La CGT italiana y el paro después de la Gran Guerra
- Escrito por Eduardo Montagut
- Publicado en Textos Obreros
El objetivo de este artículo es dar a conocer la interpretación que la Confederación General del Trabajo y la Confederación General de la Industria de Italia hacían del paro al terminar la Primera Guerra Mundial. Creemos que supone un material de interés para conocer la situación laboral y socioeconómica de Italia en el período previo a la llegada del fascismo.
Las dos centrales sindicales habían organizado, cada una por su cuenta, una investigación acerca de la crisis de trabajo que padecía Italia hacia 1921. Debieron elaborar un cuestionario, cuyas respuestas se canalizaron a través de las Cámaras de Trabajo, que eran las uniones locales de los Sindicatos, así como de las Federaciones nacionales de Oficio, se había llegado a las siguientes conclusiones:
1ª Existía una desproporción entre la producción encargada y la mano de obra disponible. Esa desproporción se había visto agravada con el regreso a la vida civil de los soldados licenciados al terminar la contienda, los cuales no podían ser readmitidos en sus antiguos puestos de trabajo, viéndose obligados a ocuparse en cualquier trabajo por el salario que se les ofrecía, provocando una depreciación de los mismos.
2ª Se había producido un fenómeno de descapitalización de la industria. El capital había huido de la industria para encauzarse hacia los negocios financieros porque producían más rendimientos.
3ª La paralización de las industrias de guerra.
4ª La competencia de los productos extranjeros que habían invadido el mercado italiano porque eran más baratos, especialmente por la falta de materias primas en Italia.
Por otro lado, el paro en el sector de la construcción era achacado por los Sindicatos al abandono que había hecho el Gobierno respecto a las obras públicas que no había iniciado. En este sentido, no se estaban transfiriendo fondos a los Ayuntamientos.
También era muy preocupante la falta de trabajo en la industria del vestido, calzados y sombreros con masivos despidos y reducción de jornadas para los trabajadores que no eran despedidos.
En relación con la industria siderúrgica también había aumentado el paro, con despidos constantes de obreros.
La industria de las conservas alimenticias estaba en crisis, especialmente porque ya no había suministros para el Ejército.
El único sector que parecía ir bien era el naval.
Hemos trabajado con el número 3743 de El Socialista, del día 8 de febrero de 1921.
Eduardo Montagut
Doctor en Historia. Autor de trabajos de investigación en Historia Moderna y Contemporánea, así como de Memoria Histórica.