocidio en Doñana

El comisario le leyó la cartilla con contundencia al representante de una Administración pública embarcada en un grave delito de ecocidio contra el patrimonio de la Humanidad, perpetrado a cambio del puñado de votos de unos individuos que nos están robando a todos.

El correveidile enviado por Moreno Bonilla, por su parte, tuvo el cuajo de sostener ante los periodistas, a la salida de la reunión, que la infamia que la Junta andaluza está permitiendo en el Parque Nacional de Doñana y la ley autonómica consensuada con la extrema derecha que la amparará legalmente, habían merecido el respaldo de la Comisión Europea. Tamaña mentira obligó a la Comisión, es decir al Gobierno de la Unión Europea, a desmentirle casi minutos después mediante un durísimo comunicado, en el que se acusa a la Junta de Andalucía de "violación" de las leyes europeas sobre protección del medio ambiente.

Para la Junta, gobernada por el PP con el apoyo de Vox, el Parque Nacional de Doñana es solo un medio para hacerse con 5.000 ó 10.000 votos de agricultores ilegales, que le darían el gobierno de la Diputación provincial de Huelva y de media docena de ayuntamientos limítrofes con la reserva natural. La ley autonómica legaliza la ocupación y explotación por agricultores piratas de casi dos mil hectáreas de Doñana y de su entorno inmediato, y de mil doscientos pozos clandestinos que han saqueado y vaciado el acuífero del mayor humedal de Europa, desecando el Parque y poniendo en gravísimo riesgo su continuidad.

El Gobierno español, la Comisión Europea y la UNESCO han protestado reiteradamente ante la salvajada, a la que ya le han salido imitadores en otras regiones. Horas después de la reunión de Bruselas, el candidato del PP a la presidencia de la Junta de Castilla-La Mancha prometía aplicar "las mismas políticas que en Andalucía" en relación con los humedales de esa región y su explotación ilegal.

Lo de Doñana no es por tanto un hecho aislado: responde a la voluntad de la derecha neoliberal - con el apoyo de la extrema derecha - de explotar los recursos naturales hasta su extinción si es necesario, con tal de conseguir los votos necesarios para mantenerse en el poder o ampliarlo. Puro terrorismo medioambiental.

Lo que están destruyendo no es el mañana, sino el hoy mismo.