Joaquín Mencos y la representación corporativa contra el caciquismo (1924)
- Escrito por Eduardo Montagut
- Publicado en Historalia
Después de defender la compatibilidad del sufragio universal con la representación corporativa Joaquín Mencos intentó demostrar que ésta auxiliada por aquel podía ser un instrumento eficaz contra el caciquismo.
No es que considerase que la combinación de los dos sistemas fuera una panacea. La corrupción del sufragio, en su opinión, no tenía como única causa la división en distritos uninominales. Cierto era que un señor pudiera erigirse en amo de un distrito a cambio de hacer favores (casi todos ilegales), pero había más causas.
En primer lugar, el voto era secreto solo en la ley, y más bien público en la realidad; también estaban las coacciones del poder público y de los poderes privados, el dinero, y la falta de “ideales” del pueblo español, estarían entre las causas de dicha corrupción. Todo esto no se podría corregir con la representación corporativa compaginada con el sufragio universal, pero podría ser un avance. En primer lugar, con la representación corporativa se terminaban los distritos uninominales. De nada valdría ser ya dueño de un distrito.
El dinero también ejercería, en su opinión, menos influencia porque los pobres solamente podrían elegir a pobres, que no podrían comprar votos, y no era de suponer que los ricos se lo dieran por el gusto de sacar correligionarios por el poco interés que tenían unos y otros de ayudarse en los partidos “burgueses”, dada su carencia de ideales, sin olvidar que no se podían fiar mucho de que un obrero defendiera sus ideas por muy católico y antisocialista que pareciese.
Para Mencos era fundamental establecer realmente el voto secreto porque suponía un freno a la coacción, tanto pública como privada.
En cuanto a la falta de ideales se vería sustituida por el interés de clase, que aumentaría al ser cada representante elegido de la suya, y que conduciría, como defendería Marx, al triunfo del proletariado.
Pero no había que ser muy optimistas, según Mencos, porque esta proposición no sería oída por los reformadores del sistema político, ya que el capitalismo solamente deseaba seguir explotando al proletariado.
Hemos trabajado con el número 4651 de El Socialista, de 4 de enero de 1921.
Eduardo Montagut
Doctor en Historia. Autor de trabajos de investigación en Historia Moderna y Contemporánea, así como de Memoria Histórica.