¿Están llegando los cíborgs?
- Escrito por Víctor Berástegui
- Publicado en Opinión
La vigesimotercera edición del diccionario de la Real Academia recoge la palabra cíborg; se escribe con tilde en la i, según la Ortografía de las Academias de la Lengua. Es una adaptación al español del inglés cyborg, acrónimo de cybernetic organism (organismo cibernético); hablamos de seres vivos compuestos de elementos orgánicos y electrónicos.
El término cyborg viene de los años 60 del siglo XX (en plena carrera espacial), se pensó que los entornos de vida extraterrestres iban a necesitar personas con sus capacidades humanas mejoradas. Aunque, la idea de una identidad humana mezcla entre hombre y máquina ya existía anteriormente; Edgar Allan Poe, en su obra “The man that was used up” (1839), introduce un personaje de ficción: el famoso general de brigada Brevet John ABC Smith, un héroe de guerra mutilado que necesita ser armado pieza por pieza.
En la actualidad los cíborg están en la sociedad, y empezarán a convivir con nosotros: no son ya un argumento de la ciencia-ficción.
El primer ciborg del mundo reconocido por un ordenamiento jurídico es Neil Harbisson (1984) de origen británico y nacido en Mataró, con residencia entre Nueva York y Barcelona; tiene una antena implantada en la cabeza para subsanar una anomalía en la visión que le impide ver la diversidad de los colores (acromatopsia). Al solicitar su pasaporte británico, las autoridades rechazaron tramitarlo al presentar la fotografía con la antena en su cabeza. Harbisson presentó argumentos y justificaciones médicas que fueron aceptados finalmente por las autoridades. Convirtiéndose así en el primer cíborg reconocido por un Estado, (aunque este no ha sido el único problema con la autoridad que ha tenido el cíborg Neil Harbisson: la policía le rompió la antena en una manifestación de Barcelona, al sospechar que los estaba grabando con una cámara).
Las posibilidades que se abren con las nuevas tecnologías pueden tener también el objetivo de mejorar las funcionalidades humanas. Es el caso del canadiense Steve Mann, que sin ningún impedimento o disminución de sus capacidades, tiene una pequeña cámara conectada a su cráneo que le permite filtrar molestas vallas publicitarias… o transmitir y grabar todo lo que ve. (También ha tenido algún problema por su condición de cíborg: En el año 2012 lo echaron a empujones de un McDonald 's de París después que los empleados le conminaron a quitarse el artilugio de la cabeza y mientras estaba cenando con su familia).
En estos momentos la capacidad de hacer cambios sobre la naturaleza humana, vegetal y animal es ya una realidad tangible. Vivimos en un mundo donde existen animales clonados, registros públicos de organismos modificados genéticamente, han nacido niñas gemelas manipuladas genéticamente...y todo esto lo hacemos sin un conocimiento claro de las consecuencias para nuestro mundo y nuestra especie del poder que estamos aplicando. Todo un reto.
Nuestra época, de grandes avances tecnológicos también tiene otra cara, muy fea: la pobreza extrema, la desnutrición infantil, problemas de salud y carencias de asistencia sanitaria, inseguridad, violación de los derechos humanos, y un largo etcétera...que padecen grandes sectores de la población mundial. En pocos años podríamos habitualizar otro tipo de discriminación, la discriminación genética.
Los avances tecnológicos no deben ser un instrumento más de discriminación y desigualdad; deben estar al servicio de toda la humanidad y no de unos pocos, Podemos estar en el inicio del fin de grandes lacras de la humanidad: pobreza, insalubridad, tiranía...o la perpetuación sine die de la desigualdad. El objetivo tiene que ser la defensa de la dignidad humana: Libertad, Igualdad, Fraternidad.
Es indudable que la supervivencia del homo sapiens radica en su capacidad de adaptación a circunstancias variables; en todas las épocas ha habido cambios; modificaciones del entorno; avances de la técnica: rueda, silla de montar, armas de guerra...vacunas, la píldora, aumento de la longevidad...; y todo esto 2 hace variar la identidad humana de alguna manera. En la actualidad, sin embargo, el ritmo de las transformaciones está ocurriendo de forma exponencial, en intensidad y velocidad. Lo percibo como un caballo al galope, a veces desbocado, y me pregunto: ¿cómo están afectando los nuevos avances tecnológicos y científicos a nuestra identidad humana?
Víctor Berástegui
Nació en Las Palmas de Gran Canaria en el año 1955, doctorando por la Universidad de Extremadura; vicepresidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoría Masónica de Canarias; ha sido letrado, profesor de español como lengua extranjera y delegado de protección de datos en la administración pública.
Es coautor de libro publicado en Editatum: Masonería, Todo lo que siempre has querido saber sobre esta institución; también coautor del libro publicado en Editatum: Big Data, Inteligencia Artificial y Futuro.