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President Illa


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Catalunya necesita un nuevo rumbo. Un giro de 180 grados en la política y en cómo ésta interpreta y responde a las necesidades de la ciudadanía.

Cuando un gobierno está inactivo, cuando un proyecto está agotado, cuando hay más palabras sobre el pasado que proyectos de futuro, es el momento de cambiar. Es el momento de un nuevo gobierno.

En Catalunya se necesita un Govern que trabaje. Y se necesita lo antes posible.

Un Govern que dé respuesta a una demanda cada vez más mayoritaria y transversal, de un colectivo necesitado de un giro radical en las políticas llevadas a cabo por los sucesivos gobiernos independentistas.

Existe una necesidad imperiosa de pasar página, de articular una nueva manera en que el Govern se relaciona con su población.

Nos encontramos ante un Govern agotado, que ha dejado de dar las respuestas adecuadas al momento adecuado. Un gobierno fuera de su tiempo y que da la espalda a la nueva realidad. Un Govern que no habla de lo que preocupa a la mayoría de su población ni conecta con sus necesidades. Un Govern instalado fuera de la realidad que vive su ciudadanía.

Catalunya se encuentra en un momento de agotamiento colectivo. Los 10 años de gobiernos independentistas pesan demasiado sobre las espaldas de los ciudadanos y ciudadanas. Más aun sobre las espaldas de aquellos que han sido largamente perjudicados por las pocas políticas que se han hecho, y sobretodo sobre las espaldas de todos aquellos que han sido sistemáticamente olvidados, apartados, ignorados de cualquier mensaje proveniente del Govern.

Por primera vez en democracia, hemos tenido gobiernos que han ignorado deliberadamente, de palabra y de obra, que Catalunya es plural, que se compone de diferentes realidades, y que todas ellas merecen no ya el mismo respeto, sino la misma interlocución.

Decir que la institución de la presidencia de la Generalitat se ha degradado con los sucesivos presidentes es una obviedad, como también lo es la degradación del trato del Govern a sus ciudadanos.

Catalunya necesita un nuevo gobierno. Necesita un cambio de políticas. Necesita un cambio en la forma de hacer política. Un cambio en la manera en que sus dirigentes se dirigen y tratan a la ciudadanía. Un cambio en el diálogo, en las palabras, en las formas.

Catalunya necesita un President y un Govern que unan y que no dividan. Que cosan y no rompan. Que apuesten por una Catalunya potente, que cuente con todos y todas y que se alíe para trazar un futuro mejor del que ahora se nos ofrece. Catalunya necesita hablar más y crispar menos. Escuchar más y gesticular menos. Dejar de dividir entre buenos y malos catalanes. Dejar de confrontar. Darnos un respiro y darnos la oportunidad de sumar talento y remar juntos. Necesitamos esa oportunidad.

Catalunya está ante una encrucijada histórica. Estamos ante el momento de decidir si seguimos en una espiral de desgobierno, caos y desconfianza o dar una oportunidad a la esperanza. Que la ciudadanía no sólo vuelva a confiar en su gobierno, sino que el gobierno vuelva a dirigirse a toda su ciudadanía. Estamos ante una oportunidad para que recosamos y hablemos. Hablemos de un mejor futuro para todos y todas.

Y este futuro, necesario, esperado, anhelado, hoy, lo representa y solo lo puede convertir en realidad Salvador Illa.

Salvador Illa y el PSC representan la opción real de un nuevo gobierno. Un partido preparado para hacer realidad los deseos de cambio, de aglutinar un movimiento amplio que sea el vertebrador de las esperanzas de los ciudadanos y ciudadanas. Un partido que quiere ganar estas elecciones, pero sobretodo que QUIERE GOBERNAR. Un candidato cuyo liderazgo es capaz de aglutinar los deseos de dejar atrás el caos y adentrarnos en un futuro al que todos estamos llamados y llamadas a conquistar.

Salvador Illa es la persona necesaria en el momento actual. Talante, educación, palabras, capacidad de diálogo, trabajo, inclusión, ilusión, suma, futuro.

Es el momento de nuevas palabras y de nuevas actitudes.

Es el momento de la Catalunya que se quiere a sí misma.

De la Catalunya que pasa de mirarse el ombligo a mirar adelante.

Es el momento de nuevas miradas.

De un nuevo prestigio.

Este 14 de febrero los catalanes y catalanes tendremos que elegir entre avanzar o resignarnos, entre Salvador Illa o la frustración.

Diputado en el Congreso y Portavoz de Justicia del Grupo Parlamentario Socialista.