El homenaje masónico al teniente coronel Julio Mangada
- Escrito por Eduardo Montagut
- Publicado en Historalia
El teniente coronal Julio Mangada fue procesado a raíz del conocido como “incidente de Carabanchel”, acontecido el 27 de junio de 1932, en el campamento militar de Carabanchel.
Al parecer, allí fueron concentrados, y sin conocimiento de Azaña, ministro de la Guerra, tres regimientos de Infantería de la guarnición madrileña con el fin de que confraternizasen con los cadetes. Todo había sido por orden del general Villegas, jefe de la I División Orgánica. Después del desfile pronunciaron discursos los generales Caballero, Villegas y Goded. El problema es que los discursos fueron más allá de lo estrictamente militar porque aludieron en un sentido crítico a la reforma militar emprendida por Azaña y sobre el Estatuto de Autonomía que se estaba discutiendo en las Cortes. El general Goded habló el último, aunque no estaba previsto, y terminó con un “¡Viva España!” y no con el preceptivo “¡Viva la República!”.
Mangada, visiblemente descontento con el tono y el contenido de los discursos no se levantó ni contestó al viva de Goded provocando la ira del mismo, que le recriminó con réplica exaltada de Mangada. El general Villegas ordenó su arresto, provocando otra réplica de nuestro protagonista. Mangada fue procesado a raíz de estos hechos, aunque sería absuelto. Eso sí, las investigaciones que se realizaron pusieron sobre aviso del malestar de un sector del Ejército, que estaba preparando la Sanjurjada, además de constatar que este tipo de actos militares, no aprobados por el Gobierno, y de marcado sentido antirrepublicano buscaban fomentar el descontento en el seno del Ejército.
Eso sí, Caballero, Goded y Villegas fueron destituidos por Azaña, aunque, al parecer, el ministro no tenía mucha simpatía por Mangada.
Pues bien, en la noche del 17 de septiembre de 1932 tuvo lugar un “banquete fraternal” en el madrileño Hotel Florida para celebrar la libertad del “querido hermano Julio Mangada”.
El acto fue organizado por la Logia Condorcet número 13, recibiéndose multitud de mensajes de adhesión de toda España de distintas logias, y con representantes presentes de otras logias. En total, el banquete reunió un centenar de masones de ambos sexos, y en el mismo recitó una poesía Daniel de la Pedraja, donde aludió al origen cubano de Mangada, a su “sangre ardiente y osada”, pero, sobre todo, a lo que le había ocurrido expresando que había sabido ver “en la sombra” de donde venía la traición.
Hubo los consabidos brindis y un discurso de agradecimiento por parte del propio Mangada. La Logia Condorcet le entregó un álbum de cuero repujado con una dedicatoria con las firmas de los asistentes.
Nuestra fuente ha sido el número 401 del Boletín Oficial y Revista Masónica del Supremo Consejo del Grado 33 (septiembre de 1932).
Sobre el incidente podemos consultar en la Hemeroteca digital de la BNE el Heraldo de Madrid del 29 de junio de 1932, así como el diario El Sol de ese mismo día que informaba de la explicación de Azaña en las Cortes de lo que había pasado en Carabanchel.
Eduardo Montagut
Doctor en Historia. Autor de trabajos de investigación en Historia Moderna y Contemporánea, así como de Memoria Histórica.
Lo último de Eduardo Montagut
- Amalio del Rey y la organización de los empleados de Correos y Telégrafos
- El Gran Consejo General Ibérico y Gran Logia Simbólica Española y la llegada de la República en Brasil
- Una concepción masónica sobre la libertad, la igualdad y la fraternidad en 1889
- “O todos a Cuba, o ninguno”: Pablo Iglesias en septiembre de 1897
- Reflexiones de Jaurès sobre la violencia