El simplismo de las recetas económicas del PP
- Escrito por Carlos Berzosa
- Publicado en Opinión
En los días del confinamiento casero, al principio de la pandemia y ante la tragedia que estábamos viviendo, supuse que ya no se volvería a escuchar la cantinela de bajar los impuestos. El papel tan fundamental que desempeñaron los servicios públicos, principalmente la sanidad y la investigación, para evitar males mayores ponía sobre el tapete el papel protagonista del Estado. Ante una crisis de tanta gravedad las miradas se dirigieron principalmente hacia la necesaria intervención del Estado como un salvavidas que nos podía rescatar de una situación extrema como la que se estaba padeciendo.
El PP no ha extraído ninguna lección de estas dos crisis y Feijóo ha vuelto a repetir lo de la bajada de impuestos, como si fuera una varita mágica que arreglase los graves problemas que tiene ante sí la economía
La pandemia puso al descubierto muchas debilidades del sistema público de salud, como consecuencia de las políticas de recortes sufridos durante la crisis financiera desatada en 2008. Los costes de las políticas de austeridad estaban resultando muy elevados en vidas humanas. La primera lección que habría que extraer de esta amarga experiencia es que había que cuidar en el futuro un sistema de salud que cuenta con grandes profesionales en todo el cuerpo sanitario, pero mal dotado económicamente, tanto en recursos humanos como materiales. La atención primaria, la gran olvidada durante años, debería ser un objetivo prioritario en las políticas que se diseñen para el futuro.
La investigación, por su parte, nunca ha tenido la atención necesaria por parte de los diferentes gobiernos, entre otras cosas porque no genera demasiados votos electorales. Aunque en este terreno también ha habido sus diferencias en la actuación de los gobiernos, nunca hemos alcanzado las ratios de gastos en investigación por habitante de los países desarrollados de la UE. No se ha generado, en consecuencia, una masa crítica suficiente de investigadores para conseguir avanzar en el conocimiento, a pesar de que, como dijo Margarita Salas, en España se hace investigación de calidad. Pero cuánto talento, fundamentalmente joven, desaprovechado.
El reforzamiento de la sanidad, la educación y la investigación, así como de políticas sociales, requiere un fuerte y eficiente sector público y no un Estado mínimo que los partidos de derechas reivindican. Si la crisis financiera de 2008 puso en cuestión el neoliberalismo, la pandemia lo dejó desnudo. Pues bien, a pesar de todo, el PP no ha extraído ninguna lección de estas dos crisis y ha vuelto a repetir lo de la bajada de impuestos, como si fuera una varita mágica que arreglase los graves problemas que tiene ante sí la economía. La bajada de los impuestos se ha ido imponiendo, en mayor o menor grado, en casi todos los países desarrollados y ello ha creado una creciente injusticia fiscal.
Los impuestos son muchos y habría que especificar cuáles habría que bajar y cuáles subir o cuáles dejar como están. Lo que sucede es que las mayores rebajas suelen ser sobre los impuestos directos: renta, sociedades y patrimonio, y los datos muestran, así como estudios de académicos relevantes, que han beneficiado fundamentalmente a los ricos. De manera que la injusticia fiscal ha contribuido a la desigualdad creciente que tiene lugar desde la década de los ochenta. Resulta evidente que la política del PP responde a unos intereses de clase, en este caso, de los grupos de altos ingresos.
No obstante, llama la atención que esta tozudez de la derecha contrasta con posiciones diferentes de organismos internacionales como el FMI y economistas convencionales. De hecho, Gita Gopinath, número dos del FMI, en una entrevista para El País (24 de abril) decía: «No aconsejamos que España baje los impuestos a las empresas». Se podrían poner más ejemplos del giro que se está dando en organismos multilaterales, y economistas convencionales. Al nuevo dirigente del PP le aconsejo que se leyera el Libro Blanco sobre la reforma tributaria para que deje de decir simplezas. A partir de ahí se puede y se debe debatir.
Carlos Berzosa
Catedrático emérito Universidad Complutense.
La Redacción recomienda
- El riesgo de impago del Gobierno estadounidense atañe a la economía global
- Los datos preliminares de inflación de mayo en la eurozona marca la atención de las bolsas
- El euríbor se encamina a cerrar mayo por encima del 3,8%, máximos desde el año 2008
- El BCE se encuentra ante el reto de luchar contra la inflación y evitar la recesión
- El Gobierno de EE.UU. alarga al 5 de junio la fecha límite antes de la suspensión de pagos