En las ultimas semanas algunas noticias han contribuido a generar más turbiedad en un mercado tan de por sí opaco como es el inmobiliario. Por una parte, a finales del pasado mes de septiembre la escalada de los precios del alquiler fue matizada por los datos publicados por el Ministerio de Fomento, basados en las fianzas de los alquileres. Por otra parte, he tenido ocasión de leer en un digital un análisis que intentaba demostrar que las viviendas turísticas no son una presión realmente seria que justifique el alza del precio del alquiler. Y por último, han aparecido en los últimos días noticias sobre comparativas que hablaban de un coste menor de la compra sobre el alquiler partiendo del esfuerzo medio sobre la renta disponible en determinadas zonas. Esto último tenía como fuente un portal inmobiliario, justo el tipo que ha sido puesto en cuestión por el Ministerio de Fomento. Obviamente, no es una casualidad, pues los mayores y más conocidos portales inmobiliarios en España están financiados por empresas del sector, las conocidas SOCIMI, por lo que son mecanismos para disparar los precios al alza. Y como remate a este gancho de entrada, de nuevo empiezan a verse en nuestras ciudades aperturas de locales comerciales ocupados por inmobiliarias. ¿Qué sentido tienen estos movimientos?