Ciencia, tecnología y cambio social
El ser humano tiene una extraordinaria capacidad de desarrollo y perfeccionamiento, siempre y cuando se den las condiciones sociales para ello. Frente al ser humano mesurado y espiritual de la Edad Media, la burguesía, con su carácter dinámico, transforma las relaciones de éste con su entorno vital. El ser humano que surge con la Revolución Francesa y la Revolución Industrial, básicamente productor, podría haber devenido en un mecanismo, susceptible a la manipulación y sólo mediante un pacto social se pudo evitar que quedará subsumido en una dinámica vital alienante. Un nuevo pacto social que hizo necesario redefinir y transformar los derechos universales e incluir nuevos derechos (entre otros, entre los más actuales, los genéticos[1] y los denominados neuroderechos[2]).
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