Todos responsables
- Escrito por Juan Antonio Palacios Escobar
- Publicado en Opinión
La comodidad diluye la responsabilidad a la hora de la toma de decisiones, es frecuente asistir diariamente el mirar para otro lado, el síndrome de Poncio Pilatos, lavarse las manos, colocarse de perfil como si no fuera con nosotros; sentirnos tan cansados que somos incapaces de atender a nada ni a nadie.
Todos los días asistimos en distintos espacios y tiempos a personajes de la cosa pública que construyen con su actuación los peores escenarios de deslealtades, y entre peroratas y dobles leguajes, cuando ayer juraban la defensa de unos principios, hoy se empeñan en defender justamente lo contrario.
Tal y como decía Groucho Marx “Estos son mis principios, y si no le gustan, tengo otros”. Debemos tener en cuenta que la democracia la construimos entre todos y por tanto es un proceso continuo en la que todos somos actores y responsables y nunca puede darse por concluida.
Con frecuencia vemos a la gente cambiar de todo en este País, de partido político y de tendencia dentro de los mismos, menos de equipo de fútbol hay quienes cambian de todo, y hay decisiones en las que debemos colocar siempre los intereses generales por encima de los particulares y no fomentar una polarización por no ver el conjunto de la realidad.
A veces nos hallamos dispuestos a ayudar sin esperar nada a cambio, y otras no asumimos ninguna responsabilidad por mucho que nos presionen o que nos fuercen, y cuando algo ocurre, la culpa siempre es del otro, sobre todo si sus consecuencias son nefastas, pero si el resultado es positivo el triunfo es compartido.
El PP intentará resolver una crisis que al afectar al principal partido de la oposición nos hace en mayor o menor medida responsables a todos. Todo indica que si la cosa transcurre con normalidad, y no surge ninguna candidatura folklórica, Núñez Feijóo, actual Presidente de la Xunta de Galicia será el nuevo Presidente del PP, que intentará recuperar la esencia y valor de los populares .
Como los conservadores deben volver al cauce de intentar ocupar el centro derecha, desde la moderación, creo que sus primeras medidas deberían ser al igual que sus compañeros y compañeras del Partido de los Populares Europeos, recuperar la centralidad con hechos, como por ejemplo, llegar a un acuerdo con el PSOE como partido de Gobierno y renovar el Consejo General del Poder Judicial y actuar con valentía frente a las pretensiones de VOX de influir desde fuera de gobiernos de coalición o todavía peor, integrarse dentro de los mismos, lo que supondrá un retroceso en el marco de los derechos.
De todas formas habrá que esperar hasta la celebración del próximo Congreso allá por el mes de Abril, mientras Casado resiste, aunque sin poder orgánico algun. Eso sí se compromete a no presentarse y pacta con los dirigentes que Gamarra sea Coordinadora General y Estaban González Pons presidirá el próximo conclave. Nos parece ésta una estrategia peligrosa, en la que se prolongará el vacío y por tanto, lejos de conseguir fortalecerse, es profundizar en la fractura, la división y la debilidad.
Hay quienes asumen las responsabilidades que les tocan con luminosidad y optimismo, y otros parecen que son sometidos a una tortura que les pone de mal humor, y no admiten ninguna critica ni realizan autocritica alguna que les permita avanzar camino de los objetivos que se habían propuesto.
He de confesar como demócrata y socialdemócrata , que estoy seriamente preocupado y deseo que el PP resuelva y supere su crisis cuanto antes. No es posible, ni debe ser admisible, que los populismos de extrema derecha como VOX, sean mayoritarios y se conviertan en referentes por encima del PP.
Uno de los peores piropos que nos pueden lanzar en nuestro País, es solo que digan de nosotros que somos buena gente, es como no reconocer nada singular, mientras que uno de los halagos mayores es ser admirados con naturalidad y aplaudidos con admiración. Pero hay algo peor, y es aquellos que van embadurnados de un maquillaje moderado y son muy “mala gente”, llenos de enigmas que no clarifican y sin ideas para mejorar la sociedad.
Demasiadas veces el miedo invade a quienes no quieren ser responsables, huyen despavoridos porque todo lo ven como una batalla que pueden perder en cualquier momento, y se agobian por lo irrelevante o no les dan importancia a las grandezas ni a las miserias, sino como integrantes de la vida misma.
Se oponen a cualquier paso hacia adelante, pensando que puede venir acompañado de una nueva responsabilidad, y eso les hace sentirse más inseguros. Tienen fobias y ven fantasmas por todas partes y perciben cualquier función, no como una oportunidad sino como una amenaza.
Oros se atrincheran y aguantan órdagos y pulsos de sus contrincantes, y son ellos los únicos que ni ven ni oyen, lo que llevan tiempo gritando, y es ¡que se vayan!. Y parecen sordos y ciegos cuando todo el mundo les está dando la espalda .
Entre los frenéticos y los fantoches , el desbordamiento de los irresponsables no solo les crea una crisis sino que la irradian ante los demás, que les hace mostrarse agresivos o son victimas de una depresión que les invisibiliza.
Cualquier decisión hemos de procurar que sea sincrónica, es decir que sea la justa y necesaria y en el momento oportuno. Si lo hacemos fuera de tiempo y erramos en nuestros cálculo, más pronto que tarde pagaremos las consecuencias.
Nos rodean gritos de ánimo, de socorro, de reproche o revolucionarios. De todas maneras los más peligrosos son aquellos que nos dejan con el trasero al aire, porque evidencian nuestras debilidades, y nos arrastra en lugar de controlarlo para demostrar nuestros sentimientos, nuestra rabia o nuestra ira.
Hablar sin pensar es una actividad muy arriesgada. Un País y sus avances depende mucho de la gente honrada que están al frente de las instituciones, que son la inmensa mayoría. Por ello es responsabilidad de todos no facilitar con nuestros votos y nuestras palabras el relieve y el protagonismo de las fuerzas más reaccionarias que tan perjudiciales son a la democracia
Contamos nuestras propias historias, con calma y serenidad y asistimos a las de los demás, con intranquilidad e inquietud, es como si encendiéramos y apagáramos la luz para colocar el foco según nuestra conveniencia.
Dejar correr los tiempos de forma indefinida, sin asumir ninguna responsabilidad es un acto de cobardía, dedicarnos a especular sobre lo que debería ser pero no ha sido es un ejercicio de confusión, que nos hace huir, lejos de asumir lo que nos corresponde.
No podemos estar quietos y callados cuando tengamos noticias de un caso de corrupción, sino que hemos de ponerlo en conocimiento de la Fiscalía, al objeto que como Ministerio Público, y en el caso de la de Corrupción, doblemente, investigue y clarifique todos los aspectos del caso y si las acusaciones se sostienen.
Está claro que no soy sospechoso de defender a Casado y situarme frente a Ayuso, así que en este tema tendremos que estar en lo que digan los datos y las investigaciones. Curiosamente la Comunidad de Madrid reconoce por primera vez que el hermano de Ayuso cobró 283.000 euros por sus “gestiones”. Se trata de una cifra calcada a la que denunció Pablo Casado, muy alejada de los 55.850 euros que pregonaba doña Isabel.
Sin embargo en esta historia de deslealtades y traiciones, afirmaciones y desmentidos, al día siguiente salieron que no eran esas las cifras, incluso hay quienes ni se enteran o no quieren enterarse como el Presidente de la Comunidad de Murcia, el señor López Miras, que afirma que “ya no tienen crisis” ¡ Menos mal!, nos tranquiliza sus palabras por su “fiabilidad” .
Y en el pasado lunes 28, cuando terminaba febrero, en plenos carnavales, salió a la luz el documento que alertó a Génova sobre el escándalo de Díaz Ayuso y su hermano. En la carta que publicó el diario “El Mundo” se recogían detalles sobre cómo se llevó a cabo ese contrato y la cantidad transferida al hermano de la Presidenta de la Comunidad de Madrid.
Este martes se celebra la Junta Directiva Nacional, de la que saldrá la convocatoria del Congreso Extraordinario el 2 y el 3 de Abril que elija al sustituto de Casado. Entre los contenidos de esta Junta, así como las propias a nivel autonómico o provincial, está la voluntad de adelantar los Congresos del PP.
De todas formas nadie negará la tozudez de los hechos y la realidad y es que los dirigentes del PP no han sabido unir el partido ni plantear un proyecto político claro; y se ha demostrado que la desinformación puede manejar los pensamientos y sentimientos llevándonos a creer como verdaderos los realmente falsos.
Nuestra capacidad de emprender exige de nosotros la actitud de querer aprender, sin miedo a escapar de las rutinas, recibiendo menos aunque merezcamos más, sabiendo lo que debemos hacer y lo que no, sin tener la tentación de hacer público un secreto porque además de dejar de serlo, te puede estropear muchas cosas.