Pudiera ser que de tan manoseados parecieran personajes menores o no tan mayores. Y, sin embargo, temerario lector, busca en los libros, asalta bibliotecas, devánate los sesos y no hallarás señores tan bien pintados, pareja tan extrema en gracia y cordialidad. Caballero encantado, escudero encantador, don Quijote y Sancho, y sus sucesos de corrido, son una colosal mancha, de palabras en hilera, un prodigio en la desembocadura del tiempo. Este domingo, en el aniversario de la muerte de Miguel de Cervantes, creador de tan peregrinas criaturas, se recuerda con particular énfasis a sus héroes, aunque para estos tipos desusados, todo el año, y aun todo el siglo, es domingo. Yo he venido a dar en las últimas y mal contadas semanas en un hecho que me ha cambiado la traza de los asuntos; es el caso que he prestado oído a algo que estaba ahí, pero me había pasado en descuido: la literatura en podcast. Y no cualquier literatura, no una obra entre el montón ingente de las creaciones, sino el libro por antonomasia, las venturas y desventuras del gordo y el flaco de la Mancha. Le pasé el audio de un capítulo a mi amigo José Manuel Falcet, conocido en el siglo como Macaón, que es hombre bregado en prosas, y me contestó: “Está muy bien hecho. Da la impresión de que es otro Quijote, con un lenguaje más rico”. Y es justamente así. El podcast se titula El Quijote entero y cuenta con la voz asombrosa de Cipriano Lodosa en el papel de el Caballero de la Triste Figura y la muy lograda de Ángel Ramón Jiménez en el de Sancho, y otras setenta voces más, que ponen en vivo a los personajes de la obra, que está completa, sin faltar una coma, desde “En un lugar de la Mancha” hasta el postrero “Vale”, con que concluye Cervantes la segunda parte de su cuento.