Los problemas de “Sin Novedad en el Frente” en Estados Unidos en 1929
- Escrito por Eduardo Montagut
- Publicado en Historalia
En 1929 en una discusión parlamentaria en el Senado de Estados Unidos sobre la reforma de las tarifas aduaneras, algunos senadores lanzaron duras críticas sobre medidas que se habían adoptado contra la importación de libros considerados como inmorales.
Al parecer, un senador declaró que era una vergüenza para el país que se hubieran prohibido las obras de Aristófanes y Ovidio.
Y eso fue aprovechado por otro senador, que había sido agregado militar en Londres, para señalar otro hecho escandaloso. El libro de Erich Mari Remarque, Sin Novedad en el Frente, que, como es sabido, es una de las novelas más destacadas en reflejar el horror de la guerra, y que puede ser considerada como un canto antibelicista, aunque el autor siempre defendió que era apolítica, había sufrido una severa mutilación. El editor norteamericano, temeroso de las autoridades, había suprimido nada más y nada menos que treinta páginas, porque contenían, a su juicio, “hechos y palabras sugestivos”. Debemos recordar que la obra se publicó, precisamente, por vez primera en Alemania en ese año de 1929, y casi al instante se tradujo a veintiséis idiomas, lo que da cuenta del impacto que tuvo en su momento, y como consecuencia del espanto que había provocado la Gran Guerra.
El senador Eyding, un excombatiente condecorado, expresó que la traducción americana era una edición “para los jardines de infancia”, y que resultaba vergonzoso privar a los lectores de Estados Unidos el texto original porque era un documento muy eficaz contra la guerra.
Como es sabido, el posterior nazismo cargó contra la obra y contra el autor, que tuvo que exiliarse, perdiendo en 1933 la nacionalidad alemana. Su libro llegó a ser quemado públicamente. Remarque marchó a Suiza, y después se desplazó, precisamente, a Estados Unidos, país que le concedió la nacionalidad en 1939. Terminada la contienda, Remarque regresó a Europa y se estableció en 1948 en Suiza. Murió en Locarno en el año 1970. Remarque reflejó como nadie no sólo los horrores que provocaba la guerra, sino también, en otras obras, los daños que generaba el nacionalismo. Hoy su obra es mundialmente conocida, además, por su éxito en el cine.
Hemos trabajado la noticia de la polémica en Estados Unidos con el número 6455 de El Socialista del día 17 de octubre de 1929.
Eduardo Montagut
Doctor en Historia. Autor de trabajos de investigación en Historia Moderna y Contemporánea, así como de Memoria Histórica.