Madrid Km. 0
Esa Puerta del Sol, antaño casi arrabal y punto de encuentro de la progresia liberal y librepensadora de los principios del Siglo XX, dio paso al Madrid gris de los silencios, con la instalación de la siniestra Dirección General de Seguridad,… y como por arte (arte de birlibirloque) - de sables y pistolas-, pasó rápido de la racionalidad napoleónico-jacobina, a la imprecisa radialidad política del desarrollismo franquista con sus empantanados pantanos. Y todo, por lo que parece, dejó una duradera (indeleble) huella en nuestra cultura cívica y política, y en especial en la capitalina: es lo que tiene vencer sin convencer, que entonces emerge una corte de aprovechados, estraperlistas, advenedizos y pelotas, que se convierten en vara de medir (y en vara de azote fácil y escarmiento ejemplificante).
- Publicado en Opinión