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Lo que ahora viene


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Al inicio de la invasión de Ucrania ordenada por Putin, sorprendían las imágenes de concentraciones en ciudades ocupadas protestando contra la guerra, o los llamados de Zelenski a la población civil a resistir el ataque. Para ello era necesaria una imagen de Rusia, de su relación con ella, muy particular. La realidad de las masacres de civiles nos trae declaraciones pidiendo a los civiles huir por su vida. Ya definitivamente se reconoce al enemigo como tal. Ucrania es otra rama quebrada del árbol ruso. Ni las savias del idioma y las redes familiares podrán reconstruir los afectos. En Rusia la población apoya al gobierno y su guerra. Claramente Ucrania no es Vietnam ni en Rusia hay medios de comunicación libres. En la guerra civil española muchos creían que los “rojos” tenían cola como el diablo. Y no es un chiste. La sociedad rusa vive una realidad de nueva lucha contra los nazis y eso es todo su mundo.

Un mundo que ahora ya es después. La globalización como se entendía quedó atrás y el capitalismo se redefine parcelariamente. No solo en poder económico. También mental. Capitalistas malos y capitalistas buenos, cada uno con su propio régimen político. Si algo demostró China es que la democracia no es el fin natural del capitalismo. Más bien al contrario, cualquier régimen puede optimizar el poder de sus élites gracias al capitalismo. Un capitalismo especulativo y financiero de “manos muertas”. Ahora con enemigo mío y piezas articuladas.

La llamamos Tierra, pero su nombre mejor es el planeta de los simios. No descendemos de los simios. El simio bajo del árbol y se arropó de seda, pero simio se quedó. Tan simios que utilizamos cultura y religión como armas para darnos en la cabeza unos a otros. Cuando se hablaba de Alianza de las Civilizaciones era por algo. Precisamente por lo que no había. Puede llamarlo arte, cultura o como quiera: tendrá uso como garrote. Sí la flecha fue la extensión natural del cuchillo, el arte y la cultura lo es del insulto gruñido. Ni siquiera es barniz y cuando parece zanahoria del intelecto acaba usada como el colega de Henry Miller.

En eso estaba pensado cuando di con la monada más propia del planeta de los nimios. En un titular del diario El Mundo afirmaban que el presidente Pedro Sánchez “utilizaba la pandemia y la guerra para justificar la crisis”. Si dos jinetes del apocalipsis no explican una crisis ¿qué lo hará? En fin, no es cera todo lo que arde ni contenido tiene todo lo que se dice… hay insultos que refieren al parentesco y otros que además insultan la inteligencia. Los primeros dañan los sentimientos, pero los segundos hacen que duela el sentido.

Catedrático de Sociología Matemática.