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Pioneras en la actividad sindical en la enseñanza


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- LA PRESENCIA DE LA MUJER EN LA DIRECCIÓN DE LA FETE-UGT HASTA LA DEMOCRACIA -

Es muy sintomático que, aunque el número de maestras fuera similar al de maestros en los centros educativos, en el nivel de representación en la Federación de Enseñanza de UGT (FETE-UGT), desde sus inicios en 1912, era abrumadora la presencia de los varones, así como ocurría en las direcciones de los centros escolares y en el resto de los estamentos directivos y representativos de la sociedad en todos sus órdenes. Es decir, el sindicalismo no era una excepción.

Cabe destacar algunos casos excepcionales como el de Victoria Zárate (maestra) que participa como delegada de la FETE en el XIV congreso de la UGT en 1920, junto con destacados pedagogos como Luzuriaga y políticos como De los Ríos y Ovejero, que dio lugar al programa educativo de la UGT, uno de los gérmenes de lo que sería el programa educativo de la II República. La representación femenina en este caso era de un 17 % y era la única mujer en la delegación.

La primera vocal en la ejecutiva de la Asociación General de Maestros es Carmen García Moreno (maestra responsable de la escuela Cesáreo del Cerro desde 1927, dependiente de la casa del pueblo de Madrid e inspirada en la Institución Libre de Enseñanza, una de las obras más queridas por Julián Besteiro), que figura en agosto de 1929 siendo Manuel Alonso Zapata secretario general y Rodolfo Llopis presidente (Datos de El Socialista). Fue sustituida en la ejecutiva de enero de 1931 por Victoria Zárate como única mujer en representación de Madrid, y reelegidos el secretario general y el presidente. En abril se produce el primer congreso de la AGM (Federación de Trabajadores de la Enseñanza) que no elige ejecutiva al ser solo pedagógico y reivindicativo justo antes de la II república; pero en junio del mismo año el Comité Nacional elige una nueva ejecutiva con Manuel Alonso Zapata como secretario y Dionisio Correas como presidente, en la que Elisa López Velasco (maestra, especialista en dibujo, del colegio Cervantes dependiente de la ILE, uno de los más prestigiosos de la época dirigido por Ángel Llorca y en el que también se encontraba Manuel Alonso Zapata) aparece como única mujer en una vocalía.

El II Congreso, ya con la denominación de FETE, celebrado en abril de 1933, elige una nueva ejecutiva en cuya dirección sigue siendo secretario Manuel Alonso Zapata y aparece Dionisio Correas de presidente, figurando como única mujer Carmen Castilla Polo (maestra superior, que había sido becaria de la ILE en el Smith College en EE. UU. en el curso 1920-21, y que posteriormente sería inspectora en Salamanca en abril de 1932). Los debates internos de la UGT, donde se produce una disminución de la presencia besteirista y una radicalización de la estrategia, tienen su reflejo en la FETE. En enero de 1934 un voto de censura a la ejecutiva da lugar a la sustitución de Manuel Alonso Zapata (que ha salido elegido diputado por Madrid provincia) y a una nueva ejecutiva con Fermín Corredor como secretario general y Antonio Rodríguez Espinosa como Presidente, en la que no figura ninguna mujer, ni siquiera en la representación del Comité Nacional que la elige.

En el primer congreso extraordinario en abril de 1934 se elige una nueva ejecutiva con César García Lombardía como secretario y Vicente Valls como presidente, en la que tampoco figura ninguna mujer. En julio de 1934 se produce una nueva elección en el Comité Nacional siendo reelegido César García Lombardía como secretario y Luis Huerta elegido presidente, y tampoco hay ninguna mujer. En 1935 figura Norberto Cerezo como presidente, pero dada la persecución sindical no se conoce el resto de la ejecutiva.

Tras la legalización de la actividad sindical, la FETE elige en enero de 1936 una nueva ejecutiva presidida esta vez por una maestra, Julia Álvarez Resano (en las siguientes elecciones de febrero, donde triunfa el frente popular, es elegida diputada por Madrid provincia) y cuyo secretario general sigue siendo César García Lombardía. Álvarez Resano es un caso excepcional en la FETE ya que había sido la secretaria de la Federación Navarra desde noviembre de 1932, donde era la única mujer en su ejecutiva. Su presencia fue de solo seis meses, sustituida en el III congreso en junio de 1936 por Rodolfo Llopis que vuelve a desarrollar una importante presencia sindical en una ejecutiva donde sigue siendo César García Lombardía el secretario general de una dirección sin ninguna presencia femenina.

En plena guerra civil, la FETE debido a la incorporación al frente de alguno de sus directivos, reorganiza su dirección en el pleno ampliado del Comité Nacional de junio de 1937 incorporando dos mujeres: Emilia Elías Herrando (profesora de escuela normal de considerable prestigio) y Amparo Ruiz González como secretaria adjunta de Prensa y Propaganda.

La última ejecutiva de FETE en España en la Guerra Civil es la elegida en el Comité Nacional de junio de 1938 en la que, de nuevo, no figura ninguna mujer, y son sustituidos Rodolfo Llopis y Julio Hernández. Amparo Ruiz actuará en 1939 en Francia, como secretaria general en funciones, en la organización de la evacuación a México de 100 maestros y profesores.

La FETE en el exilio mantiene la organización de la federación estableciendo dos equipos diferenciados en su dirección denominados Grupos profesionales que son elegidos entre los afiliados bien en Francia o en México. Entre la organización que se mantiene en Francia (después de la liberación) se organiza una comisión provisional en mayo de 1945 en la que están Josefa Uriz, Teresa Andrés y Manuela Cabrera. En la ejecutiva de agosto de 1945 es elegida vocal Josefa Uriz, que había sido una destacada dirigente en Cataluña, en una ejecutiva Presidida por Julio Hernández cuyo secretario general es Olegario Serrano. En octubre de 1946 se incorpora Teodora Noguerol como tesorera, siendo elegido secretario general Cecilio Palomares, manteniéndose como presidente Julio Hernández y Josefa Uriz como vocal. En octubre de 1947 sale Noguerol de la ejecutiva, es elegido Luis Huertas como presidente, y se mantienen Cecilio Palomares como Secretario General y Josefa Uriz como vocal. En 1949 la organización entra en crisis interna debido a los acontecimientos internacionales, reduciendo su presencia a una delegación de la ejecutiva elegida en 1938 en el Comité Nacional en plena Guerra Civil.

El grueso de la emigración al exilio de los dirigentes de FETE y de una parte de los afiliados se reorganiza en México estableciendo un Grupo profesional en cuya ejecutiva de septiembre de 1943 es el presidente Pedro Carrasco y Domingo Tirado el secretario general; en ella aparecen en posición destacada, de ocho miembros, tres mujeres,: Veneranda Manzano (ex Diputada a Cortes por Asturias en 1933-36) como vicepresidenta, Regina Lago (profesora de Escuela Normal) como secretaria de Solidaridad y Estrella Cortich como secretaria de Finanzas. La dirección se elige en asamblea anual. En 1946 tuvieron continuidad Manzano y Lago; pero no, Cortich. En 1948 la dirección del Grupo profesional elige a Antonio Ballesteros como secretario general, manteniéndose Veneranda Manzano como vicepresidenta, Regina Lago pasa a ser vicesecretaria y se incorpora Teodora Noguerol como vocal.

Las sindicalistas y las organizaciones feministas:

La principal conclusión de este breve recorrido es que, a pesar de la gran valía sindical de algunas dirigentes, su presencia siempre fue aislada y puntual en las diferentes direcciones de la FETE. Algunas participaron además muy activamente en organizaciones feministas como Encarnación Fuyola y Emilia Elías. Otras maestras con compromiso sindical pero que no estuvieron en las ejecutivas tuvieron amplias responsabilidades en la época, como María Lejárraga dirigente granadina, que fue diputada del PSOE en 1933 y que hizo una intensa labor internacional en la evacuación de niños a colonias en el extranjero, en gran parte a través de las organizaciones sindicales internacionales y la OIT.

En la transición dos maestras simbolizan la memoria republicana:

  • Julia Vigre, muy activa en la FETE clandestina y que consigue el inicio del reconocimiento de los servicios prestados por los maestros en la República a mediados de los años 60 y los completa al llegar el final de la Transición, forma parte además de la presentación de la FETE en libertad en 1976.
  • Palmira Pla, proveniente del exilio venezolano donde había desarrollado instituciones educativas que seguían el espíritu republicano y había sido responsable de las colonias que se desarrollaron en Aragón, resulta elegida diputada del PSOE por Castellón en las primeras elecciones a Cortes democráticas.

 

Quimico, Máster en Biotecnología y Profesor en Secundaria, FP y Universidad. Especializado en la formación del profesorado y en el diseño de los estudios en FP.

Investigador y divulgador de la historia del socialismo y del sindicalismo en educación. Realizando conferencias, exposiciones y publicaciones relacionadas sobre ellas.