Tacatás
Albert Rivera, que nunca fue la rueda más inflada del triciclo, se presentó en un debate en televisión con un adoquín y unos días después pasó de 57 diputados a una decena. Pablo Iglesias, que sí presumía de ser un tipo inteligente, contestó “comunismo” al dicotómico eslogan de Isabel Díaz Ayuso. Pablo Casado no tuvo que hacer nada: su insignificancia política lo aplastó. Sí que planteaba una estrategia razonable Pedro Sánchez al escoger la prudencia y no jugar la partida en el tablero de otros y aquello le repercutió positivamente en las últimas elecciones.
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- Publicado en Tribuna Libre
- Escrito por Aldo Conway