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Es el momento de la reconciliación


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Este viernes se inauguraba en Barcelona la reunión del Consejo de la Internacional Socialista. Ha sido un honor para mí poder participar en el inicio de este importante encuentro mundial.

Para la familia socialista palabras como fraternidad, solidaridad, entendimiento, son imprescindibles en nuestro vocabulario y en nuestra acción política. Y hoy, en mi intervención ante los delegados y delegadas de la Internacional Socialista he querido resaltar, tanto la vocación europeísta e internacionalista de mi partido, como nuestra visión de la situación actual, tanto mundial, como los últimos acontecimientos políticos en Catalunya.

He aprovechado para recordar los principios fundamentales que guían la acción política de los socialistas: libertad, igualdad y solidaridad. Los socialistas creemos en la acción conjunta, en la solidaridad y cooperación internacional, como la mejor manera de afrontar los retos globales, que son muchos y de enorme calibre. Pues creemos que sólo juntos podremos lograr sociedades pacíficas, que vivan en bienestar social, democracia, Estado de derecho y respeto de los derechos humanos. Pero también sólo juntos podremos dar la batalla contra la desigualdad, el cambio climático o la revolución digital. También, solo juntos, ganaremos la batalla de la seguridad y la lucha contra el terrorismo, que en la actualidad es sobre todo de corte yihadista.

También he querido compartir con mis compañeros socialistas, mi manera de ver la situación política en Catalunya y cuál es mi motivación en esta campaña electoral. Y lo decía recordando a Willy Brandt, uno de los arquitectos del socialismo internacional y de la reconciliación europea.

Decía Willy Brandt, en un escrito del año 1989:

“El próximo decenio estará dominado por problemas que trasciendes los sistemas, es decir, problemas que sobrepasan los diferentes sistemas políticos, porque afectan la vida misma de la humanidad. Estos problemas serán muy difíciles de resolver, implican una labor trascendental y el desafío parece abrumador. Sin embargo, mi experiencia ha demostrado que nada es imposible, a menos que uno se resigne. Pero la resignación queda excluida de nuestros objetivos y obligaciones.”

Estas palabras de Willy Brandt en el año 1989 son muy inspiradoras para mí en estos días en que me preparo para ser el próximo presidente de la Generalitat de Catalunya si la ciudadanía me otorga su confianza en las elecciones del próximo día 21 de diciembre.

Porque yo no me resigno a aceptar el modelo de país que nos ha legado el gobierno independentista saliente. Un gobierno insensato que ha puesto las instituciones fuera de la ley.

Un gobierno que ha provocado tal sensación de caos que miles de empresas se han visto obligadas a trasladar sus sedes sociales fuera de Catalunya buscando la seguridad jurídica y decenas de miles de personas se han llevado sus pequeños ahorros a otras partes de España.

Un gobierno que nos ha dejado una sociedad fracturada socialmente y en el que se ha querido instalar una división entre buenos y malos, patriotas y traidores; en definitiva, una división en bloques que se enfrentan uno contra otro buscando derrotar al adversario.

Y yo no me resigno a continuar así. Me rebelo contra esta situación y ofrezco a mis compatriotas la posibilidad de esforzarnos, juntos, sin distinción de pensamiento, por un nuevo país.

Yo ofrezco a los catalanes un país en el que no habrá ni vencedores ni vencidos. Un país en el que todo ganaremos algo porque todos cederemos en algo, en vez de que una mayoría escasa lo gane todo y una amplísima minoría lo pierda todo.

Yo estoy dispuesto a ceder. Porque ceder para acordar no es perder, es ganar.

Yo ofrezco un gobierno cuyo principal objetivo será la reconciliación. Primero, la reconciliación entre nosotros, los catalanes. Y, luego, la reconciliación con el resto de españoles. Con Europa y también con el mundo económico.

Como nos enseñó Willy Brandt cuando se arrodilló ante el monumento a los “Héroes del Gueto de Varsovia” en su histórica visita de 1970, la reconciliación es el arma más poderosa para ganar la batalla contra la intolerancia y los prejuicios en la sociedad.

Primer secretario del Partit dels Socialistes de Catalunya.