8 de Marzo 2021
- Escrito por Lucia Villegas Vega
- Publicado en Opinión
Se acerca un nuevo 8 de marzo, este año (como todo) condicionado por la Pandemia, prohibida la Manifestación en Madrid, ante el temor de un nuevo rebrote, dado que aunque las cifras han mejorado notablemente, seguimos estando en los índice más altos de personas infectadas, y esto no se puede obviar.
Por otra parte la división que se ha generado en el Movimiento Feminista, (siempre lo hubo aunque no tan acusado) por la forma de entender y marcar los objetivos, así como las reivindicaciones a ejercer, no son del todo compartidas y por ello existe una importante discrepancia en las mismas.
A mi entender, es necesario pues hacer unas breves reflexiones, sobre “de dónde venimos”, para determinar “en qué punto estamos”, y sobre todo programar hacia “donde queremos ir” a medio y largo plazo.
Orígenes: El 8 de marzo de 1857, un grupo de obreras textiles tomó la decisión de salir a las calles de Nueva York a protestar por las míseras condiciones en las que trabajaban.
El 5 de marzo de 1908, Nueva York fue escenario de nuevo de una huelga. Un grupo de mujeres reclamaban mejoras salariales, la disminución de la jornada laboral a 10 horas y un tiempo para poder dar de mamar a sus hijos. Durante esa huelga, murieron más de un centenar de mujeres en un incendio, al ser atrancadas las puertas del edificio donde estaban encerradas en la fábrica.
En 1910, durante la Segunda Conferencia Internacional de Mujeres Trabajadoras celebrada en Copenhague, (Dinamarca) más de 100 mujeres aprobaron declarar el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer Trabajadora, a propuesta de Clara Zetkin (celebrándose por primera vez el 8 de Marzo de 1911), donde reivindicaban:
•Derecho al voto.
•Derecho a la ocupación de cargos públicos.
•Derecho a la formación profesional.
•Derecho al trabajo y a la no discriminación por el mero hecho de ser mujer.
Es en 1920 cuando Estados Unidos logra la aprobación de la Decimonovena Enmienda de la Constitución Estadounidense, por la que se otorga a las mujeres el derecho al sufragio en este país.
En España, las Cortes aprobaron la Constitución de 1931, que conllevó grandes avances, entre ellos el sufragio universal, que supuso el reconocimiento del derecho al voto femenino. Posteriormente fue arrebatado este derecho en la larga noche del franquismo, que será después recuperado en la Constitución de 1.978.
La IV Conferencia de la Mujer: Celebrada en Pekín en 1995, trató sobre uno de los temas fundamentales del presente y el futuro, el avance de las mujeres y su protagonismo en el cambio estructural de la sociedad.
En Pekín se dio un paso sin precedentes, pues la comunidad internacional tomó definitiva conciencia de que la sociedad del futuro y el pleno desarrollo económico y social, no se producirían sin contar con la participación plena de las mujeres.
A partir de Pekín se considera que el cambio de la situación de la mujer afecta a la sociedad en su conjunto, y por primera vez, su tratamiento no podría ser tratado de forma sectorial, debiéndose integrar en el conjunto de políticas.
Se consolida el término empowerment (empoderamiento).
A partir de ahí, se potenciaría la participación de las mujeres en igualdad de condiciones con los hombres, en la vida económica, política, así como en la toma de decisiones a todos los niveles.
Actualmente en torno a la celebración del Día de la Mujer al 8 de marzo, se llevan a cabo numerosos actos en todos los rincones del mundo; organizándose Congresos, Charlas, Conferencias, Concentraciones y Manifestaciones, cuyo objetivo es que la sociedad entienda la situación de las mujeres, para seguir defendiendo sus derechos, hasta conseguir la plena igualdad entre hombres y mujeres.
Este 2021, las Organizaciones Sindicales CC.OO. y UGT en su Comunicado Conjunto, siguen reivindicando la necesidad implementar medidas que equiparen plenos derechos: social, económico y laboralmente, para seguir avanzando en igualdad.
-Concienciando a las trabajadoras y trabajadores y a la opinión pública en general, sobre esta discriminación por razón de sexo, que tiene una repercusión muy negativa en los salarios de las mujeres y en sus pensiones
-Reforzando las inspecciones en las empresas para garantizar la puesta en marcha de los planes de igualdad y la igualdad retributiva.
-Demandando más recursos económicos para abordar los planes de igualdad y los registros retributivos en las empresas.
-Exigir la aprobación de la Directiva de Transparencia Salarial que está defendiendo la Confederación Europea de Sindicatos (CES) en la UE.
Para así seguir avanzando en Derechos.
Lucia Villegas Vega
Secretaria Memoria Histórica y Mayores. Agrupación Socialista Rivas Vaciamadrid.