Francia no es país para catalanistas (y lo respetan)
- Escrito por Joaquim Pisa
- Publicado en Opinión
Los alcaldes de media docena de pequeños pueblos del Rosselló (Catalunya francesa) modificaron los reglamentos de los plenos municipales de sus poblaciones para poder intervenir en ellos en catalán. A fin de soslayar la legislación francesa, que considera el francés como única lengua del Estado en cualquiera de sus administraciones, los ingeniosos alcaldes traducían posteriormente sus intervenciones al idioma oficial. Es decir, los intervinientes tenían que soltar sus discursos dos veces, una en cada lengua.
La respuesta de las autoridades político-administrativas francesas fue llevar el caso al tribunal administrativo de Montpellier, que ha ordenado a las corporaciones municipales promotoras que se dejen de pamplinas y vuelvan a usar el francés como lengua fehaciente de expresión administrativa, según señala la Constitución francesa.
Los promotores de la iniciativa "en defensa de la lengua catalana" (en Francia, recuerden) interpretan ahora que la sentencia les permite usar el catalán en los plenos como lengua a la que traducir las intervenciones que primero se hagan en francés. Consideran también "esperanzador" (sic) el que, por primera vez, una sentencia de este cariz no resuelva que la modificación del reglamento" atente contra la democracia y la libertad de expresión" como sucedía en sentencias relativas a casos semejantes anteriores.
Pues ya ven ustedes con lo poco que se conforman los "patriotes catalans" de allende los Pirineos. Mientras aquí sus colegas nos dan la murga todos los días con el cuento de que el catalán necesita un continuo dopaje económico, político y administrativo para sobrevivir (y se lo facilitan desde la Generalitat, los ayuntamientos y las Diputaciones), en Francia han de asumir que, con suerte, se autorice que el catalán sea la lengua a la que se traduzcan los plenos municipales tras las intervenciones realizadas en la lengua oficial única, es decir el francés.
La cosa es realmente curiosa. Hay que ver los espectáculos públicos que se montan en la "Catalunya sur" con el cuento de que el catalán es aquí una lengua amenazada de extinción (cuando la realidad es que en el Principado es una lengua hegemónica y sobredimensionada), mientras que en la "Catalunya norte" (donde realmente sí se halla al borde de la desaparición), aceptan con resignación lo que la autoridad político-administrativa competente resuelve en esa materia; decisiones que ahondan precisamente en la marginación del catalán en la esfera pública francesa.
Son las diferencias lógicas entre un Estado seguro de sí mismo y otro con mala conciencia en estos asuntos. No hay otra explicación.
Joaquim Pisa
Escritor. Ha publicado varios libros sobre literatura de viajes, investigación en historia local y memoria colectiva contemporánea. Algunos de sus títulos son “Un castillo en la niebla. Tras las huellas del deportado Mariano Carilla Albalá” (sobre la deportación de republicanos españoles a los campos de exterminio nazis), “Las cenizas del sueño eterno. Lanaja, 1936-1948. Guerra, postguerra y represión franquista en el Aragón rural” (sobre la represión franquista), y la novela “El cierzo y las luces” (sobre la Ilustración y el siglo XVIII).
En 2022 ha publicado “Una quimera burguesa. De la nación fabulada al Estado imposible” (una aproximación crítica al independentismo catalán).
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