De cómo la prensa ha tratado el fallecimiento de famosos homosexuales
- Escrito por Leopold Estapé
- Publicado en Arco Iris
La morbosidad y el negacionismo sigue rodeando la muerte de homosexuales y transexuales, sean víctimas, o famosos, o mueran por causas naturales.
El tratamiento informativo que siguen dando algunos medios de comunicación ante los recientes asesinatos en Bilbao o La Coruña (Samuel) contra homosexuales sigue siendo estigmatizante. “Es por su forma de vida” “es una pelea de jóvenes” “No es delito de odio”...
Al fallecimiento de Gregorio López Barba un medio de comunicación explicó que era homosexual y había tenido pareja masculina, lo hizo para desacreditarle. Otro medio le atacó diciendo que señalar la homosexualidad de alguien dañaba su imagen pública. Era el año 2012, España ya hacía años había reconocido la igualdad de derechos.
Así podemos ver el nefasto trato informativo que determinados medios de comunicación dan al fallecimiento de homosexuales o transexuales, como en su día ocurrió con George Michael, o con La Veneno. O con la noticia que nos llega a diario de personas asesinadas en el mundo por el simple hecho de ser transexuales u homosexuales. Aquí en los años finales del franquismo sufrimos la homofóbica pluma de escritores populistas como Emilio Romero o Enrique Rubio lanzando artículos incendiarios contra la diversidad sexual y de género desde Pueblo o Porque.
Con la muerte de homosexuales o transexuales muchos periodistas sacan su patita mas intolerante, su única intención es vender una noticia, sea falsa o no. El amarillismo hoy es un valor que se ha extendido, la verdad poco importa. Pero este tipo de pseudo-periodismo muchos homosexuales lo han sufrido de por vida y aún más al morir. Aquí os muestro como contaron los medios de comunicación la muerte de cuatro famosos homosexuales que triunfaron en el mundo del cine.
Antes del estreno de su película “Tabú”, FW Murnau (1888-1932) sufrió un terrible accidente que le costó la vida. Le acompañaba su joven amante filipino, que supuestamente conducía. El escándalo estaba servido y la prensa aireó e inventó detalles de su fallecimiento. A una vida disoluta, como le suponían por ser un homsesual, se unía el hecho falso de que el accidente se había producido mientras el cineasta realizaba una felación, es decir tenía el pene de su amante en la boca. A pesar de que jamás se ha demostrado, el rumor ha quedado como cierto.
Ramón Novarro (1899-1968) murió tras unas horribles torturas en su propia residencia. La policía encontró el cuerpo desfigurado y mutilado Los asesinos, los hermanos Paul y Tom Ferguson, buscaban un dinero inexistente, al final se llevaron cuadros y cuanto de valor encontraron a su paso.
La prensa aireó que habían estado invitados a una orgía homosexual, que eran católicos y una voz interior les llamó a matar al célebre actor mexicano por su "perversión sexual" y que los golpes los habían realizado con un enorme dildo regalado por Rodolfo Valentino, encontrado en la boca del actor. Sacaron a la luz datos de su vida privada y sus supuestas adicciones al alcohol.
En febrero de 1976 fue asesinado en la puerta de su casa el actor Sal Mineo, tenía 37 años. Pronto la prensa sensacionalista publicó que el crimen tenía que ver con sus gustos homosexuales, por lo que llamaron “su forma de vida”, aireando su especial tendencia por los rituales sadomasoquistas y las drogas. La realidad era muy distinta, su asaltante no le conocía, solo estaba interesado por su reloj y su cartera.
Sal Mineo jamás ocultó su homosexualidad, presumía de haber tenido relaciones sexuales con muchos actores y prohombres del mundo del cine, aunque jamás reveló sus nombres.
Cuando en noviembre de 1975 aparecía el cadáver de Pier Paolo Pasolini en una playa de Ostia, la prensa y la policía se apresuró a señalar que se trataba de un crimen pasional. Su cuerpo estaba apaleado, golpeado y atropellado, pero se culpó a un jóven que había estado con él, a pesar de que las evidencias señalaban la imposibilidad de que él fuera el autor.
La idea del crimen pasional se unió a una campaña populista de la prensa añadiendo morbosidad y culpando a la “vida disoluta” del genial intelectual italiano. Tenían un culpable y a pesar de su inocencia fue condenado, dejando sin investigar a los verdaderos asesinos.
Leopold Estapé
Experto en historia LGTBI.