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23 de julio de 2023


  • Escrito por Oscar Iglesias
  • Publicado en Opinión
(Tiempo de lectura: 3 - 5 minutos)

La deriva seguida por el PP y Vox desde el año 2018, cuando Pedro Sánchez ganó la moción de censura y fue elegido Presidente del Gobierno, ha ido socavando, poco a poco, los cimientos de la democracia española, al establecer una estrategia de polarización que sobrepasa las diferencias políticas y trata al adversario político como enemigo a eliminar.

Ahora, ha llegado el momento de que los españoles decidan el rumbo de España.

Pero los españoles no lo van a tener fácil, porque las elites económicas y mediáticas de este país han decidido redoblar la campaña de acoso y derribo contra el principal instrumento de modernización y de cambio que tiene España. Me refiero al PSOE. El Partido Socialista Obrero Español, es el enemigo que batir, no del gobierno, sino para siempre.

Para ello, estas élites, aparte de negar los logros del gobierno y potenciar sus contradicciones, están utilizando una estrategia clásica de fomento de la división interna, poniendo en un plano distinto lo que ellos denominan “PSOE verdadero” del “PSOE de Sánchez”, como si tal cosa existiera, para lograr su objetivo de que dos millones y medio de votantes socialistas no vayan a votar.

Con este fin, van a utilizar todos los medios a su alcance (políticos, económicos, judiciales…) y especialmente los medios de comunicación. Por eso, es importante recordar algunas cuestiones relacionadas con cómo se informaron los españoles en las últimas elecciones generales, para ser conscientes de la brutal campaña de desinformación en la que nos encontramos:

  • El 73,9 por ciento de los españoles se informó sobre las elecciones generales a través de la televisión. Un 22,7 por ciento, por las redes sociales. Un 22,6 por ciento, por la prensa en formato digital, y un 22,4 por ciento por la radio. ¿Puede esto hacer entender los cambios en algunas cadenas de televisión que son conscientes de la importancia de los programas de la mañana y la tarde para visualizar determinados discursos y ocultar otros?

  • La cadena de televisión que se ha seguido más para tener información política y electoral fue primero TVE, con un 25 por ciento; segundo, La Sexta, con un 20,9 por ciento y, en tercer lugar, Antena 3, con un 18,9 por ciento. Hay que destacar que dos de las tres cadenas que más se siguieron pertenecen a la misma compañía. ¿Un oligopolio mediático puede decidir qué noticias salen y cuáles no, y cómo? Por supuesto.

  • La emisora de radio que más se siguió para tener información política y electoral fue la Cadena Ser, con un 29,4 por ciento; Cadena COPE, un 18 por ciento; Onda Cero, un 13,7 por ciento; y RNE, un 11,6 por ciento.

Así se informan los españoles, junto con nuevas redes que han surgido con fuerza durante estos últimos años. Todo esto, obliga al PSOE a una campaña de cercanía. Una campaña donde aquellas personas que sean militantes, votantes, simpatizantes o simplemente quieran una idea de España en positivo, se activen en sus entornos más cercanos para movilizar a muchos ciudadanos que no soportan tanto ruido, polarización y crispación.

En una democracia, que un presidente del gobierno asuma en primera persona los malos resultados electorales de su formación política y convoque elecciones generales es un gesto que hay que valorar positivamente, porque beneficia a la democracia como sistema que los ciudadanos puedan, por un lado, decidir el rumbo de su país y , por otro, acabar de raíz con la demagogia de discursos populistas que incendian la convivencia con la idea de que los gobernantes se aferran al cargo por encima de los interés y los deseos de la población.

Aun así, hay que decir que lo de Feijóo es de nota. Si no se convocan elecciones generales, malo porque el presidente del gobierno se quiere aferrar al cargo. Si se convocan elecciones generales, peor porque no lo tenían previsto.

La verdad es que tanto ruido para intentar que los españoles no tengan tiempo para ver los avances que se han producido durante los últimos años está llevando al líder del PP a situaciones ridículas:

  • 12 de diciembre de 2022, Alberto Núñez Feijóo, en el debate de Presupuestos en el Senado, tomaba la palabra no para hablar de presupuestos, sino para pedir hasta en seis ocasiones la convocatoria anticipada de elecciones generales.
  • 31 de mayo de 2023, tras convocar elecciones generales el presidente del gobierno, Feijóo arremete contra la convocatoria porque se va a tener que votar el 23 de julio. Concretamente dijo: “Convocar elecciones en las fechas más calurosas y en el mayor éxodo vacacional de nuestro país es un hecho sin precedentes en casi medio siglo de democracia española”. ¿Un hecho sin precedentes? Él mismo, Alberto Núñez Feijóo, entonces presidente de la Xunta y candidato a la reelección, adelantó las elecciones autonómicas al 12 de julio del 2020, con pandemia, y pudiéndolas hacer en septiembre.

Quedan unas semanas donde las élites han decidido aumentar los decibelios para que estemos sordos y ciegos ante la realidad. Ante eso, los ciudadanos solo podemos desconectar un poco de sus medios y pensar tranquilamente quién queremos que nos gobierne los próximos cuatro años.

El 23 de julio todos los votos cuentan igual, aunque no les guste.