‘El guerrero del antifaz’: el retorno de un héroe de postguerra
- Escrito por Manuel Espin
- Publicado en Cultura
Se publica el segundo tomo de las aventuras del personaje de Manuel Gago en edición restaurada.
A nada que se escarba en la realidad de la España de la mitad del XX surgen capas y facetas desconocidas o mal contadas por la escasa transparencia de la dictadura.
Entre 1944 y 1966 salieron semanalmente los cuadernillos horizontales y en blanco y negro de un personaje como 'El Guerrero del Antifaz' cuyo dominio en el mercado del tebeo de aventuras fue total hasta que a finales de los 50 apareció 'El Capitán Trueno', en una época en la que Editorial Valenciana competía desde la capital del Turia contra la barcelonesa Bruguera, luego comprada por Zeta-Ediciones 'B' y esta a su vez por Peguin Random House.
Ambas producciones junto al propio tebeo sufrieron un duro eclipse a finales de los 60 desplazados por el impacto de la televisión que ahora se mostraba interclasista con la facilidad para la adquisición de un aparato que dejaba de ser elitista tan como en los últimos 50. Manuel Gago (1925-1980) había nacido en Valladolid.
Tras el final de la guerra, su padre, comandante del ejército de la República, permaneció encarcelado un largo periodo. Casi adolescente y con dificilísimas condiciones de vida contrajo tuberculosis. Desde el sanatorio antibuberculoso y totalmente autodidacta descubrió su soltura en el dibujo de tebeos, enviando en 1942 muestras se afición a diversas marcas, entre ellas Editorial Valenciana.
Como necesitaba imperiosamente ganarse la vida porque su padre seguía en la cárcel llamó a muchas puertas, hasta que pareció interesar la historieta sobre un personaje de la España de los Reyes Católicos, inspirado en las novelas de Rafael Pérez y Pérez (1891-1984), autor alicantino que publicaba historias épicas o sobre personajes de la España Imperial, y novelas rosas. El primer episodio de 'El Guerrero...' aparece en 1944 con guion y dibujos de Gago.
Su éxito creciente le convierte en un referente para los adolescentes de la época, en aventuras donde lucha con los más variados personajes; el 'Guerrero' tiene una esposa (Ana María) y debe superar las acechanzas de traidores y de moros, o de una gama de tipos exóticos incluidos piratas o renegados.
La popularidad del personaje hizo que durante años las tiradas de los cuadernillos semanales superaran los 200.000 ejemplares para llegar a alcanzar la astronómica cifra de 800.000 en su mejor época. Tebeos que se prestaban o se cambiaban, porque en aquél tiempo de penurias había un pequeño negocio de cambio de tebeos por unas pocas monedas. Manuel Gago casado en 1948 fue el motor económico de una familia en la que sus hermanos y cuñados se incorporaron a la actividad.
En 1946 Gago se había instalado en la ciudad del Turia donde Editorial Valenciana explotaba un gran negocio, con otros personajes como 'Roberto Alcázar y Pedrín'. Gago junto al 'Guerrero' creó nuevas series: 'El Temerario' (1945) o 'El Espadachín de Hierro' creada para Editorial Toray.
Tras intentar hacerse autónomo y crear nuevos sellos con su familia, como Garga o Editorial Maga vuelve a las editoriales de referencia dentro del tebeo español, llegando a trabajar a un ritmo frenético por razones económicas con cinco series semanales a la vez en una agotadora factoría de tebeos. Entre 1950-57 crea 'Punk, el héroe de piedra' que transcurre en la prehistoria, trabajando tanto para Editorial Valenciana como para Toray, e incluso Bruguera para la que dibuja 'El mosquetero azul' (1962) cuyos guiones escribe el abogado y novelista Francisco González Ledesma.
Tras la crisis del tebeo, Gago se retira, para volver en 1973 a Editorial Valenciana. Publicando desde 1978 las 'Nuevas Aventuras del Guerrero del Antifaz' ahora en color y formato vertical, trabajo interrumpido tras 111 números por la muerte de su creador. Esta última fase del personaje le presentaba con menos encorsetamiento que en los tiempos del 'franquismo de hierro'.
La censura había sido especialmente dura con este tipo de publicaciones para niños y jóvenes, y sometida a una fiscalización permanente, en la que no solo se cargaba el peso sobre los textos sino que se vigilaba cualquier tipo de vestimenta femenina y hasta las efusiones; censura que se recrudeció en los años 60 contra el tebeo y que llevó a prohibir la venta de 'Supermán' en España editada por la mexicana Novaro hasta bien avanzados los 70.
'El Guerrero...' puede permanecer identificado con unos discursos de la posguerra franquista por lo que necesita ser re-interpretado desde una sociedad con valores muy diferentes. Aún con ese condicionante y más allá de su carácter testimonial responde a un tebeo épico de entretenimiento, con las mismas limitaciones que en su momento tuvo 'El Capitán Trueno'.
Tras la muerte de Gago la reivindicación de la autoría del personaje por sus herederos fue paralela a la de otros autores respecto a Brugera. Editorial Valenciana que lo había registrado a su nombre y al de los nuevos nombres de la marca se enfrentó a la familia Gago que finalmente vio reconocida la autoría del padre y los herederos a través de sentencia judicial.
Meses atrás, la mallorquina Dolmén, especializada en el rescate de históricos 'comic' y tiras gráficas clásicas de distintos países, firmó un acuerdo con los herederos de Gago para la restauración y nueva edición de su obra, la futura publicación de nuevos relatos sobre el personaje, y la recuperación de los clásicos.
Iniciada con las 'Nuevas Aventuras del Guerrero del Antifaz' cuyo segundo libro sale en unos días a la calle con una decena de episodios completos en color, otras historietas y numerosos 'extras' incluidos los trabajos preparatorios de Gago, en publicaciones que ahora se convierten en platos para coleccionistas 'gourmet'.
Manuel Espin
Doctor en Sociología y licenciado en Derecho, CC Políticas y CC de la Información es escritor de ficción y no ficción, periodista y autor audiovisual para cine y tv.
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