Hace justo un año publiqué un artículo sobre el uso del Burkini y la doble moral, esa moral que te hace opinar a base de contradicciones entre quienes están a favor o en contra. Era curioso observar a cargos del Partido Popular posicionarse a favor de la libertad de usar esa ropa de baño homologada, que todo hay que decirlo, sobre todo para quienes ignoran que sí existe una norma que especifica qué se puede usar o no, y luego estar en contra de la libertad de una mujer para decidir sobre su maternidad. O haber leído actitudes negativas e insultos hacia quienes rechazaban esta prenda, asegurando que todas lo hacen por libertad, pero luego se echaban las manos a la cabeza cuando una servidora denunció el discurso retransmitido por Benaissa en una televisión pública, que obligaba a las mujeres a no usar tacones ni airarse con perfume, pues entonces serían unas fornicadoras, vamos, lo que comúnmente se llama "una puta".