El SPD y la unificación alemana
- Escrito por María Oliva Gómez Riestra
- Publicado en Historalia
El concepto cuestión alemana se empleó ya en el lenguaje de la diplomacia desde principios del siglo XIX, llegando a ser del dominio general en el marco de las deliberaciones de la Primera Asamblea Nacional alemana de 1.848. Pero sin duda la cuestión alemana estuvo ligada a los intereses europeos al menos desde la Guerra de los Treinta Años. Con el condicionamiento de la situación central de Alemania en el continente, y de su peso político, todas las cuestiones interalemanas vinieron a ser, a la vez, cuestiones europeas.
En 1.871, la cuestión alemana quedaba resuelta con la fundación del imperio alemán; pero con la I y II Guerra Mundiales dicha cuestión cobró nueva actualidad en virtud de la discusión de las potencias vencedoras acerca de lo que debería acontecer con respecto a Alemania.
Después de 1.945, bajo la cuestión alemana se planteaba para los mismos alemanes el problema de hacer efectivo el derecho de autodeterminación de los alemanes todos, así como la reconstrucción de la unidad estatal dentro de una Europa asentada en la libertad.
Tras la II Guerra Mundial, una Alemania completamente destruida, y derrotada, debe enfrentarse con un futuro tan poco esperanzador, como podía resultar el vivir en un país dividido en cuatro zonas controladas cada una de ellas, por un ejército victorioso correspondiente a Francia, Gran Bretaña, Estados Unidos y la Unión Soviética, y al mismo tiempo intentar sobrevivir al hambre y a la destrucción.
Los aliados pronto pasarían de la ocupación a la división del país, dado que el enfrentamiento entre el Este y el Oeste comenzaría a hacerse manifiesto a finales de la década de los 40.
HISTORIA:
La ceremonia de capitulación alemana tuvo lugar el 7 de mayo de 1.945 en Reims. La rendición quedaría completada en Berlín el día 9 del mismo mes, dando lugar a una paz militar, ya que los aliados renunciaron a imponer cualquier tipo de capitulación de carácter político.
El 5 de junio los aliados comunicaron su decisión de dirigir Alemania, manteniendo teóricamente la existencia de la nación, pero asegurándose, sin embargo, la soberanía interior y exterior. Alemania debía volver a sus fronteras del 31 de diciembre de 1.937. Dentro de ellas quedaba incluido el territorio del Sarre, pero no las demás anexiones del Reich.
Quedaban así cumplimentados los propósitos recogidos en el comunicado final de la Conferencia de Yalta, de 11 de febrero de 1.945: "Nuestro inflexible propósito consiste en destruir el militarismo alemán y el nazismo y asegurarnos de que en lo sucesivo no podrá jamás Alemania perturbar la paz del mundo".
El país quedó primero dividido en 3 zonas, y posteriormente en 4 para dar cabida a Francia en el reparto.
Mientras la URSS y Francia pretendían, cada una por su lado, que se prolongara la división alemana, Gran Bretaña y Estados Unidos, apoyaban la idea de una nueva Alemania liberal, centralizada y fuerte. Proyectaron los anglosajones una fusión de zonas, que logró hacerse realidad, pero a principios de 1.947. Hasta el otoño de 1.949, una vez constituida la República Federal Alemana, no se unió la zona francesa a las anteriores.
La ruptura definitiva ya comenzaría en el año 1.946, ya que ante la oferta de incorporar a la zona soviética a la bizona, fue interpretado por Moscú como un intento de extender hacia el este la influencia norteamericana. Quedaban enfrentadas dos posturas contrapuestas: la de quienes veían la fragmentación como algo irreversible, y la de quienes defendían la idea de una Alemania unida, pero neutral y mediadora entre ambos bandos.
A partir de 1.946, en que se celebran elecciones municipales en las zonas occidentales, surgen ya los grandes partidos configuradores del futuro: cristiano-demócratas (CDU), socialdemócratas (SPD) y liberales (FDP).
Desde fines de 1.947, Washington propicia abierta y decididamente la idea de fundar un Estado federal separado, sobre las zonas occidentales. Se aplica, como uno de los pasos más eficaces para el proceso, una reforma monetaria. Con la aparición del marco occidental queda rota la unidad económica alemana que se había logrado en 1.834 con el Zollverein.
La decisión de fundar un Estado en la parte occidental fue impuesta a los alemanes en el verano de 1.948. El 1 de julio fueron convocados en Frankfurt los distintos ministros de los Länder para tratar, por primera vez, del futuro económico del país. Mediante un ultimátum se fuerza a los políticos alemanes a impulsar la conformación de un nuevo Estado, siempre limitado por el Estatuto de Ocupación.
En lugar de preparar una Constitución, se opta por una Ley Fundamental, que posibilitaba el mantenimiento de la idea de una futura Alemania unida.
La URSS en su zona particular, encauzaba sus actividades para llevar a cabo la configuración de un nuevo Estado. A partir de 1.947, y tras la refundación del Congreso Popular Alemán, bajo el lema "La unidad alemana y una paz justa", había dado un viraje. Ahora, decidió la elección de un Consejo Popular (Volksrat), semejante a un Parlamento, encargado de elaborar una Constitución para una República Democrática Alemana (RDA).
Sin embargo Moscú decidió esperar hasta ver el desarrollo de la zona occidental, y sería tras la aprobación de la Constitución de la RFA, y de las elecciones al Bundestag del 16 de agosto de 1.949, con la victoria de la CDU por un 31% de votos, seguido por el SPD con un 29,9%, cuando se proclamaría la fundación de la República Democrática Alemana, el 7 de octubre.
El surgimiento de dos estados enfrentados, en un antiguo territorio nacional, consiguió que el enfrentamiento entre alemanes, se extendiera también al ámbito internacional, así si un país reconocía a una de las dos Alemanias, significaba la ruptura de relaciones con la otra, de manera automática.
EL SPD Y LA OSPOLITIK:
El SPD fue el único partido que se opuso a la Ley hitleriana de plenos poderes de marzo de 1.933, pero a pesar de ello no resurgió como victorioso tras la II Guerra Mundial, y continuó lastrado con una profunda herencia marxista que le acercaba, por una parte, a la evolución de los países del Este, y por otra le alejaba, cada vez más, de un posible gobierno en la órbita occidental.
El Congreso de 1.946 configuró al SPD como un partido de masas, y organizado con más de 800.000 afiliados. Su programa exigía reforma agraria, nacionalización de la gran industria, y una política de planificación y cogestión bajo la dura mano de KURT SCHUMACHER, el mayor rival de ADENAUER, hasta su muerte en 1.952. El líder socialista mantenía además una política nacionalista, intransigente con los ocupantes hasta el punto de llegar a calificar a ADENAUER de canciller de los aliados.
Fuertemente influido por los partidos socialistas británico y escandinavo, será cada vez más capaz de aligerar su carga marxista. Fracasos electorales en las elecciones generales, y sin embargo jalonada us trayectoria de éxitos en las regionales.
El Congreso de Stuttgart (1.958) supuso una profunda revisión de sus postulados: se convirtió a una política de defensa y se abrió a un atlantismo poco favorable a las negociaciones con el Este. La retórica tradicional marxista sería abandonada en favor de un keynesianismo orientado al consumo y basado en una coalición de diversos intereses.
El Congreso de Bad Godesberg de 1.959 fue el inicio de un nuevo programa por el que se abandonó definitivamente la cuestión de las nacionalidades, definió la economía de mercado y evolucionó desde las posiciones de partido de clase hasta las de partido popular. Excluyó también de su programa cuantas tendencias resultaron sospechosas de marxismo. Se contemplaba, asimismo, la aproximación programática del partido al poder político y la legitimación de la permanencia en el poder como fin, en lugar de como un medio. El éxito del compromiso socialdemócrata, produjo un efecto que resumiremos en 5 puntos:
1.- El crecimiento de la socialdemocracia y el keynesianismo orientado al consumo proveyeron los mejores instrumentos económicos para promover una estrategia de acumulación en un periodo de prosperidad económica general.
2.- El largo período de fijación de la socialdemocracia con el progreso tecnológico, ayudó al capital a que persiguiera una estrategia claramente exportadora.
3.- Se creó una atmósfera de liberalización cultural en el escenario internacional y en la política interna.
4.- Se garantizaba a la clase obrera una porción creciente de acuerdo al desarrollo económico.
5.- La socialdemocracia se comprometió a proteger y ayudar a todos los "perdedores" dentro del modelo del Estado de Bienestar, siempre que esos perdedores fuesen pocos, y estuviesen comparativamente a poca distancia.
En las elecciones de 1.965 el SPD obtuvo 202 escaños, 6 más que la CDU, lo que supuso una enorme dificultad para la formación del 2º gobierno ERHARD, que presentaría la dimisión el 30 de noviembre de 1.966.
Su sucesor KURT GEORG KIESINGER, llamó al SPD para formar un gobierno de coalición. WILLY BRANDT sería ministro de Asuntos Exteriores del nuevo gobierno a partir del 1 de diciembre de 1.966. Desde entonces se empezaría a hablar de la Ospolitik, o política de acercamiento al este.
Esta política se haría más clara cuando el SPD formó gobierno, tras las elecciones de 1.969, y con el apoyo del FDP. Así en sus primeras declaraciones como canciller, WILLY BRANDT, expone la existencia de dos estados en Alemania, haciendo referencia a unas acciones concretas, negociaciones con la URSS y propuesta de conversaciones con la República Popular de Polonia.
WILLY BRANDT precisó los conceptos de Ospolitik en el informe sobre el estado de la Nación ante el Bundestag:
"La idea de nación constituye el lazo de la Alemania dividida. En el concepto de nación se unen realidad histórica y voluntad política. Nación significa y abarca más que lengua y cultura común, como Estado y ordenación de la sociedad. La nación tiene su base en el permanente sentimiento de unidad de los hombres de un pueblo. Nadie puede negar que, en este sentido, existe y existirá, en el futuro previsible, una nación alemana".
El canciller de la RFA, propuso sus condiciones para intentar un acuerdo de normalización entre las relaciones de los dos Estados alemanes, lo que sin duda contribuiría a la distensión y a la seguridad en Europa. El objetivo sería buscar lo que une, dejando a un lado las cuestiones diferenciadoras.
El encuentro entre los líderes de la Alemania dividida se produciría por primera vez el 19 de marzo de 1.970 en la ciudad de Erfurt. Se produjeron dos conversaciones el mismo día entre WILLY BRANDT y WILLI STOPH.
Aunque no se llegó a ningún acuerdo, podríamos extraer dos ideas claras: -Que el encuentro era de trascendencia política. -Que los dos gobiernos tenían una gran responsabilidad en que nunca más de suelo alemán volviera a nacer una guerra.
Las declaraciones realizadas por STOPH, resultarían profética a largo plazo:..."Si conforme a sus propias declaraciones también la política del Gobierno Federal se basa en los acuerdos de París, la fórmula de las relaciones interalemanas no puede tener otro sentido que el de extender el sistema de gobierno de la República Federal a la RDA, incorporándola al pacto de la OTAN..."
Erfurt no resultó demasiado provechoso, había sido mayor la voluntad que los resultados, pero quedaba fijada la fecha para un segundo encuentro en la ciudad de Kassel, y esta sería el 21 de mayo. WILLY BRANDT presentó un programa de 20 puntos, que aunque no alcanzó un acuerdo con su homólogo oriental, durante esta reunión, el cumplimiento de estos 20 puntos se iría logrando poco a poco a lo largo de dos años.
La URSS, como el "gran hermano" que velaba por las conversaciones entre las dos Alemanias vió con buenos ojos la celebración de estos dos últimos encuentros, y dió el visto bueno para que WILLY BRANDT y su ministro de Exteriores, WALTER SCHEEL, se trasladasen al Kremlin durante los días 11 a 13 de agosto. ALEKSEI KOSSYGIN y ANDREI GROMYKO serían los oponentes de los alemanes en la firma del Tratado.
Aquí sí pueden hablarse de resultados concretos porque se trataba de una firma cuyos detalles habían sido establecidos de antemano. Se produjo también un encuentro entre BRANDT y LEÓNIDAS BREZNEV durante cuatro horas, lo que desató los más profundos análisis y comentarios. Los alemanes del Este debieron bajar sus pretensiones al constatar que sus jefes de Moscú empezaban a marchar por un camino distinto. En Moscú se acordó la confirmación de fronteras y la renuncia al uso de la fuerza por parte del la RFA.
Los Cuatro Grandes tras amplias conversaciones en Berlín, llegaban el 12 de agosto de 1.971 a un acuerdo que ratificaba el Bundestag, y que significaba la ampliación de facilidades por la RDA para la intercomunicación de los dos sectores de Berlín.
Todos estos logros fueron reconocidos a WILLY BRANDT, y por ello le sería concedido el premio Nobel de la Paz el 20 de octubre de 1.971. Durante el año 72 se logró por fín un Pacto en el que se reconocía:
-Una relación formal mutua.
-Cooperación para :la reunión de familias, la autorización de visitas y la libertad de prisioneros.
La convocatoria electoral del 19 de noviembre de 1.972 supondría el mayor triunfo electoral del SPD en toda su historia (230 escaños). La larga marcha de triunfos, revalidada en 1.973 por una solidez económica que hizo frente a las tremendas convulsiones de ese año, así como el primer viaje a Israel de un canciller alemán tras la II Guerra Mundial, quedaría frenada por el asunto Guillaume.
GÜNTER GUILLAUME era una refugiado de la RDA que llegó a occidente en 1.956 y fue escalando puestos hasta llegar a ser el secretario del canciller BRANDT. Se confirmó que GUILLAUME era un espía de la RDA. BRANDT presentó la dimisión (6 mayo de 1.974) ante el presidente HEINEMANN, también del SPD, que caería igualmente por el escándalo, siendo sustituido por el liberal WALTER SCHEEL, que había sido vicecanciller y ministro de exteriores con BRANDT.
La cancillería sería ocupada por HELMUT SCHMIDT, procedente de la cartera de Economía y Finanzas, y que parecía el hombre adecuado, sobre todo por su amistad con el presidente francés GISCARD D'ESTAING, lo que proporcionaba un acercamiento entre París y Bonn.
Frente a la política llevada a cabo por ADENAUER, que había contribuido a alejar cada vez más a las dos Alemanias, culminando con la construcción del muro de Berlín en 1.961, la política de distensión llevada a cabo por BRADT, abría un período que suponía el mantenimiento del statu quo, con un mayor entendimiento entre los dos bloques.
En 1.972 se firmaría el Tratado Básico, por el que se renunciaba al uso de la fuerza en sus relaciones y reconocían el carácter inviolable de sus fronteras. La Ospolitik creó un nuevo clima en las relaciones Este-Oeste, garantizando un futuro de paz, pero sin duda, alejando la cuestión de la reunificación a un futuro más o menos lejano.
El SPD continuó en el poder con HELMUT SCHMIDT como canciller hasta que en las elecciones de 1.980 obtuvo un triunfo muy minoritario, lo que provocó una moción de desconfianza por el líder de la CDU, HELMUT KOHL, en 1.982 que se convertiría -al haber triunfado esta moción- en canciller de la RFA hasta la actualidad, así como en el "padre" de la reunificación.
LA UNIFICACIÓN:
La apertura del muro el 9 de noviembre de 1.989 supuso el emblema de una nueva situación, la posibilidad de una reunificación que si bien era deseada por los alemanes, era muy temida por el resto de países europeos. Sin embargo esta unificación se produciría el 3 de octubre de 1.990.
El SPD y OSKAR LAFONTAINE a la cabeza optaba por una unificación lenta en donde los ciudadanos de la RDA luchasen por su propio futuro y no asumiesen una solución de sus problemas, diferida que se habría de traducir en una subida de impuestos a los alemanes de la RFA. Fricciones entre los políticos socialdemócratas del este y del oeste y la consiguiente falta de claridad a la hora de exponer cuál era la propuesta de los socialdemócratas para el futuro del país, llevarían al partido, que se daba por favorito, a obtener en las elecciones un modesto 21,84% de los votos en la RDA (18 de marzo de 1.990).
La posibilidad de una unión monetaria, económica y social se mencionó por vez primera el 7 de febrero de 1.990, con los comunistas aún en el gobierno de la RDA, y culminó con un tratado de 38 artículos, acompañado de 9 anejos, firmado el 18 de mayo en el palacio de Schaumberg. Fue concebido como el primer paso hacia el restablecimiento de la unidad alemana, entrando en vigor el 1 de julio. El acuerdo fue adoptado tras la aprobación por las dos cámaras legislativas de ambas Repúblicas.
Los socialdemócratas argumentaron en su contra el previsible aumento de la inflación, de los tipos de interés y del déficit público, nuevos impuestos y tasas enormes de desempleo en la RDA, que la acelerada aplicación del tratado supondría, pero acabaron votando a favor.
En aplicación del tratado se reconoció la libre circulación de los alemanes, y se introdujeron en la RDA las reglas básicas de la economía de mercado (propiedad privada, autonomía contractual, libertad de precios y salarios) y se establecieron las directrices para un nuevo sistema de seguridad social comparable al de la RFA. El tratado fijó las tasas de cambio del marco oriental por DM, en principio dos por uno, pero aplicándose la paridad para salarios y pensiones, así como para el ahorro hasta cierto umbral, variable según la edad de los ahorradores. La soberanía sobre la política monetaria se transferiría al Bundesbank.
Un segundo tratado, firmado el 31 de agosto en el Kronprinzenpalast berlinés rubricado por el Ministerio de interior de la RFA (Wolfgang Schämble) y el subsecretario de la RDA (Günter Krausse), remató e proceso de unión con una regulación detallada de la práctica totalidad de aspectos de la vida política, jurídica y social.
El 3 de octubre se incorporaba la RDA al ámbito de vigencia de la Ley Fundamental, según su artículo 23. Se recreaban 5 nuevos Länder: Brandeburgo, Mecklemburgo-Pomerania, Sajonia, Sajonia-Anhalt y Turingia, que habían sido suprimidos por la RDA en 1.952. Su financiación fue privilegiada transitoriamente respecto a la de los occidentales. También se decidió la capitalidad de Berlín. El 14 de octubre se celebraban elecciones en estos 5 nuevos Länder, obteniendo una importante mayoría la Democracia Cristiana, excepto en Brandeburgo.
Las elecciones definitivas se celebrarían el 2 de diciembre. Elecciones que certificaban la reunificación de las dos Alemanias. La coalición entre demócrata-cristianos y liberales sobrepasaron la mayoría absoluta, ya que obtuvieron el 54,8% de los votos.
El SPD obtuvo un 33,5% de los votos, lo que apartaría a OSKAR LAFONTAINE de la dirección del partido. Obtuvo el porcentaje de votos más bajo desde 1.957. Su gran heterodoxia le hizo contar con grandes antipatías entre los sindicatos (al proponer reducciones salariales y de horarios); de los empresarios (por su política radical en defensa del medio ambiente y en contra de la energía nuclear); de los conservadores (por sus propuestas de desarme unilateral); y de todos los que anhelaban una Alemania unida al pronunciarse a favor del artículo 146 y en contra de las ayudas a los exiliados de la RDA.
Su sinceridad al referir los peligros de una rápida unificación, así como su insistencia en la relación directa entre la rapidez con que se completase la unificación y el aumento de impuestos, junto a su exigencia para que todos los pertenecientes a otros Estados -incluidos los de la RDA- fueran tratados de igual manera, le hicieron acreedor de numerosas críticas.
WILLY BRANDT y HELMUT SCHMIDT, hicieron públicas críticas a las reticencias de LAFONTAINE a la unificación, lo que le daría el golpe definitivo a un partido con graves disensiones internas. LAFONTAINE se retiraría de la competición por la cancillería, siendo su sucesor BJÖRN ENGHOLM, un personaje mucho más tradicional. Las consecuencias de la unificación trajeron consigo un gran número de problemas económicos para todos los ciudadanos alemanes. En el Este aumentó el paro, y en el Oeste aumentaban los impuestos de manera alarmante (a pesar de las promesas electorales del canciller KOHL).
Conseguir que Alemania oriental alcanzara un rendimiento económico similar al de Alemania occidental en el tiempo más corto posible sería el objetivo más claro de todo el mundo político.
Sin embargo fue el inconveniente más grave de todos los aparecidos dado que, aún suponiendo que el crecimiento per cápita real en los años noventa de Alemania occidental fuera tan solo de un 1,5% anual como media, el crecimiento per cápita en Alemania oriental tendría que haber sido de un 16% anual para que el PNB oriental alcanzara al occidental por el año 2.000. Velocidad de crecimiento del todo imposible. Sin embargo durante el año 1.994 se produciría el "milagro económico". La economía alemana comienza a crecer de una manera importante y las expectativas de los años futuros resultaron aún más halagüeñas. Ello hizo que se observara un futuro muy optimista para la RDA.
EVOLUCIÓN DEL SPD:
La Alemania unida debilitó profundamente al SPD, dado que en las elecciones de 1.990 obtuvo solamente un 33,5% de los votos emitidos. El SPD cuenta únicamente con un 10% de sus votantes como afiliados al partido, lo que supone una menos que escasa participación política del ciudadano alemán.
Durante los años que se mantuvo en el poder, podemos analizar la problemática planteada al darse la independencia de actuación del Bundesbank. Debido a ello, no fue posible para la socialdemocracia alemana dirigir con efectividad un ataque enérgico al desempleo. Así la dirección global fue un desastre, al dar la responsabilidad para la estabilidad de precios al Bundesbank, encargado de proteger al Marco alemán, y abandonaba a tasa de desempleo a la determinación por parte de sindicatos y empresarios.
La República federal institucionalizó un reparto de papeles que fracasaba a la hora de cumplir los mandatos de crecimiento, estabilidad de precios, equilibrio comercial y bajo desempleo, así como presupuestos de la Ley de Estabilidad, pero que también obligó a los socialdemócratas a seguir un keynesianismo no deseado, lleno de austeridad y que fracasó a la hora de frenar el desempleo. Ello trajo consigo un enfrentamiento en sus bases y la expulsión definitiva del gobierno.
La socialdemocracia encuentra su plena realización en un período de crecimiento económico global. Su política económica tiende hacia una mejor planificación distributiva, el crecimiento macroeconómico global se convierte en una condición necesaria para cualquier reforma estratégica socialdemócrata que quiera tener éxito a largo plazo.
La debilidad de la economía global en la década posterior a 1.975, unida al incremento y la interdependencia correspondiente de las economías de los principales países capitalistas, llevó al descrédito de keynesianismo y a la implantación simultánea de mediadas austeras.
La política macroeconómica unida a una revolución tecnológica, contribuyó a una revolución total en el mundo laboral, que ocasionaría la desaparición de un gran número de trabajos, y otros muchos sufrirían múltiples transformaciones, aunque también surgirían nuevas actividades.
La obsesión socialdemócrata por el Estado, tomó relevancia en la RFA encontrando refugio en el hecho de tener en sus manos el poder estatal, y ello frecuentemente en detrimento de abrirse a las nuevas ideas que provenían tanto de las bases como fuera del ámbito de la socialdemocracia.
Esta estrategia defensiva trató de impedir la movilización laboral que mantenían unos sindicatos hostiles a un gobierno "amigo", haciéndoles saber que harían bien en aceptar la política de ajuste económico de los gobiernos socialdemócratas para que no tuvieran que cargar con gobiernos dirigidos por partidos de derechas neoliberales y neoconservadores mucho más mentalizados en la idea de la austeridad.
Todos estos problemas deben unirse al abandono en que sumió el SPD a los aspectos ecológicos, a la energía nuclear, a los problemas de los barrios, así como a otros muchos aspectos que van mucho más allá de los estrechos límites de la tradicional solidaridad de clase socialdemócrata, contribuyó al nacimiento de "nuevos" movimientos sociales, que confluirían en nuevos partidos que a partir de los años 80 disputarían a la socialdemocracia el ámbito de los partidos reformistas.
Tras la unificación alemana, el SPD pudo comprobar en las elecciones del 2 de diciembre de 1.990 que la clase trabajadora de la RDA después de 40 años de dictadura estalinista, caía en manos de la democracia cristiana. De hecho sería la clase trabajadora quien más alejada se encontraría del socialismo.
El SPD nunca contó con todo el electorado perteneciente a la clase trabajadora, sino que su apoyo mayoritario quizá estaba formado por las genéricamente denominadas clases medias, grupo social que manifiesta un apoyo crítico, y siempre como mal menor, y que por supuesto puede retirarlo en cualquier momento.
Los partidos que saldrían beneficiados al clarificar sus discursos con respecto al SPD serían los conservadores y los Verdes.
Para ello, y para buscar una nueva proyección de futuro se elaboró un nuevo proyecto, retomando el de Bad Godesberg y modificando lo que se consideraba necesario en el año 1.988.
Vistos los acontecimientos posteriores, caída del muro de Berlín, unificación alemana el 3 de octubre de 1.990, y la poca proyección alcanzada por las tesis socialdemócratas, se impuso una nueva programación.
El SPD se planteó integrar segmentos significativos de las clases medias, pero también la posibilidad de formar coaliciones, aunque el problema se encuentra en la duda de hacia dónde deben dirigir sus proyectos de coalición, quizá hacia los parlamentarios de los grupos verdes o si debían optar por permanecer en la oposición un número indeterminado de años.
La unidad del partido, rota hasta ese momento por todos los desastres electorales, parecía ser un elemento clave para su futuro. Desde que en el año 1.990 se produjera la unificación de forma no deseada por el SPD, este partido había tenido disensiones internas que de alguna manera ensombrecían el panorama político. Una vez reconocida la adversidad, así como el aumento de votos para el canciller democristiano, la socialdemocracia se planteó el asalto al poder desde una perspectiva distinta: todos sus líderes políticos presentarían una única voz, confiando en que ello les otorgase una mayor confianza por parte de la ciudadanía alemana.
La realidad del presente deja manifiestamente claro que la evolución del SPD ha ido alejándole cada vez más de la sociedad alemana.
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María Oliva Gómez Riestra
Licenciada en Geografía e Historia. (sección Arte); Licenciada en Ciencias Políticas. Universidad Complutense
Actualmente Profesora de Educación Secundaria y ¨Bachiller en el IES Rey Fernando VI de San Fernando de Henares.
Madrileña, de nacimiento, pero muy vinculada con Asturias ya que mis padres y toda mi familia es de Mieres, Asturias. Por tanto seguidora de la vida de Manuel Llaneza, fundador del SOMA y Alcalde de Mieres en los primeros años del siglo XX.