El desastre de Annual no fue una casualidad
- Escrito por Joaquim Pisa
- Publicado en Historalia
Tal día como hoy, 22 de julio,de hace exactamente 100 años, las posiciones del ejército colonial español en el Rif de Marruecos se derrumbaban una tras otra como un castillo de naipes por culpa de la incompetencia, la rapacidad codiciosa y el desprecio a las razas, culturas y clases sociales supuestamente inferiores que manifestaba una oficialidad española cuya actuación ante el desastre, que ellos mismos hicieron inevitable, sigue provocando vergüenza ajena.
No lo digo yo, lo dice el famoso y mutilado en su tiempoexpediente Pîcasso, incoado en su día por el general Juan Picasso, tío del pintor, como juez instructor de una causa que jamás se llevó a efecto. El expediente Picasso habla de oficiales españoles indolentes, vagos, que despreciaban a la tropa, que se pasaban el día bebiendo y jugando, y que en algunos casos llegarona vender armas a los rifeños tal como eran descargadas de los barcos en el puerto de Melilla.
La guerra del Rif en los años veinte fue la oportunidad del ejército español para vengar la pérdida de Cuba y Filipinas ante una gran potencia. El Rif era sobre el papel una guerrita fácil, contra moros desharrapados, mal armados y sin apoyos exteriores. Una guerra además patrocinada económicamente por compañías mineras en cuyo capital participabanel propio rey, AlfonsoXIII, y lo más granado del generalato, como el mismo general Silvestre, responsable máximo sobre el terreno del desastre, el que se pegó un tiro antes de que los moros lo cogieran vivo y lo castraran.
En la ofensiva rifeña que arrasó Annual y todas las posiciones españolas hasta las mismas puertas de Melilla murieron más de 10.000 soldados, la mayoría de ellos del regimiento Ceriñola, el llamado Regimiento de los Maños, por provenir la mayoría de sus soldados de las levas en pueblos aragoneses. Uno de ellos, un joven teniente llamado Ramón J. Sender, escribió una novela, "Imán", que es el durísimo y verídico relato de aquella estampida salvaje, en la que miles de hombres intentaban huir a pie durante días sin agua, alimentos ni municiones y eran cazados como bestias por los rifeños, mientras sus oficiales escapaban velozmente en sus automóviles hasta alcanzar refugio en Melilla.
Hay que decir que la violencia con la que se emplearon los marroquíes no era fruto de una maldad intrínseca, como se pretendía ya en la época. Hoy está demostrado que el ejército español ha sido el único ejército regular del mundo que ha bombardeado poblaciones civiles desde aviones usando gases asfixiantes y productos químicos que han convertido el Rif en la región de Marruecos con mayor incidencia de cáncer, todavía un siglo después de los hechos. También, que cortar cabezas de moros y fotografiarse con ellas y coleccionarlas era una práctica al parecer corriente en la Legión y en otras unidades militares, extendida por increíble que parezca a ciertos círculos de la mejor sociedad madrileña.
Volveremos sobre estos asuntos en los próximos días.
Joaquim Pisa
Escritor. Ha publicado varios libros sobre literatura de viajes, investigación en historia local y memoria colectiva contemporánea. Algunos de sus títulos son “Un castillo en la niebla. Tras las huellas del deportado Mariano Carilla Albalá” (sobre la deportación de republicanos españoles a los campos de exterminio nazis), “Las cenizas del sueño eterno. Lanaja, 1936-1948. Guerra, postguerra y represión franquista en el Aragón rural” (sobre la represión franquista), y la novela “El cierzo y las luces” (sobre la Ilustración y el siglo XVIII).
En 2022 ha publicado “Una quimera burguesa. De la nación fabulada al Estado imposible” (una aproximación crítica al independentismo catalán).