Metaculus Time Lord
- Escrito por Antonio F. Alaminos
- Publicado en Opinión
Sabía del señor de las moscas y hasta del señor de los anillos. Si me apuran el rasurado, hasta del My Sweet Lord de George Harrison. Ahora por fin mi vida tiene sentido aunque continúa sin dirección, tal y como ejemplifica la anterior afirmación previa a la coma. De mayor quiero ser Lord of Metaculus pero en heterodoxo. No por nada en contra y sin intención de entrar ahí, en ese debate. Para acceder a esta cámara de los Lores hay que dar con la apuesta correcta. La cosa va de un Delphi a lo “guau”, todo lleno de figuras figurando. Unos científicos muy suyos y bien documentados en lo demás responden a su buen juicio y entender sobre el qué dirán los tiempos por venir. Mola. Tiene gráficos de distribución de las opiniones y allí donde apuntan ponen la moda. Las metodologías de análisis prospectivo son un pelín “retro”, pero si lo miras con ojitos “vintage” se te ablanda el corazón con la nostalgia de las primeras armas estadísticas. Cuántos desvelos velando los métodos de series temporales o subiendo al “monte carmelo”, versión castiza del casino Montecarlo, por si San Juan está inTeresado.
Sin aspiración a Lord, que sí a “dondin”, conozco a muchas peñas que dan en lo mismo llenando quinielas a su buen entender y conocimiento. Que si el Osasuna juega en casa y al delantero del otro equipo le vieron de discoteca, aquí hay uno que propone un uno. Que el Rayo Vallecano viaja a San Mamés y lleva tres partidos seguidos ganados, una X. No por pensar en empate y sí por dejar alguna incógnita por resolver. La cuestión es si, digo yo por un pensar, podría proponer a la liga de los metaculus adivinar los resultados de los partidos de liga. Va por poco de metaculus a metagoles. Están todas las estadísticas, “golaverajes” (Doña María Moliner me guarde de las iras RAE), kilómetros corridos, tiros a puerta y todas esas cosas de las que hablo por hablar, que en mi caso de futbol ni si acaso. La presunción metaculus es clara: “groups of people can make remarkably accurate predictions of the probability of future events”. Es lo bueno de los Delphi en inglés, que millones de moscas cualificadas gourmet no pueden estar equivocadas en lo que está de moda… Ahora me pregunto, ¿hace falta una peña para acertar la quiniela? Es un procedimiento, en plan Fuenteovejuna todos apostamos a una. Sin embargo, estimar las probabilidades de realización de eventos futuros habla de métodos y modelos, de datos y teoría, sin necesidad de montar una timba.
La cosa es clara. Vale, todos a una nos acercamos a la probabilidad de realización del evento. Ya tenemos la enxaneta. ¿Y qué? ¿Eso en qué ayuda al conocimiento si cada loco con su tema? Siendo mi oficio la ciencia, no me veo formando parte de una colla castellera para hacer pinya y montar castells de pronósticos, con la única finalidad de que la moda levante el brazo… Pero en fin. Eso es lo malo de las intenciones sin principios, solo centradas en el fin. Que aspiran a Lord Metaculus y terminan de Lord Voldemort fabricando por el país horrocruxes de análisis.
Antonio F. Alaminos
Catedrático de Sociología Matemática.
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