Nagasaki
- Escrito por Eduardo Montagut
- Publicado en Historalia
Nagasaki, situada en la isla de Kyüshü, fue la segunda ciudad elegida por los norteamericanos para lanzar una nueva bomba atómica, el día 9 de agosto de 1945, tres días después del lanzamiento de la primera en Hiroshima. Curiosamente, ese mismo día, la URSS había declarado la guerra a Japón.
El avión fue un B-29 conocido como Bockscar, comandado por el oficial Charles Sweeney. La bomba fue bautizada con el nombre de Fat Man. Su potencia era casi el doble de la bomba lanzada por Hiroshima, aunque, como veremos, el daño que produjo fue menor. Era una bomba de plutonio.
Al parecer, la orden era atacar los astilleros, aunque fue lanzada sobre la fábrica de Mitsubishi. Pero la Historia previa es más complicada.
El objetivo primero que se pensó no era Nagasaki sino la ciudad de Nigata, pero estaba lejos para el peso de la bomba. La segunda opción era Kokura, pero también padecía un contratiempo importante, ya que estaba cubierta por la niebla y por el humo de los incendios por los bombardeos de la ciudad vecina de Yahata, por lo que se libró del bombardeo. La misión peligraba porque, además, el avión estaba justo de combustible. Sweeney decidió, entonces, enfilar el rumbo hacia Nagasaki, al ser informado de que había un claro entre las nubes, pero al llegar encontró nubes. Tenía que tomar la decisión de avanzar o regresar porque, como hemos expresado, no tenía mucho combustible. Se decidió el bombardeo por radar.
En realidad, el lanzamiento falló por una gran distancia porque calló a un costado del Valle de Urakami, pero eso no impidió generar un nuevo desastre, arrasando la mitad de la ciudad, y matando instantáneamente a unas treinta y cinco mil personas, aunque luego la cifra se duplicó por las heridas y las enfermedades producidas por la radicación.
Los daños que produjo esta bomba no fueron tan grandes como la de Hiroshima, pero eso no sólo fue causa del fallo del bombardeo en sí, sino, sobre todo, por la orografía de Nagasaki, ya que, al contrario de Hiroshima, era muy montañosa, poniendo más trabas a las ondas expansivas.
Al día siguiente, Japón declaraba el alto el fuego incondicional, que entraría en vigor el 15 de agosto. La rendición llegaría el 2 de septiembre.
Eduardo Montagut
Doctor en Historia. Autor de trabajos de investigación en Historia Moderna y Contemporánea, así como de Memoria Histórica.