Danza contemporánea: ‘M’, los sonidos del cuerpo
- Escrito por Manuel Espin
- Publicado en Cultura
Dentro del Festival de Danza de la Comunidad de Madrid que recoge algunos de los más creativos montajes contemporáneos la Compañía de Marie Chouinard de Quebec (Canadá) presenta en dos funciones en Teatros del Canal su último trabajo 'M', una investigación sobre los sonidos del cuerpo humano.
Dentro de una representación basada en el concepto de corporalidad: once bailarines 'performers' tanto femeninos como masculinos, de formas físicas no coincidentes, desnudos desde la cintura a la parte superior, con pantalones y pelucas de colorines pastel, evolucionan a los sonidos que se transmiten en diversas situaciones del cuerpo humano: respirando, hablando, gritando, jadeando, conteniendo la respiración o haciéndola explotar...
Sin necesidad de crear un argumento central o hilo conductor los actuantes experimentan todo tipo de sensaciones físicas en escena, con un dominio contenido de su cuerpo, dentro de un conjunto caracterizado por la corporalidad en la que se logra una máxima expresión desde lo mínimo. El trabajo que requiere diseñar y desarrollar una producción de estas características parece máximo, por cuanto los intervinientes carecen de una estructura musical previa en la que apoyarse para insertar sus intervenciones.
La partitura musical original de Luous Dufont es meramente incidental o de parcial acompañamiento, y en muchos instantes de este espectáculo de una hora brilla por su ausencia total. O mejor, son los silencios quienes componen esa banda sonora transmitiendo sensaciones o apareciendo como el marco que permite dar protagonismo a las respiraciones, los soplidos, las voces tenues, las onomatopeyas casi imperceptibles, o el goce de la relación sexual.
Con ese mínimo bagaje argumental se traza un entrelazado de sensaciones en las que hay toques poéticos, líricos, apuntes de una plástica de cierta originalidad, que se desarrollan en un escenario igual de vacío donde las iluminaciones también en tonos pastel contribuyen a crear ambientes, todas ellas planas donde las únicas sombras son aquellas que intencionadamente se proyectan hacia alguno de los lados de la platea para destacar la potencialidad de los cuerpos que se insinúan.
La sensación respecto a este espectáculo minimalista que 'extrae petróleo' de donde parece que apenas hay nada, es provocadora y contrapuesta: se abre con un silencio prolongado en escena y cinco bailarinas que parecen esperar en el suelo pendientes de sus propias formas de respirar, hasta casi la exasperación del público. Para en un apagado fulminante dar paso a una concepción coreográfica centrada en el cuerpo entendido bajo su expresión íntima desde ese 'yo' compartido en el que se mezcla lo fisiológico con lo racional. Se transita de momentos estáticos casi al borde de la provocación por su aparente concepto de 'tiempo muerto' a explosiones de acciones corporales de enorme dificultad para los 'performers', porque deben construir sus intervenciones con los mínimos elementos, carentes de la apoyatura de una base musical en la que agarrarse.
Ese minimalismo llevado al extremo es una apuesta creativa de Marie Chouinard y sus once bailarines-participantes que crean un espectáculo a caballo entre géneros y artes diversas, donde hay talento, pero que en algunos instantes provoca pensamientos contrapuestos ; entre la 'inacción' autocomplaciente de la 'escucha al propio cuerpo' a otros en los que el cruce corporalidad/iluminación/colorido chirriante estalla e impregna al espectador. Casi lleno total y muy buena acogida del público a este 'M' patrocinado por los Conseils des Arts et de Letres de Quebec, Montreal y Canadá.
Manuel Espin
Doctor en Sociología y licenciado en Derecho, CC Políticas y CC de la Información es escritor de ficción y no ficción, periodista y autor audiovisual para cine y tv.
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