Macetas en los balcones de Madrid
- Escrito por Ana Noguera Montagud
- Publicado en Opinión
Cuando he visto a la candidata del PP en Madrid, Isabel Díaz Ayuso, proponer su medida estrella para combatir el cambio climático: ¡¡una maceta en cada balcón de Madrid!!, he soltado una sonora e impulsiva carcajada como si estuviera en el Club de la Comedia.
Pero, de inmediato, la risa se me ha congelado, al percatarme de la barbaridad de la declaración y que, además, me resultara cómica, pues me encontraba, no frente a un monologuista sino frente a la presidenta de la Comunidad de Madrid. Poco me ha faltado para echarme a llorar.
¿De verdad era una propuesta seria? ¿Es todo lo que tiene que plantear? ¿Para qué tantos estudios e investigaciones de la comunidad científica alertando de los peligros, cuando todo se resuelve con un geranio en el balcón?
Benditos los pueblos andaluces que engalanan sus balconadas con geranios bien floridos. Qué suerte que en Valencia el mes de marzo engalanamos una inmensa plaza con ramos y cestas de flores, porque seguro que ese mes la contaminación baja de forma conmensurable y nos convertiremos en una burbuja frente al cambio climático.
El primer problema es que Díaz Ayuso dice las cosas tal y como se le ocurren; a veces sin pensarlas demasiado, a veces jaleada por su jefe de comunicación, y la mayor parte de veces con una deslenguada maldad. Porque su característica principal es que no le importa mucho ser descarada, maleducada y agresiva. Esta vez además también ha demostrado simpleza e incultura.
El segundo problema, y más grave, es que no tiene programa sólido para la Comunidad. Gobierna con pies de barro, con estereotipos, frases hechas, polémicas artificiales, y mucho espectáculo. Pero eso no sirve para mejorar la vida de los madrileños, sino para alimentar el ego de Isabel.
El tercer problema, todavía más grave, es que Díaz Ayuso no es una política propositiva, de diálogo y razones, que utilice el logos (¿sabe lo que es?), que tenga un proyecto político o una idea de cómo debe ser su Madrid ideal. Ella es una política de regate corto, de generalidades, de confrontación, que se mueve bien en el barro (ahora toca hablar de ETA, ahora tirar al ministro de la tribuna, ahora hacerse la mártir, ahora una cervecita, ahora pegarse con Casado, ahora llevar la contraria…). Se mueve como pez en el agua cuando el terreno es fango, pero cuando el debate consiste en defender su gestión y realizar propuestas, ella se difumina, porque no puede defender una gestión que solo consiste en atacar a Sánchez, y no puede proponer nada partiendo del hecho de que no hay ningún programa y que no está dispuesta a reconocer errores. Vean pues su frase: “no había oído en mi vida que los madrileños piensen que su sanidad es mala”. Será que usa tapones para dormir mientras los sanitarios protestan.
Y, cuarto problema y principal. Díaz Ayuso roza la mayoría absoluta. ¿Por qué? Ni mis amigos de Madrid me lo saben explicar muy bien. Tampoco parece ser un fenómeno extrapolable al resto de España, salvo las coincidencias que muestra con el independentismo catalán. “Contra el otro, se hace política mejor”, sería el eslogan.
Si antes veníamos de la confrontación de Cataluña contra España, y la inmensa mayoría asistíamos atónicos a ese choque, ashora, con el mismo estupor e incredulidad, vemos la confrontación de Madrid es España y solo España frente al resto de plebe autonómica.
Seguramente, un analista político me advertirá que estamos ante una política de manual: mensajes simples, polarización y confrontación, ambigüedad en los temas, y exageración en las formas.
Aún recuerdo a un político valenciano del PP, el que fue alcalde de Xátiva Alfonso Rus, hoy sentado en el banquillo judicial que, en una convención de alcaldes del PP les animaba a exagerar sus propuestas para ganar alcaldías, con la siguiente frase: “”Dije que traería la playa y me votaron. ¡Serán burros!”. Recordemos que Xátiva es un municipio valenciano de interior, y este hombre ganó con mayoría absoluta.
Así comienza a peligrar la democracia. Perdiendo el respeto al electorado.
Ana Noguera Montagud
Doctora en Filosofía por la Universidad de Valencia.
Tutora de Sociología en la UNED (Valencia)
Miembro del consejo de redacción de la revista Temas para el Debate, y crítica de libros de la revista Sistema.
Articulista en la revista digital Sistema Digital.
Miembro de las asociaciones literarias Concilyarte y Clave.
Ha codirigido cursos de la UIMP (Valencia)
Miembro de varias ONG Greenpeace, Médicos Sin Fronteras, Cruz Roja, Amnistía Internacional y Fundación Hugo Zárate.
Coordinadora de actos culturales: mesas redondas, presentaciones de libros, encuentros literarios y exposiciones.
Varias publicaciones: artículos de prensa, críticas de libros, artículos de reflexión filosófica, antologías poéticas, novela y ensayo.