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Llega la coalición Francostein. O no


(Tiempo de lectura: 3 - 5 minutos)

Una mirada reposada a las elecciones celebradas este domingo nos lleva a la conclusión de que ni unos tienen motivos para bailar la conga, ni los otros para hacer un funeral: nada de "tsunami azul", "cambio de ciclo", ni hundimiento del "sanchismo". Que una cosa son los deseos y otra la realidad.

Unas notas sobre la marcha que lo confirman:

1. Una vez más, la abstención es de izquierdas. La derecha sea en versión PP o sea en versión abiertamente fascista, ha movilizado hasta el último votante, y sobre todo, ha logrado que el electorado de izquierdas se quedara en casa, sobre todo el famoso electorado a la izquierda del PSOE.

El instrumento para lograr ambos objetivos, singularmente la desmovilización del votante de izquierdas, ha sido el ruido político-mediático-judicial planificado y ejecutado a la perfección, mediante el cual han logrado tapar las realizaciones económicas y sociales del Gobierno de coalición. Veremos si son capaces de prolongar el ruido hasta las elecciones generales: de serlo, la coalición PP-Vox tendría muchas posibilidades de éxito cuando se celebren.

2. El PP crece porque ha fagocitado a Ciudadanos. El partido naranja, que tuvo un millón ochocientos mil votos en las municipales de 2019, ha perdido ahora un millón y medio, que han ido a parar al PP, partido que sube en casi dos millones de votos, y a Vox, que crece un millón. El crecimiento restante lo sacan PP y Vox de otros pequeños partidos de derecha regionales y, sobre todo, de los abstencionistas de derechas, sea extrema o facha, que en estas elecciones se han presentado en masa ante las urnas.

3. Sumar no suma, y Podemos no puede. El proyecto de Yolanda Díaz para las generales se ve muy seriamente comprometido: sus aliados se estancan (Más País, Compromís, Comuns.,,,), Izquierda Unida sale gravemente perjudicada, y Podemos se hunde irremisiblemente. El descalabro del partido de Iglesias Turrión apunta a su desaparición en las próximas generales al estilo Ciudadanos, y compromete muy seriamente la gobernabilidad de España en los próximos meses.

El voto a la izquierda de la izquierda ha quedado huérfano, y parece que se decanta por la abstención. Esta sí es la peor noticia para la izquierda en su conjunto en estos momentos.

4. El PSOE obtiene seis millones trescientos mil votos, perdiendo apenas trescientos mil en relación a 2019. Muy poca pérdida en realidad, para el diluvio de basura arrojada por la derecha y sus terminales políticas, mediáticas y judiciales que ha tenido que sufrir el Gobierno de Pedro Sánchez desde el primer en que se constituyó.

El gran error de Pedro Sánchez, con todo, desde que tomó el poder en el PSOE y en el que ha persistido en estos años, fue amnistiar a los barones regionales, los diosecillos que le declararon la guerra desde antes de aquel famoso Comité Federal en el que le defenestraron. Cuando Sánchez regresó tuvo la posibilidad de degollarlos políticamente, pero solo se empleó a fondo contra de Susana Díaz, convertida en cabeza aparente de aquella fronda de insurrectos; a los demás les perdonó. Ahora paga las consecuencias.

De todos modos, la victoria del tándem PP-Vox en varias Comunidades Autónomas antes gobernadas por reyezuelos de taifas presuntamente socialistas, le hace el favor al PSOE de librarle de elementos como Lambán o García Vara; lástima que Page se quede en el cargo por los pelos Algo habrá que agradecerle pues a la coalición "Francostein" en el ámbito regional.

5. En Catalunya, el PSC recupera terreno perdido y gana (por poco) en las capitales de provincia, menos en Barcelona, donde es segundo. ERC se desploma en todas partes, porque su electorado (nacionalista y de derechas) ha huido hacia su espacio natural, el de la derecha independentista que fusiona a Pujol con Puigdemont, es decir hacia Junts.

En Barcelona gana Trias, el viejo trilero del partido del 3%, votado ahora por los ciudadanos con picores independentistas; tanto es así, que incluso desaparece la CUP. El PSC es segundo, con solo ciento cuarenta votos más que el tercero, los Comuns de la actual alcaldesa, lo que les vale a los socialistas conseguir un concejal más que Colau. El PP crece gracias al antiguo voto de Ciudadanos y casi empata con ERC, partido que pierde la mitad de su electorado: Ernest Maragall, el tránsfuga candidato "republicano", ha hecho el mayor de los ridículos de su vida. Y entra por primera vez en el Ayuntamiento Vox, con dos concejales: la peor noticia para los barceloneses, sin duda.

Se deduce en fin, que si el PSC de Barcelona se hubiera presentado en estas municipales con un proyecto, un candidato y un programa, habría arrasado.

6. Uno de los resultados más interesantes es el "sorpasso" de Bildu al PNV. Los abertzales neosocialdemócratas han conseguido apenas treinta mil votos más que en 2019, pero el PNV ha perdido ochenta mil, por lo cual Bildu supera a la derecha nacionalista vasca en cuarenta y cinco mil votos, que son muchos votos en términos vascos, y además es algo que ha sucedido por primera vez. Se rompe la hegemonía histórica del PNV sobre la política vasca: las repercusiones no tardarán en llegar.

7. En conclusión, desaparecen actores políticos (Ciudadanos, pronto Podemos), se rompen hegemonías territoriales (la del PNV en Euskadi), se recupera la normalidad en Catalunya (el PSC reconquista parte de su antigua hegemonía municipal), son destronados en sus Comunidades los barones socialistas "críticos" con el Gobierno, y el PP necesitará a Vox en todas partes sí o sí para gobernar salvo en Madrid ciudad y Comunidad.

En definitiva, y mirando a las próximas elecciones generales, se han repartido nuevas cartas, sí, pero difieren poco de las ya existentes.

 

Escritor. Ha publicado varios libros sobre literatura de viajes, investigación en historia local y memoria colectiva contemporánea. Algunos de sus títulos son “Un castillo en la niebla. Tras las huellas del deportado Mariano Carilla Albalá” (sobre la deportación de republicanos españoles a los campos de exterminio nazis), “Las cenizas del sueño eterno. Lanaja, 1936-1948. Guerra, postguerra y represión franquista en el Aragón rural” (sobre la represión franquista), y la novela “El cierzo y las luces” (sobre la Ilustración y el siglo XVIII).

En 2022 ha publicado “Una quimera burguesa. De la nación fabulada al Estado imposible” (una aproximación crítica al independentismo catalán).