HEMEROTECA       EDICIÓN:   ESP   |   AME   |   CAT

Geopolítica al alcance de tod@s


(Tiempo de lectura: 10 - 20 minutos)

Democratizar el acceso público al pensamiento geopolítico. Tal ha sido el propósito enunciado del Curso Tendencias geopolíticas: ¿hacia un nuevo orden mundial? que, en su tercera edición, el Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE) acaba de culminar en el seno de los Cursos de Verano de la Universidad Complutense. Celebrado en San Lorenzo de El Escorial entre el 4 y el 8 de julio, un selecto panel de ponentes brindó a la plural y numerosa asistencia de especialistas, estudiosos y profanos elementos para la el análisis, la comprensión y la reflexión sobre los principales fenómenos geopolíticos y económicos que la actualidad mundial registra. En un clima de cordialidad y transparencia, el General Francisco José Dacoba Cerviño, director del IEEE, encuadró la situación presente dentro de “una gran competición de actores geopolíticos” signada en torno a dos acontecimientos trascendentes: la reciente cumbre de la OTAN celebrada en Madrid y la Guerra en Ucrania.

En el panel de intervinientes figuraba, en primer lugar, el pintor Antonio López, considerado como el Velázquez de nuestro tiempo, por cuanto que Federico Aznar Fernández-Montesinos, Capitán de Fragata coordinador del evento, había propuesto al General Dacoba Cerviño incluir al artistas manchego entre los panelistas del curso, con el propósito de asentar la condición artística del pensar estratégico, por sus concomitantes paralelismos. El general puso pues en suerte tal nexo al subrayar que ambos universos, Arte y Estrategia, se caracterizan por desenvolverse en ámbitos de incertidumbre, en la batalla y frente al lienzo en blanco, respectivamente; priman en los dos escenarios el riesgo y la necesidad de asombrar al adversario y al veedor de la obra de arte. Y ello en un terreno donde el engaño, la distracción del rival o el trampantojo, no están descartados y donde la evocación de los sentimientos, la motivación y la emoción cumple un papel de gran relevancia, todo lo cual despliega elevadas dosis de creatividad en los dos ámbitos.

Según Antonio López -“el más conocido y admirado de los pintores españoles” en frase del general Dacoba-, la conexión con el Arte tuvo origen en su mocedad, cuando el pintor contempló una reproducción de la Victoria de Samotracia en el antiguo Museo de Reproducciones Artísticas, ubicado en el Casón del Buen Retiro de Madrid. Quedó fascinado. “A partir de entonces, pensé que el Arte podía contribuir a hacer un mundo mejor”, explicó. Tras una minuciosa y muy detallada exposición de las técnicas pictóricas a cargo del catedrático de Bellas Artes Fernando Huertas Torrejón, Antonio López resaltó que la condición y el principal reto del artista reside “en la capacidad de emocionarse y, a su vez, en emocionar a los demás con tu obra”. Tal sería la apuesta estratégica del Arte. Lo fundamental de su actividad consiste en “la forma singular y personal de expresar esa emoción”, en la cual, la técnica ocupa el papel subsidiario de una “táctica”.

Transición sistémica

Con tan sublime preámbulo, el Curso discurrió por trayectorias de mayor complejidad, determinadas por los efectos de la pandemia Covid-19, la guerra en Ucrania -que acapara la atención mundial- y por la cumbre de la OTAN que ha tenido a Madrid como reciente escenario. Para Ruth Ferrero Tuñón, profesora de Ciencia Política de la Universidad Complutense, “asistimos a una transición sistémica que abarca desde un mundo geopolíticamente unipolar, pivotado sobre las democracias liberales desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, hacia otro mundo de cuño multipolar, con la atención centrada en Asia; el corte e inflexión del mencionado tránsito se ubica en la crisis económico-financiera inducida en Occidente entre 2008 y 2014”, explicó.

Isaías Barreñada, docente de la UCM, consideró que la mutación geopolítica mundial es continua y resaltó la creciente influencia de los factores y agentes periféricos a Europa. Remarcó también que “en los círculos geopolíticos, ya no se habla del escenario Euro-mediterráneo sino del más genérico flanco sur”, distinción significativa de la pérdida de relevancia vetero-continental. En este ámbito, calificó de “socio incómodo” a Israel, al tiempo que destacaba la reanudación de sus relaciones con Turquía. De igual modo, Barreñada subrayó la multiplicidad de vínculos transversales que China mantiene con numerosos actores geopolíticos de todo el mundo, “tras haberse convertido en uno de los grandes financiadores de programas de Naciones Unidas”.

Carlos Malamud, investigador del conservador Instituto Elcano, tomó una frase de Leopoldo Calvo Sotelo cuando, en una visita a la Línea de la Concepción, frente al Peñón de Gibraltar, fue preguntado sobre la guerra de las Malvinas. El entonces presidente del Gobierno de España respondió que se trataba de una cuestión “distinta y distante”. Lo que se ha sabido tiempo después fue que, en aquellas precisas fechas, nunca se estuvo tan cerca de resolver la cuestión gibraltareña entre España y el Reino Unido, proceso de solución diplomática que el estallido de aquella guerra britano-argentina, protagonizada por Margaret Thatcher, frenó en seco. Por otra parte, Malamud subrayaría el actual apoyo de populismos de derecha y de izquierda a Rusia a propósito de la guerra en Ucrania, actitud con especial arraigo en América Latina, donde apuntó la importancia de la coyuntura geopolítica como oportunidad económica en cuanto a las materias primas, la energía y los alimentos. Por otra parte, afirmó que “si Rusia sale golpeada de esta guerra, se convertirá en un satélite de China”.

En una sesión posterior, relativa a “Regiones geopolíticas en transición”, Sophie Roos McIntyre, embajadora de Australia, abordó el papel geopolítico del Estado-continente oceánico, cuya importancia en el desplazamiento de la actualidad estratégica hacia el eje Indo-Pacífico no resulta posible subestimar. De sus palabras cabía deducir una apuesta regional hegemónica australiana dentro de presumibles fricciones, políticas, diplomáticas y militares, a medio y largo plazo, de su país con China. El embajador de la Unión India, Dinesh K. Patnaik, en un tono ora descriptivo, ora jocoso, ofreció una amena conferencia sobre la relevancia del país indostánico, tan desconocido por estos lares, que abarca el subcontinente asiático en su totalidad y que cuenta con una veterana democracia provista de armamento nuclear.

Del Sahel

Especialmente interesante fue la ponencia relativa a África, señaladamente el Sahel, área integrada conceptualmente en el mentado Flanco Sur, por los cambios sociopolíticos, ideológicos y geopolíticos allí operados, sobre todo los que conciernen a la percepción africana, entre escéptica y desdeñosa -en todo caso insólita e inédita-, hacia lo que conocemos como Occidente. El eurocentrismo, tan caro en las cancillerías europeas cuando se refieren a África, ha pasado a mejor vida en el ámbito de las relaciones afro-europeas, según señaló Alberto Virella, alto funcionario de Asuntos Exteriores, dotado de evidente experiencia avalada por distintas misiones diplomáticas en el área. Según el ponente, desde la percepción europea respecto de África, se experimenta cierta frustración o sensación de pérdida, fomentada por la pervivencia en el imaginario africano del pasado de esclavitud y colonialismo secularmente ejercido allí por las potencias continentales. “Urge, pues, abandonar la tendencia a proyectar sobre África los paradigmas de conducta gestados en Europa”, dijo, al tiempo que constató muy divergentes tipos de aproximación y tratamiento de asuntos de trascendencia como el respeto a los derechos humanos, la globalización, la libre competencia, la dinámica LGTBI, más la igualdad y el medio ambiente, entre otros ítems. Se propone, pues, “el tránsito de actitudes prescriptivas a otras de tipo adaptativo a las nuevas realidades políticas, culturales y demográficas de África”. En este sentido cabe subrayar, según el diplomático español, que la población urbana del continente africano supera ya en millones de moradores la que habita las ciudades de Europa, cifrada en torno a los 570 millones de habitantes, con las consecuencias que los procesos de urbanización traen consigo sobre estilos de vida y pautas de conducta.

Otro de los ítems destacados en esta conferencia por el ponente diplomático español lo ha sido el tema de la industrialización africana, “cuyo apoyo no está en la agenda de la Unión Europea”. La desindustrialización del continente fue inducida en los años 80 del siglo XX desde Europa (por la especialización impuesta para la producción afro-continental de materias primas). Pese a ello, “la juventud africana ya ha tomado conciencia de la riqueza que África atesora y de la debilidad de Europa”, optando sus Gobiernos por “diversificar sus alianzas con Rusia y China ya que los Estados africanos gozan hoy de libertad de acción para elegir a sus socios”, incluso cuentan con la posibilidad real de optar por una política monetaria propia, a escala continental. En cuanto a la guerra ruso-ucraniana, “no quieren posicionarse sino diversificar sus aliados, ya que interpretan que el alineamiento con Europa implicaría una nueva sumisión”. Respecto al grave asunto de las migraciones, si bien “únicamente España” ha trabajado de manera eficiente en el estudio del fenómeno en su conjunto y de las rutas migratorias en particular, así como en los fenómenos asociados, los apoyos del conjunto de los países europeos al desarrollo africano como paliativos fracasan por la elevada corruptibilidad de muchos gobiernos receptores de la ayuda. “Allí no creen en las ofertas europeas hacia África”. Todo lo cual aboca a un “empoderamiento africano” creciente en el terreno político y en el económico, con especial importancia en el despliegue del mercado intra-africano y en el proceso gestante de una zona continental africana de libre comercio.

A propósito de Economía, Empresa y Globalización, otro de los capítulos del curso, la exministra del Gobierno de Mariano Rajoy, Fátima Báñez, hoy presidenta de la Fundación CEOE, expuso un panorama económico de crisis determinado por la secuencia Brexit-Afganistán-Pandemia-más guerra en las puertas de Europa, “cuando se pensaba que los conflictos bélicos quedarían a partir de ahora limitados a meras ciberguerras”. Incertidumbre geopolítica, transición hacia la economía verde más la dinámica inflación-empleo, compusieron los ejes de su intervención. La inflación, dijo, alcanza máximos históricos inéditos y de dos dígitos en los últimos 40 años, si bien ya era elevada a finales de 2021. En el ámbito energético, “la dependencia de la UE del gas ruso es del 35% mientras las cadenas de suministros, energéticos y alimentarios, así como los de los materiales fundamentales para la transición energética, se han visto muy determinadas por la guerra y su consecuencia inflacionaria”. Tras señalar la escalada de los tipos de interés, del 0,25% en julio al 0,50% previsible en septiembre y el probable 1% en diciembre, con el repunte del Euribor, resulta evidente un “frenazo o desaceleración” que, sin llegar a ella, frisa la recesión.

Con la elusión de la inflación estructural y el detenimiento del crecimiento de la deuda, que alcanza los 1.453.000 millones, con tres millones de personas sin puesto de trabajo, Báñez insistió en las constantes del discurso neoliberal: “no es el momento de subir los impuestos”, dijo y que, pese al apremio de la crisis, rechazó y reiteró el mantra, ampliamente cuestionado, de que “la inflación nos afecta y empobrece a todos por igual”. Con relación a los fondos europeos frente a la crisis, se mostró favorable a fortificar la colaboración entre administraciones, central, autonómica y municipal; también preconizó la aceleración de las convocatorias de proyectos de financiación, con el propósito de que lleguen a las pequeñas y medianas empresas, para hacer luego una apuesta por “copiar otras prácticas de distintas entidades financieras”, sobre las cuales reclamó “confianza”. En la lógica privatista de las formaciones de derecha, pidió al Estado “no estorbar y ayudar” en estos procesos, en los que incluyó el talento y la investigación como ítems capitales.

Intervención de Felipe González

Inserto en este mismo capítulo económico, aunque hibridado con un curso contiguo sobre Seguridad Jurídica en homenaje al jurista Matías Cortés, Felipe González Márquez, ex presidente del Gobierno de España, con 80 años recién cumplidos, politizó el contenido de su discurso que resumió de la manera siguiente, a propósito de la cumbre de la OTAN: “se habla mucho de la necesidad de autonomía estratégica de la Unión Europa pero, al mismo tiempo, se oponen al incremento de los gastos de defensa (en alusión al sector del Gobierno a la izquierda del Partido Socialista)”; tras calificar de insustancial e irracional esta contradicción, se preguntó “si es posible una cosa sin la otra”. (Según algunos asistentes al curso, esa autonomía es viable sin que, necesariamente, este gasto de defensa provenga de inversiones o créditos del mercado armamentístico estadounidense, que conculca la mentada autonomía).

“En ningún momento Vladimir Putin puede decir que la soberanía de la Federación Rusa ha sido atacada”, dijo González con respecto a la percepción rusa de amenaza a su seguridad invocada por Moscú ante la continua ampliación de la OTAN a los países fronterizos de Rusia, tras la presencia de la Alianza Atlántica en los últimos años en los tres Países Bálticos, Estonia, Letonia y Lituania, más Polonia, Eslovaquia, Hungría, República Checa, Rumanía, Bulgaria, Eslovenia, Croacia y Albania, amén de la veterana Turquía, más las controvertidas y previstas ampliaciones a Georgia, Moldavia y Ucrania. Hizo una gracieta contra Putin “y los hijos de Putin”, negó que la política se aprenda en las Facultades de Ciencias Políticas –“solo Kennedy procedía de ella”, precisó– para alardear luego que en 1991, “nos tocó decirle a Gorbachov que le quedaban tres telediarios”.

Tras ironizar sobre el hecho de que “se habla de economía post-pandemia cuando aún no hemos salido de ella” –él mismo sufría la enfermedad hasta hace unos días, reconoció– se pronunció a favor de “un pacto de rentas semejante a los Pactos de la Moncloa”, suscritos en octubre de 1977 con una inflación, entonces, del 26%. El pacto que propuso Felipe González sería relativo a contención de salarios, beneficios y racionalización de la política monetaria. “La arrogancia de tener toda la verdad es gravísima, porque no la tiene nadie” dijo y, en nuevas y presumibles alusiones a sectores del Gobierno de coalición, recordó: “Usted no puede participar en el Gobierno si no sabe cómo funciona la ley de Régimen Jurídico de la Administración del Estado, que establece cómo se procesan las decisiones”. Refirió luego una anécdota sobre los resultados electorales de 1982 cuando el PSOE recibió el 47,8% de los votos, si bien él preveía recibir no más del 30%. “Miquel Roca me recordó que esa diferencia eran votos prestados, pero yo le respondí que sí, que eran prestados, pero que los electores me los habían dado a mí”. A propósito de Europa, Felipe González destacó que la cesión de soberanía que la Unión exige por parte de cada Estado, implica “no su pérdida, sino el propósito de compartir una soberanía común, asentada sobre una común ciudadanía europea”. Y resaltó que en los 14 años de sus sucesivos gobiernos, “las relaciones con Argelia y Marruecos habían sido muy buenas”. A una pregunta sobre si la política en España había perdido calidad, respondió: “hombre, un poquito, si”. Y sentenció: “yo era y sigo siendo reformista y no he sido nunca de una izquierda funcional a la derecha”.

Empresas, formación y talento

En el debate sobre Las empresas españolas ante el reto de la globalización, moderado por Gloria Fernández-Lomana, fundadora y presidenta dela Fundación 50&50 Gl, intervinieron Eduardo Olier Arenas, presidente del Instituto Choiseul y John Scott, escocés afincado en España, ex vicepresidente mundial de la compañía KPGM y ex presidente de la sección española. El tema de las relaciones entre Universidad y la perspectiva de la formación para la empresa surgió a la palestra, así como la rapidez de la digitalización empresarial –considerada como consecuencia de la globalización– que requiere, según los conferenciantes, una adaptación tanto de los productos como de los servicios resultantes. Eduardo Olier Arenas hizo una apuesta por la Inteligencia artificial para el desarrollo del capital humano y John Scott y Fernández-Lomana se pronunciaron asimismo por una mejora necesaria de la denominada gestión del talento, con referencias a la ausencia de mujeres en las cúpulas directivas de las grandes compañías. Especial atención mereció el peso del turismo en España, la política exportadora, los déficit de productividad y el precio de la electricidad. Asimismo, fue evocado el tema nuclear, destacándose que en Europa, que renunció a su expansión con efectos que hoy se enjuician, tan solo existen en marcha dos proyectos de centrales nucleares.

En el capítulo correspondiente a La Unión Europea y la OTAN, Ronan de Cadoudal, Coronel de Infantería y Agregado militar de Defensa de la República Francesa, informó de que, en España, operan 3.600 empresas francesas que generan unos 350.000 empleos. Señaló que todos los directivos de las compañías galas son consejeros gratuitos de la política exterior de Francia, que mantiene en el extranjero hasta 126 cámaras de comercio conjuntas, en 95 países distintos. En su intervención, el coronel Cadoudal puso de relieve que persiste la opción francesa que apuesta por la autonomía estratégica de la Unión Europea y remarcó la bonanza del vínculo franco-alemán, pese al histórico pasado de confrontaciones bélicas. Después de destacar que tras la muerte cerebral en la que se hallaba la OTAN meses atrás, según lo definiera entonces el presidente Emmanuel Macron, la guerra en Ucrania ha supuesto un “electrochoque” de reactivación. Propuso luego una mejora de la distribución de las misiones de la OTAN, una fortificación de la defensa y la seguridad colectivas y una implementación europea en la gestión de las crisis, en concordancia con que los europeos “asumamos más responsabilidades sobre nuestra seguridad y el desarrollo de nuestras capacidades militares”.

Aludió luego Cadoudal a la debilidad del papel internacional de la ONU –“cada vez se escucha menos su voz”, dijo–. Abundó en la importancia de los medios empleados para obtener información de Inteligencia en la presente coyuntura y destacó que el volumen disponible de información es de tal magnitud que requerirá de la Inteligencia artificial para su procesamiento, al tiempo que se pronunciaba por unos medios de comunicación más seguros; asimismo, proponía el desarrollo del transporte estratégico, dentro de la reducción evidente del tamaño de los ejércitos. A su juicio, ello determina “la necesidad de disponer de unidades más grandes, con pocos efectivos pero mejor preparados”. Preconizó la importancia de la reversibilidad bidireccional entre la industria civil y la militar, orientada también hacia el esfuerzo de guerra añadiendo que “comprar armamento en otro país es gasto mientras hacerlo aquí implica inversión”. Culminó su intervención acentuando “el peligro de depender de un solo proveedor en cuestiones de energía y seguridad” y, durante las preguntas, hizo referencia a la “desilusión” causada más que por la cancelación de la venta –ya pactada– de 12 submarinos nucleares por parte de Australia a Francia, que construirá Estados Unidos, por la exclusión francesa del AUKUS, tratado entre países anglosajones versado hacia China, por implicar, por parte de los signatarios, un desconocimiento del ascendiente francés sobre amplias zonas del Océano Pacífico, donde el país galo mantiene una presencia insular histórica.

Algunas preguntas demandaron información sobre la situación en Mali, donde el agregado militar francés señaló que la presencia militar directa de Francia ha durado 9 años. Y ello hasta que el Gobierno maliense decidió prescindir de ella, pese al combate contra el yihadismo allí librado por las fuerzas francesas con artillería, aviación y carros de combate. Consideró que la presencia rusa allí es un hecho a través de los mercenarios de la compañía Wagner, que criticó, pese a admitir que Rusia ha sido una de las potencias más involucradas en el combate antiyihadista, señaladamente en Siria. A propósito de Argelia, puso de relieve el repliegue de las fuerzas islamistas tierra adentro hacia el sur desértico saheliano, tras el golpe de Estado que apartó del poder al Frente Islámico de Salvación, tras vencer electoralmente en las urnas, dando origen a una inestabilidad evidente en toda la zona subsahariana.

Destino de la OTAN

En el capítulo denominado La OTAN, de dónde viene, dónde está y adónde va, el Teniente General de Infantería de Marina, Francisco de Paula Bisbal Pons, director del Centro Superior de la Defensa Nacional, CESEDEN, partió de considerar a la alianza como la mayor y más importante organización de seguridad de la historia. Resaltó la importancia del texto de la Carta Atlántica, de cuyos 14 artículos el quinto demanda la respuesta conjunta de todos sus miembros ante el ataque contra uno de ellos y la toma consensuada de decisiones. Repasó la historia de la organización, sus incorporaciones, como la de España en 1981, refrendada en 1986 y la integración en 1999 a su estructura militar, así como, en el año 2001, fecha de la primera amenaza global invocada por la Casa Blanca tras los ataques contra las torres gemelas de Nueva York y el Pentágono de Washington.

Aludió el teniente general Bisbal a la incorporación de los Estados bálticos y la de los países fronterizos de la Federación Rusa a la OTAN, así como a los diferentes conceptos estratégicos, innovados cada década, con la incorporación de directrices sobre gestión de crisis, defensa colectiva y seguridad cooperativa. En 2014 se produce la absorción de Crimea por Rusia y en 2015 surge la visión de 360 grados, que implicaba un salto cualitativo hacia la mundialización de la presencia de la OTAN a escala planetaria. El último concepto estratégico ha sido formulado en la cumbre de la OTAN en Madrid y tras considerar a Rusia como el principal enemigo, e incorporar la prevención como principio – principio que ha dado origen de las guerras preventivas– incluye un apartado relativo a China, que ha transitado desde la condición de socio a la de competidor estratégico. La OTAN, “que a nadie amenaza”, dijo, en su actual concepto atribuye a China “un desafío sistémico a la seguridad y a los valores” occidentales. Tras subrayar que Rusia tiene 1600 cabezas nucleares dispuestas, más 4800 en reserva, recordó la frase de Albert Einstein según el cual, “la cuarta guerra mundial se librará con palos y piedras”, en referencia a las consecuencias de un conflicto nuclear.

Los retos del siglo XXI, en su dimensión tecnológica, fueron abordados en mesa redonda por Gonzalo León, de la Universidad Politécnica de Madrid, que reivindicó que “si se desea conseguir la autonomía estratégica para Europa y para España, será preciso conseguir previamente la soberanía tecnológica en sectores clave de la economía”. Junto con Vicente López Ibor, presidente de la Federación Europea de Derecho de la Energía, abordaron el tema de la energía nuclear, recién declarada verde por la Comisión Europea, y se apuntó a la energía de fusión, aunque quedó en el aire el tema de los residuos nucleares de alta intensidad procedente de los reactores de fisión.

Por último y previa a la clausura del Curso de Verano por el director del CESEDEN, se presentó el cuaderno de Estrategia “China, el desafío de una potencia global” elaborado por analistas del Instituto Español de Estudios Estratégicos y explicado por algunos de sus redactores, como el Teniente Coronel Andrés González Martín, analista del Instituto, Carlos Echeverría Jesús, del Instituto Universitario General Gutiérrez Mellado, María de los Ángeles Alaminos, de la Universidad de Loyola y Erika Rodríguez Pinzón, de la Universidad Complutense. “China”, según González Martín, “despliega una guerra política que altera las reglas del orden en Asia y a escala mundial”.

Pese al espacio reservado por los organizadores del Curso sobre Tendencias Geopolíticas para las preguntas de los numerosos asistentes en cada una de las ponencias, la gran cantidad de público, más la amplitud de los temas tratados y sus implicaciones, no permitieron desplegar críticas alternativas sobre los principales asuntos abordados, algunos de ellos, opinables como todos los concernientes a materias geopolíticas. Los formatos actualmente vigentes para este tipo de eventos, la individuación de las cuestiones y la amplia ambición de los programas reducen aquella posibilidad, si bien la riqueza temática contemplada abre una invitación pormenorizada a la reflexión y la crítica, propósito añadido del curso según sus mentores. “La oportunidad de los temas tratados, la calidad de los ponentes y la entidad de la audiencia” dijo el general Dacoba Cerviño, “forman parte de objetivo del CESEDEN por divulgar la cultura estratégica, sobre la que se apoya la arquitectura de la seguridad y la defensa de España”.

Rafael Fraguas (1949) es madrileño. Dirigente estudiantil antifranquista, estudió Ciencias Políticas en la UCM; es sociólogo y Doctor en Sociología con una tesis sobre el Secreto de Estado. Periodista desde 1974 y miembro de la Redacción fundacional del diario El País, fue enviado especial al África Negra y Oriente Medio. Analista internacional del diario El Espectador de Bogotá, dirigió la Revista Diálogo Iberoamericano. Vicepresidente Internacional de Reporters sans Frontières y Secretario General de PSF, ha dado conferencias en América Central, Suramérica y Europa. Es docente y analista geopolítico, experto en organizaciones de Inteligencia, armas nucleares e Islam chií. Vive en Madrid.